Cita-dos

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Cuando eres una persona como Jimin: romántico, añorante y poseedor de grandes expectativas de la vida, con frecuencia resultaba difícil creer que existía un mundo real, donde lo que pasaba frente a sus ojos no era producto de sus incontables sueños donde él era protagonista. Porque últimamente habían sido eso, solo sueños.

Fantasías que trabajaban como sedante al "que hubiera sido si..."

Había pasado tantas cosas en estos tres meses, que si tuviera que arrepentirse de algo, sería no haber enviado ese mensaje desde mucho antes, aunque tampoco es como si tuviera algún reproche, no lo malentiendan. Le gustaba el paso con el que llevaba las cosas, lo hacía sentir en control por primera vez de sí mismo.

Jimin acarició la cabeza de su pequeño gato calico, Mimi, quien respondió acurrucándose más al pelirosa, como si buscara fundirse en el calor de su cuerpo. Ambos estaban echados en la suave cama, perdidos en las constelaciones que Jimin tenía decorando el techo de su habitación con Love Blooms sonando de fondo.

Curiosamente no podía dejar de observar la constelación de la Osa Mayor.

Era la más conocida de todas y la más fácil de distinguir.

Brilla tanto como Yoongi.

Eso fue lo que pensó. Jimin se sonrojó por la tonta comparación y soltó una risilla estruendosa que sobresaltó a Mimi.

—Lo siento, Mimi —le susurró dejando un casto beso en medio de las orejas peludas.

Es solo que todo le resultaba tan extraño. Pensar en Yoongi le provocaba un sin fin de revoltosos aleteos. Aunque eso era suficiente para sentirse más que bien.

📱📱📱

Eran las seis y cuarto cuando el timbre de su departamento anunció la llegada de alguien. Jimin dejó lo que hacía en la cocina y tras lavarse las manos, corrió por el pasillo con el corazón agitado. Se detuvo unos segundos para arreglarse y tomó una respiración profunda antes de abrir la puerta.

Frente a él estaba Yoongi sosteniendo una flor, un tulipán blanco para ser exactos, mientras escribía algo en su celular con la otra mano. Cuando el mayor alzó la mirada, guardó el aparato apenado y carraspeó:

—Estaba por mandarte un mensaje —Jimin sonrío ampliamente y Yoongi se sintió mucho mejor, más ligero—. Hola, Jimin-ah.

Tan precioso.

—Hola, Yoongi hyung —ambos se observaron por unos segundos, aferrándose a la imagen del otro, conscientes de que ahora, era con intenciones diferentes. Se rieron antes de que Jimin lo invitara a pasar con una sonrisa avergonzada—. Lo siento, hyung. Aún no puedo creer que estés aquí, voy por mis cosas y nos vamos.

—No hay prisa, Jiminnie —Yoongi detuvo al menor tomando su mano—. Yo... uh, te traje un tulipán. El señor que vendía las flores fue tan amable de explicarme el significado —tomó una pausa para encontrar los ojos expectantes del otro, carbón y almendra chocaron—. No te asustes, ¿ok? Significa amor incondicional y... eso es lo que te prometo.

Una promesa...

Jimin apretó sus labios, conmovido porque era la primera vez que alguien le decía algo así. Sintió su corazón calentarse en cariño y deseo por el hombre que tenía en mano aquella inocente flor que resguardaba el peso de una promesa. La primera de muchas.

Ah, se sentía tan feliz.

Con un nuevo color rosa adornando sus mejillas, Jimin tomó el tulipán y se acercó a dejar un beso en la mejilla tibia del mayor.

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⏰ Última actualización: Jun 25, 2022 ⏰

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