Sayuri es una chica con demasiadas inseguridades como a la vez llena de secretos, algunos los esconde por miedo y otros los desconoce por completo, sin embargo, tarde o temprano tendrá que enterarse de la verdad que podría cambiar su vida.
Junto a s...
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Narra Sayuri
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—Entonces, si a la X la cambiamos por los gramos correspondientes... —reanudó su explicación el profesor luego de que un compañero preguntara algo de la X y no sé qué. Me va mal en química, lo acepto y no importaba cuantas veces lo estudie, siempre iba terminar confundida, más de lo que ya estaba.
En eso el timbre sonó y el profesor se despidió y nosotros de él. Aki había llegado a mi puesto, luego Hayami y por último Gouenji, mi espacio en el salón se había vuelto algo así como nuestra pequeña oficina antes de salir a la cafetería o a cualquier lado.
—¿Qué le pasa a Endou hoy día?—pregunté girando un poco mi cuerpo mirándolo. Estaba aún en su pupitre con la cabeza entre sus manos y sus ojos cerrándose de a poco, hoy en la mañana lo noté distraído en la clase de matemática y después se notaba perdido en geografía.
—El partido de ayer y el que se aproxima lo tiene así.—respondió el rubio sentándose donde siempre. Los miré unos momentos esperando a que siguieran.
—Endou tuvo una pesadilla en el que su God Hand se rompía en mil pedazos.—habló Aki mirando al castaño preocupada, yo seguí observando al chico unos minutos y luego me levanté de mi asiento colocando mis manos en la mesa.
—Esto no puede seguir así.—murmuré para que ellos solamente me escucharan, ellos asintieron. Los cinco nos acercamos a un Endou perturbado metido en su mundo, coloqué una mano en su mesa llamando su atención de golpe.—Es hora del almuerzo, vayamos a comer a la azotea.
Pareciera que él entendió lo que en realidad le quise decir por lo que cada uno fue a buscar su almuerzo y salimos juntos del salón, teniendo como siempre nuestra rutina de pretender que nadie nos miraba cuando sí lo hacían.
Los rumores se estaban distorsionando acerca de quién soy y como soy, la verdad es que por muy poco que se note sí me preocupa lo que piensen de mi y yo creo que todos alguna vez hemos pasado por eso. Me gustaría decirles que pararan de una vez con los rumores pero me daba miedo, miedo que tomaran otra visión de mi y peor de la que ya tienen.
