Sayuri es una chica con demasiadas inseguridades como a la vez llena de secretos, algunos los esconde por miedo y otros los desconoce por completo, sin embargo, tarde o temprano tendrá que enterarse de la verdad que podría cambiar su vida.
Junto a s...
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Narrador omnisciente
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La tensión y la ansiedad se notaba en el ambiente, los jugadores estaban cambiándose el uniforme del equipo y las gerentes estaban ordenando las botellas y toallas en la banca. El entrenador fue a dar una vuelta por el lugar para cerciorarse que no hubiera algo que atentara en contra de la integridad de sus jugadores, la ojiverde también estaba atenta a su alrededor buscando algo sospechoso.
La gente que estaba de público estaba ajena a todo lo que había de trasfondo, nadie sabía que detrás de un animado partido de fútbol se estaba escondiendo un hombre que quería destruir la vida de unos adolescentes por sed de venganza, entre el público se encontraba una mujer ocultando su rostro con el sombrero que llevaba, estaba atenta a la castaña que veía todo muy seria. Sonrío levemente y se fue a sentar a uno de los asientos para presenciar el partido.
Los jugadores del Raimon salieron al campo para hacer unos ejercicios de calentamiento antes del partido, luego se hicieron presentes los del Zeus con un aura que demostraba seguridad y poder provocando en Sayuri que tenía su vista en ellos un escalofrío, aunque luego desvió su vista del equipo cuando uno de ellos se dio cuenta de la mirada de ella, el chico sonrió y se acercó al capitán para presentarse aunque no hacía falta ya que todos ellos los conocían, el rubio no despegaba su mirada de la castaña que hablaba animada con uno de los defensas y eso el portero lo notó activando todas sus alarmas junto a el delantero de fuego y el estratega que se interpusieron en la visión del capitán del otro equipo protegiendo a su amiga.
—Veo que tienen a una nueva chica.—habló el rubio de pelo largo con una sonrisa, los chicos solo ocultaron más a la chica pero era inútil, el rubio era alto y podía ver por sobre sus hombros.—Se parece a una mujer que vi antes.
Los tres amigos se miraron entre sí y para cuando quisieron preguntarle a qué se refería, él ya se había ido. La chica que antes estaba con una sonrisa ahora los veía preocupada al recordar lo que había dicho su padre días antes al evento, colocándola en una posición de si contarles o no, veía como el estratega volvía al calentamiento, el delantero ayudaba a su compañero Someoka a estirar sus piernas y como Endou le sonreía a sus compañeros dándoles ánimo y seguridad.
