Donde Jungkook es el pequeño caprichoso de Taehyung y nadie podía oponerse a eso, y donde Taehyung no podía resistirse a esos ojitos bonitos.
Tae conocía bien a su pequeño y siempre estaba dispuesto a hacerse cargo de él.
-Daddy te cuida bu, no te p...
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Advertencia: capítulo +18, si no te gusta puedes saltarte este capítulo.
Es importante que sepan que para este capítulo Jungkook tiene la madurez mental de su edad real, él tiene 23 años y todos los eventos narrados son consentidos.
Jamás sexualizaría el litlespace por eso recalco que los eventos de los siguientes capítulos fueron con Jungkook en su mentalidad adulta.
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—Hyung, eres muy bonito —Se encontraban cara a cara en la gran cama de Taehyung, habían pasado el resto de la tarde hablando de banalidades entre pequeños besos, el mayor le había contado sobre su trabajo y amigos, y él sintió que el tiempo se pasó volando. Justo ahora se encontraba admirando el hermoso rostro de su hyung, era tan bonito. Sus cejas y su sonrisa rectangular, su nariz y ojos café.
Bonito, bonito.
—No más que tu, bu —JungKook enrojeció —. Oh, lo siento si te incomoda, y-yo supongo es la costumbre —Taehyung pareció avergonzado por haberlo llamado por ese apodo pero él negó.
—Me puedes decir apodos. —Sus mejillas enrojecieron y los ojos de Taehyung adquirieron cierto brillo. —Y-yo, se siente bonito —se sentía especial cuando Taehyung le decía apodos bonitos.
—Te amo, bu. —los ojos de Jungkook se iluminaron.
—Yo más, D-daddy —murmuró. Normalmente, Taehyung lo veía con ternura cuando lo llamaba de esa forma, pero esta noche.
Oh, esta noche, sus ojos adquirieron un brillo diferente.
—¿Me besas? —JungKook iba a morir de la vergüenza, pero la cercanía y el momento íntimo solo lo hacían añorar aquello.
Taehyung no respondió con palabras, solo rompió la pequeña distancia entre ellos juntando sus labios.
Él sujetó su cabello por la nuca y le devolvió el beso, siendo diferente a los anteriores y oh, qué beso. Sintió su mente dar vueltas y los dedos de sus pies se enroscaron por las sensaciones, no pudo evitar un pequeño gemido.
