La Chica Nueva | ¡Shazam! 2

Capitulo 7

Los días nublados son mis menos favoritos, ¿Por qué? Simple, tengo la manía de ver películas tristes todo el día y no ir a clases. Pero vamos, a quien le agrada los días muy nublados, claro, a nadie que sea normal.

Bajé con un termómetro en mi mano por las escaleras, como dije vería muchas películas tristes y ¿por qué no? Unas pocas golosinas para acompañar no estaría nada mal. Todos irían a la escuela y yo estaría en mi cama todo el día, un día perfecto para Celeste.

— ¿Y Rosa? — tosí un poco para hacer creer mi repentina enfermedad. Lo había hecho varias veces ya, no sería tan difícil que no me creyeran, los adultos son muy ingenuos y más con lo que ha pasado últimamente. Tosí más yendo a la cocina a la vista de Rosa —. Rosa...

Antes de entrar a la cocina tenía que pasar por el comedor donde estaban todos menos Rosa y Víctor, claro.

— ¿Rosa está en la cocina? — raspe mi garganta fingiendo estar grave de la voz. En verdad me había dolido, malditas drogas. Ellos asintieron. Entré por la puerta y Rosa estaba con Víctor, al verme sus caras se transformaron en preocupación pura.

— Cariño, ¿qué te pasó?

— Me enfermé — hablé con la nariz —. Y me duele todo el cuerpo — tosí más fuerte y me sorbí la nariz con un papel.

— Hay cariño, tienes que faltar a clases hoy, y puedo quedarme contigo si quieres — negué.

— No, no te preocupes por mí, dormiré toda la mañana para así, tomar más fuerzas y no estar más enferma — ellos asintieron y yo me dirigí a mi habitación.

— ¿Celtroit? — no por favor, ahora no. Billy, no te acerques. Vaya, si no fingiera estar enferma ya hubiera corrido hacia mi cuarto y puesto llave a ésta.

— Ahora no, Billy. Estoy enferma y quiero estar sola — digo siguiendo con mi voz enferma.

— Si tu lo dices, aunque — se acerca lo suficientemente hacia mi oído —. Yo se que no estás enferma, ¿qué es lo que quieres Celtroit?

— Que no me hables más, Billy. Quiero que te alejes de mí — reaccioné bastante molesta, él me había llamado en pocas palabras asesina no iba perdonarlo jamás.

Subí por completo las escaleras e hice lo dicho a hacer, puse llave en mi habitación. Prendí la televisión y puse Netflix, mi serie favorita Anne with a E, la mejor para mí.

Es de una chica de catorce años que es huérfana y que un par de hermanos mayores de edad la adoptan, es acosada en ciertos puntos de su vida y atormentada igual. Ahora que lo pienso, es más genial de lo que otros dicen, tiene ese toque único de relatar la historia, esa pizca de emoción de cómo es Anne con una E, y claro trae su romance, es lo obvio. Y no quiero acabarme la serie porque no sé que veré después de eso, pues la tercera parte no ha salido en la plataforma de Netflix, así que, no puedo acabarme esa serie.

Mi teléfono vibró al inicio del capítulo y rodé los ojos por eso. Era Emma, juro que si no es algo importante la lanzaré por un acantilado, soy rápida, puedo hacer lo que sea.

— ¿Emma? — contestó el teléfono.

— Celeste — algo malo pasaba, nunca en su corta vida me llama Celeste si nos por algo grave —. Tenemos un problema, uno muy grave.

— ¿Por qué siempre que quiero estar en santa paz pasa algo que lo impide? — escuché como suspiro pesadamente y juro que podría adivinar que en ese momento rodaba los ojos.

— No lo sé, pero tienes que venir ya.

— Haré lo que pueda, recuerda es día nublado y finjo estar enferma todo el día, así que es posible que me tarde un poco.