●Terca Valentía●

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Las orejas arden, las sienes pican y la pena se acumulan en tus ojos.

¿Qué está pasando, hermosa?

Tu pecho se oprime, duele y escuece como le mismísimo infierno; quieres chillar, gritar tu dolor y mandar todo al carajo.

Quieres explotar y que el mundo se venga abajo si le da la gana

Pero aun no entiendes el porqué. Y eso sí que te jode, eh.

A pesar de todo, en medio de la guerra, te colocas en el centro del campo, siendo el blanco principal de las balas, y tu ser ni se inmuta.

Aun así, sigo viendo todo ese peso en tu espalda, y siempre que pueden, con una deslumbrante sonrisa, dejas que añadan más. Recuperas el equilibrio, probando el nuevo peso, respiras profundamente, alzas la mirada y sigues caminado.

Algo está roto ahí dentro, algo dejo que las pocas esperanzas que albergaste alguna vez, se perdieran en el oscuro camino de tu vida.

Algo esta vacío, creando el eco doloroso en el cual escuchas todos aquellos gritos que callas.

A veces, cuando sobrepasas tus limites esos hermosos soles tuyos, se vuelven una tormenta y el diluvio cae sobre tus mejillas, las estrellas se alinean para brindarte un poco de luz, "no te pierdas, por favor" implora el césped en el reposa tu corazón.

Cuanto dolor alberga tu alma, cuanto se retuercen tus entrañas y cuanta destrucción dejan tus demonios, pero aun así tu hermoso rostro aún sigue sereno

Preciosa, llora.

No sabemos cuánto veneno estas formando y que tanto se ha esparcido por tu cuerpo. Llora y desahoga esa pena sin nombre.

Libera todo eso que, por protegerte, encerraste. Talvez, algún día invite a la felicidad a volar con nosotros.

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