Donde Jungkook es el pequeño caprichoso de Taehyung y nadie podía oponerse a eso, y donde Taehyung no podía resistirse a esos ojitos bonitos.
Tae conocía bien a su pequeño y siempre estaba dispuesto a hacerse cargo de él.
-Daddy te cuida bu, no te p...
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Jungkook era su pequeño, su consentido, caprichoso y mimado pequeño.
Pero era de él, solo de él.
Por eso estaba celoso de la señora que lo llenaba de halagos mientras estaban en el supermercado, llenándolo de mimos y alabándolo por ser un buen chico, su ojo derecho temblaba y —tal vez— pisó el pie de la señora por accidente. La señora mayor lo vio con molestia y le pegó en el brazo con su bolso.
—¡Yo no hice nada!
—Muchacho grosero —con mucha dignidad —cojeando un poco— la señora y su bolso se fueron.
—"Michichi grisiri" —la remendó y Kook rió viéndolo con ojos grandes e inocentes, su pequeño sonreía mientras hacía sonar su sonajero. Ay estaba tan enamorado, Kook era la luz de su vida el calor de sus días, ugh eso fue demasiado cursi.
—Vamos pequeño, te compraré algo nuevo.
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Media hora después
Kook comía un helado con un gran peluche de Cooky en su regazo, había elegido uno enorme que le había dolido un poco a su bolsillo pero todo sea por ver esa sonrisa en su pequeño, cargaba un traje completo del famoso conejo y algunas personas se les quedaban viendo, pero él las ignoraba y su pequeño estaba más pendiente de no hacer un desastre con su paleta de limón.
—Daddy voy hacer un desastre —lo vio con sus labios en un bonito puchero.
—Dame el conejo, para que estés más cómodo.
—Nu uh —se negó abrazando el peluche con más fuerza.
—Entonces terminate el helado.
—No quiero.
—Esta bien, ensuciate todo —Kook lo vio feo y siguió con su helado gritando cuando una gota cayó en el conejo, varias personas se les quedaron viendo y él no quería llamar más la atención.
—Suficiente, Cooky se va a sentar acá —quitándole el conejo, puso el enorme peluche en el asiento vacío a su lado Kook lo vio con sus ojitos entrecerrados y ya sabía que se avecinaba un berrinche pero su mirada cambió de repente y pareció arrepentirse, extrañado miró a su alrededor pensando que podría haber cambiado la actitud de su pequeño pero no vio nada fuera de lugar. —¿Pasa algo, bu?
