Amy Rose: La guia de mi corazón

n° 20

Rouge antes era conocida por ser una ladrona profesional y una espía de aquel que pagara por sus servicios, pero luego de una gran travesía se reformo, convirtiéndose en parte del Team Sonic y un agente especial de las fuerzas GUM. Ahora mismo nuestra murciélago albina estaba dejando de lado su amor por la joyería, para dedicarse a buscar toda información sobre su amiga rosada, por ello volaba en dirección a la base del Dr. Eggman.

Una vez ya llegado a la base, no pidió permiso para entrar, y esperando encontrar una multitud de robots para defender la guarida secreta, se encontró con el dueño de la base en su laboratorio. Este se encontraba de espaldas, y parecía estar creando algún robot raro.

-Hola Eggman -hablo con su distinguido tono coqueto al tiempo que se le acercaba para ver que hacia el mencionado-

-Que gran sorpresa Rouge -comento sobre su hombro el hombre al ver la albina- es raro que vengas luego de que te uniste a ese grupo de ratas -hablo continuando su trabajo-

-Vengo a ver que tal esta mi ex jefe- apoyándose sobre la mesa de trabajo miro los planos -¿en que trabajas? 

-Un robot constructor -respondió serio, concentrado en su trabajo- 

-¿Para que lo quieres? ¿Expandirás el lugar? -bromeo mirándolo-

-Tus amigos siempre destruyen este lugar, estoy aburrido de pone yeso y madera, pierdo mucho tiempo -contesto apretando una tuercas- ¿A que has venido exactamente Rouge? No eres las que se vienen a ver a un viejo amigo, ¿que planeas?

-huy! me has atrapado -bromeo sorprendida la mencionada, para apoyarse de espaldas contra la mesa- busco información sobre la desaparición de Amy, ¿Sabes algo al respecto? -pregunto mirando de reojo al hombre de bigote-

-¿La bola rosada? -asintió la albina- no tengo nada que ver con ella- 

-Esa no fue mi pregunta, ¿Sabes donde esta? -volvió a preguntar seria-

-No, ni me interesa, esa bola rosada que llamas amiga solo era un rehén para que ustedes vinieran -se asincero alejándose de la mesa para ver su progreso-Ustedes son amigos, deberían de saberlo todo sobre ella

- Desapareció Eggman, no escapo, y ese no es el punto -hablo algo molesta la murciélago rodando los ojos-

-¿Segura de desapareció? -esto llamo la atención de la albina- ¿Que tal si escapo y no quiere ser encontrada? Cada vez que la secuestraba tenía una mirada más y más apagada -comento el hombro colocando la mano en la barbilla-

-Solo hablas por hablar -ya harta de la conversación, la de mirada celeste comenzó a caminar dispuesta a irse, pero la voz del hombre le detuvo-

-Realmente me da pena, ustedes quienes se hacen llamar amigos la orillan a escapar para que pueda ser libre, una verdadera lastima- murmuro en alto-

-Cuidado con lo que dices Eggman -advirtió con obvia molestia-

-Es un país libre querida, además, no es mi culpa que ella se escapará -comento malicioso a lo cual la albina ya arta, al momento de querer atacar para golpearlo, le detuvo una gran variedad de robots listos para el ataque, por lo que decidió irse- ¿Te vas tan pronto querida? ¡Vuelve cuando quieras! 

La albina salió corriendo de la base, al estar ya afuera, se apoyo sobre sus rodillas, maldiciendo al hombre y a si misma por pensar que sería una buena idea ir con el Dr. para que le diera información, al bajar la mirada, noto que pisaba una hoja de papel. Al levantarla tenia escrito.

"Estoy Bien"

la albina sonrió con nostalgia y aguantando una lagrimas murmuro para si misma 

-Si escapaste después de todo ¿no?-