Parte#3

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Introducción: (No fue escrita por mí)
Juan inicia su Evangelio con la frase: «En el principio» y el relato bíblico del Libro de Génesis abre con una frase idéntica: «En el principio». Luego el texto del Génesis continúa diciendo: «creó Dios los cielos y la tierra». Esta comparación es importante porque mientras que Génesis habla de que Dios (Elohim) fue quien creó los cielos y la tierra, Juan 1:3 establece a Cristo como la persona a través de quien fue creado todo el universo, lo que nos ayuda a entender que la frase «en el principio» de Juan 1:1 hace referencia a los comienzos de la creación a la que alude Génesis 1:1. Juan hace esta introducción tratando de establecer que Jesús siempre ha existido y que en el momento de la creación Él estaba presente junto al Padre participando de la creación misma, tal como lo explica el versículo siguiente: «Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho» (Juan 1:3).

En cuanto a la identidad del Verbo, Juan 1:14, nos dice que «el Verbo se hizo carne». De forma clara esto nos deja ver a quién se refiere la palabra Verbo: a la persona de Jesús. Haciendo un ejercicio de sustitución de la palabra Verbo por el nombre Jesús, Juan 1:1 podría leerse de esta forma: «En el principio existía Jesús, y Jesús estaba con Dios, y Jesús era Dios».

Juan comienza su Evangelio diciendo esto: «el Verbo era CON Dios, y el Verbo era Dios» (RVR1960). La palabra traducida aquí como «con» en griego es el vocablo pros que, de acuerdo con muchos autores, significa una unión de intimidad entre dos personas. Algunos, considerando este hecho, han pensado que Juan estaba tratando de comunicarnos que el Padre y el Hijo están tan íntimamente unidos que prácticamente uno es el otro, pero sin perder su individualidad. Decir que el Verbo estaba con Dios y que a la vez era Dios equivaldría a decir que, aunque el Padre y el Hijo son dos personas distintas, constituyen una sola entidad; que su unión es tal que prácticamente uno es como el otro. Eso nos ayuda a entender mejor la cita de Juan 14:9, cuando Jesús expresa: «El que me ha visto a mí, ha visto al Padre». Juan afirma desde el inicio de su Evangelio la divinidad de Jesús, entendiéndolo como algo esencial para la comprensión y aceptación de todo lo demás que tenga que ver con Su vida, Sus hechos y Su misión en la tierra

𝐋𝐔𝐙 𝐌𝐄𝐒𝐈𝐀𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora