Capítulo 3: El deseo de Eri y encuentro con el pasado.

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En el capitulo anterior...

Eri: De acuerdo, Rias onee-chan -lo decía de forma tierna-.

Cabe decir que la pelirroja puso una sonrisa de satisfacción porque por dentro estaba feliz porque le había llamado onee-chan. Pero Eri, al ver esa sonrisa, se le ocurrió una idea, poniendo a su padre en vergüenza.

Eri: Papá... ¿Por qué no le pides a Rias onee-chan que sea mi nueva mamá? -lo dijo con una sonrisa tan tierna, que no supo que eso causaría un desastre-.

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Esas palabras.... Aquellas palabras resonaban por el lugar, causando distintas expresiones: los profesores y Akeno le hicieron mucha gracia la proposición de la pequeña; los alumnos, con la boca abierta, casi hasta el suelo. Pero con los dos mencionados: se podría decir que estaban mas rojos que un tomate, y eso sería quedarse muy corto.

Issei: Eri, no digas esas cosas delante de tanta gente. Además no es tan fácil -decía nuestro castaño favorito a su hija, totalmente rojo-.

Eri: ¿Cómo que no, papá? Rias onee-chan, ¿no te gustaría ser la pareja de mi papá? -preguntaba de forma feliz-.

 Issei: ¡ERI! -decía el nombre de su pequeña hija, ya muy rojo como el cabello de Rias, mientras que nuestra pelirroja favorita le salía humo por la cabeza- Ahora si que no te vas a librar de un buen sermón, jovencita

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Issei: ¡ERI! -decía el nombre de su pequeña hija, ya muy rojo como el cabello de Rias, mientras que nuestra pelirroja favorita le salía humo por la cabeza- Ahora si que no te vas a librar de un buen sermón, jovencita.

Eri: Pero, papá. Solamente te estaba ayudando -mirando al castaño, haciendo un lindo puchero-.

Issei: -tenía que evitar caer en su dulzura, pero no podía- No ayudes tanto, mi pequeña -hablando en bajo- Pero no te libraras del sermón.

Eri: Papá malo -seguía mirando de la misma forma-.

Issei: Lo que sea, y ahora despídete.

Eri: Adiós, Rias onee-chan -se despedía con una sonrisa-.

Rias: -ya algo recuperada- Adiós, Eri-chan e Issei.

Después de eso, Issei se marchó con su hija del lugar, mientras que Rias... Estaba muy feliz porque consiguió que nuestro protagonista se uniese a su club.

Akeno: Ara ara, Issei-kun es alguien muy interesante. Y se nota a kilómetros que toma muy en serio lo de ser padre.

Rias: Akeno, ¿Te puedo ser sincera? -la pelinegra asentiría- No me esperaba que Issei tuviera una hija. Eso le hace una persona muy madura y más adulta que cualquiera que haya y se nota lo bien que a criado a esa niña.

Akeno: En eso tienes razón, Rias. Pero te has fijado de que Issei tiene 17 años y la pequeña solo 6. ¿Será realmente su hija? -preguntaba, curiosa-.

Issei, un joven padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora