1. Abogado (Will)

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Me estaba vistiendo lo más rápido posible para llegar a trabajar. Aquella mañana había perdido una llamada de la comisaría diciendo que había un acusado que quería un abogado y yo, como abogado que soy, tenía que ir YA. Según me habían informado, alguien había atracado una joyería y había dos personas que encajaban con la descripción. Tuve que ir en taxi porque no tengo coche y tardé bastante. Al llegar me gasté un dineral y como había perdido mucho tiempo, entré corriendo en la sala. Los que estaban dentro me miraron con un gesto de desaprobación. Me disculpé y pregunté quién me había llamado. Un chico de pelo marrón oscuro y piel olivácea se levantó.

"Yo te he llamado. Soy Nico di Angelo." Oh no, ya conocía a Nico. Habíamos coincidido en la universidad y el último encuentro que habíamos tenido no fue muy... cómodo. "Me acuerdo de ti, Solace." Ay dioses, estaba increíblemente guapo. Llevaba un traje negro y se había peinado el cabello hacia atrás, cosa extraña en él, porque en la universidad siempre llevaba el pelo desaliñado. Me ofreció su mano. Se le estreché, nervioso, pues era el chico que me gustaba.

"Entonces, ¿te han acusado a ti?"

"Sí, según las cámaras, un 'individuo misterioso de cabello marrón oscuro y piel olivácea' atracó la joyería ayer a las 19:00."

"Bueno, la descripción encaja contigo a la perfección."

"Sí, lo sé, pero mi primo es igual que yo. Incluso su nombre se parece al mío. Se llama Ricko." Miré al otro acusado y, tal como había dicho Nico, era exactamente igual que él.

"¿Estás seguro de que es tu primo? Parece tu hermano gemelo." Nico me miró vacilante. El juez dijo toda la información y nos dio pruebas y datos. Luego le tocó al abogado de Ricko. Dijo unas cuantas tonterías sobre la similitud de Nico y Ricko y mil cosas más. Luego me tocó a mí. "¿Podríais poner la grabación, por favor?" Observé un rato el vídeo. Alguien con máscara entraba en la tienda y de repente sacaba una pistola y empezaba a disparar como un loco. Entonces me fijé en una cosa. "¡Parad el vídeo!" Lo pararon y señalé la mano que sujetaba la pistola. "Nico dame tu mano."

"No creo que sea el momento para..." Le cogí la mano y se la enseñé al juez. "¿En serio te importa mi mano ahora?"

"Nico, mira la imagen y mira tu mano. Que todo el mundo lo haga. ¿No os dais cuenta de algo?"
"La herida..." Dijo Nico, mirándome extrañado y sorprendido.

"No veo nada, ¿podrías explicarme lo que ocurre?" Dijo el juez. Durante un momento, pensé que era impresionante que Nico fuera la única persona que había entendido a lo que me refería, normalmente nadie se enteraba de mis deducciones hasta que las explicaba.

"Nico tiene una herida en la mano derecha y en la imagen, el atracador tiene la mano intacta."

"Pero podría habérsela hecho él esta mañana." Replicó el otro abogado.

"No, porque esta herida tiene más de tres semanas, no puede habérsela hecho después del atraco."

"Igual llevaba guantes." Cada vez el abogado insistía más y eso me preocupaba.

"De todos modos, ¿habéis mirado las huellas dactilares?" Los policías miraron los objetos y los analizaron. Luego los llevaron a un laboratorio y tuvimos que esperar. "No me lo puedo creer. Lo primero que se hace es buscar pruebas y mirar si hay huellas dactilares y eso es lo que NO han hecho." Le dije a Nico.

"Tienes razón." Me dijo. "Hoy en día no hay policías tan buenos como los de antes." Intercambiamos una mirada cómplice. "Entonces, ¿ahora eres abogado?"

"Sí, al principio pensé que me gustaría ser policía pero hace tiempo me dijeron que los abogados ayudaban a la justicia también y pensé que era un trabajo justo."

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