Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo, quiero ser tú, tu sangre, esa larva rugiente que regando encerrada bellos miembros extremos siente así los hermosos límites de la vida.
- Vicente Aleixandre
Me despierto alarmada, mi respiración era acelerada y mi corazón latía a mil, no recuerdo que era lo que había soñado, pero sentía miedo y no se por que realmente, me aterra el no saber...Casi nunca tengo pesadillas, y cuando las temhos siempre recuerdo que había soñado, pero estaba ves no, no recuerdo nada... Al tocarme la cara esta estaba empapada de lágrimas, por que estoy llorando.
No era por el miedo, era por otra cosa, no logró recordar el por que, hace tiempo que no lloraba.
Puse mis pies en el suelo apoyando mis manos en mis rodillas intentando de relajar mi respiración y mi corazón al mismo tiempo.
De mis ojos comenzaban a caer lágrimas nuevamente, a pesar de que las limpiaba de inmediato no paraban de salir.
Suspire pesadamente liberando todo el aire comprimido en mis pulmones, me levantó y me dirigí al baño, me desprendí de mis prendas metiéndome en la tina hundiéndome hasta la nariz, un baño con agua fría me relajaría.
Mi cuerpo temblaba por el frío, ni siquiera tenia ganas o energía para cambiarme, aun era de madrugada, me acosté y me enrolle entre mis sabanas como si fuera un sushi, el baño había funcionado, me había relajado logrando así dormir cayendo rendida en los brazos de morfeo.
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El sonido retumbante de la alarme me hizo sobresaltar, despertándome se inmediato y levantándome al instante, al igual que anoche volví a ingresar al baño.
Me veía fijamente al espejo, viendo con detenimiento mi reflejo, veía cada parte de mi cuerpo, deteniendo mi mirada en mi abdomen, observando así la cicatriz bajo mi pecho, la toque con la yema de mis dedos, sentía una corriente electrisante recorrer todo mi cuerpo.
Mis ojos se cristalizaron al recordar el porque de la herida, hacia tiempo que no prestaba atención a esa parte de mi cuerpo, y aún dolía el recuerdo de esta.
Resople agobiada echando agua en mi rostro para así calmarme.
Cepille tanto mis dientes como mi cabello, al salir del baño me dirigí a mi armario y busque ropa para el día se hoy, ya vestida me cepille nuevamente el cabello, antes de salir de mi cuarto observe mi reflejo, "no se ve" pensé observando directo hacia mi pecho, así es mejor.
Al bajar me dirigí a la cocina abriendo la heladera tomando la leche, cogí un vaso y vertí el líquido en esté. Cuanto tiempo habrá pasado desde que no desayunaba correctamente, no sabría decirlo; con el baso en la mano tomé una galleta y me senté en uno de los sillones.
Al terminar mi desayuno dejó RL basoen el fregadero, tomó mi abrigo junto a mi mochila y las llaves y salgo para ir a la escuela.
Esto era rutinario, al salir siempre la mirada se volvía mas intensa de cuando estoy dentro, pero ya no me siento incómoda ni molesta, mas bien me hacia sentir segura de alguna forma, al principio y aún lo creo es solo paranoia; ya había llegado, al abrir las puertas me encontraba con una pequeña fila? ¿Por que sera? Parándome de pinturas y levantando la mirada busco una pista que me dijese el por que de esta, esto ayer no estaba o sera que la sacaron ya que yo ya había llegado tarde... No lo se, arquee una ceja al ver un detector de metales.
¿Por que ahí un detector de metales en la escuela?
Mhm, no sabría decirlo con exactitud, deberé preguntarle al guardia; mi turno había llegado ya, le dejo mi mochila y mi abrigo al guardia. Mi sangre se congela y siento un escalofrío recorrer por todo mi cuerpo, tenia un mal presentimiento que podía ser... Oh mierda.
- ¿Por que tienes esto? -me pregunto con firmeza el guardia mostrándome mi navaja.
Trago en seco.
-Se lo explicaría con todo gustó... Pero no se como explicárselo-confieso nerviosa. Este ca a ser un día largo.
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Por suerte mi par e de hallaba en casa y atendió el teléfono respondiendo todas las preguntas del guardia; dejando ese tema de lado, me hallaba en clase de física.
Por mas que lo intentara, no lograba prestar atención mi atención era desviada y concentrada en mis pensamientos, mano se movía por si sola sobre mi cuaderno mientras me sumía cada vez mas en mi mente ,había algo que me intrigaba, era por el sueño que había tenido y el recuerdo de la cicatriz.
Me sentía extraña, sentía como si algo se me olvidase y que ese algo era algo malo ¿Que será?
Suspiro pesadamente saliendo de mi trance regresando a la triste y patética realidad, dejo de mover mi mano al ver lo que había dibujado inconscientemente, era el dibujo de un payaso nada normal y por mas extraño que me pareciera, aquel payaso se me hacia familiar... Es un si, estoy loca. Payasos de bocas extremadamente grandes con colmillos y que por alguna estraña razón parece que mi dibujo me esta viendo fijamente a los ojos... Es oficial, tengo miedo.
Sacudo la cabeza levemente levantando la mirada. No había nadie, estaba sola, ya había terminado la clase y yo seguís aquí como estúpida.
Chasqueo la lengua molesta tomando mis cosas y largandome de allí, es cansador tener que venir aquí, al meter la mano en mi bolsillo siento la libreta y la saco, no había nada nuevo, y todo por tener que venir aquí cinco días a la semana dejándome solo dos días para mi investigación, aunque igual después de clases voy con W y vamos juntos a los lugares sonde ocurrieron las desapariciones.
Camino por los largos pasillos de la institución sin encontrar algún rastro de vida, levantó la mirada y veo el reloj, ya habían terminado las clase, wow, eso fue rapidez.
Salgo de la escuela por la puerta trasera y me dirigo a "casa", el camino como siempre era largo y silencioso, y en estos momentos era cuando la mirada se intensificaba cada vez mas y mas, hasta el punto que se volvía incómoda e insegura, y así paso. Mi respiración se aceleró al igual que mi corazón y mis pasos los cuales eran cada ves mas rápidos y firmes.
Al dar vuelta la esquina sentí como chocaba con alguien, pero no caí como otras veces, sin siquiera disculparme y continúe con mi caminó, tenía que llegar lo cuanto antes a casa y encerrarme en mi habitación para continuar mi investigación. El trayecto era largo y mi miedo aumentaba cada vez mas y mis pies comenzaban a dejar de caminar y comenzar a correr, tenia miedo, mucho miedo.
Comenzó a llover. La lluvia no me ayudaba, estaba corriendo, pies mies se resbalaban con el agua acumulada en el suelo, temía en caer al duro suelo, pero era necesario si quería llegar a tiempo antes de que la lluvia empeorará.
- ¿_____? -Levanto la mirada y veo a mi padre frente mio con un paraguas en mano... Y es cuando recuerdo el porque de mi pesar...