Entre el fin del mundo y tu voz.

I - Tenemos que detener a Eren.

¡Hola! Este es mi primer fic Rivamika, hace mucho que no escribía, y este ship me devolvió las ganas de hacerlo, es que es, simplemente hermoso.

ATENCIÓN.

Esta historia está apegada al manga, por lo tanto contiene muchos spoilers, si aún no has leído el manga, lo mejor es que no lo leas. :3

Esta historia estaba pensada desde la salida del capítulo 137 del manga, pero por motivos de tiempo y pereza no lo concluí cuando quise. De todas formas, quería publicarlo antes del final oficial.

Otra cosa, intenté hacer que fuese entendible aún para las personas que no han leído el manga, y espero haberlo conseguido, a veces me cuesta un poco expresar mis ideas sobre algo que ya existe.

La historia está escrita en su mayoría en primera persona, normalmente me manejo en tercera, pero en esta historia quería que Mikasa contara su perspectiva. De todas formas, señalaré cuando haya un cambio de narración, y si es que se me ha ido alguno sin querer, pido disculpas. Así como por las posibles faltas de ortografía.

Esta historia consta de 5 capítulos, que serán liberados poco a poco. Ya toda la historia está escrita.

Espero les guste tanto como a mí me gustó escribirlo.

¡Que lo disfruten!

Corre vid- fanfic. Xd.

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-¿Por qué...? ¿¡Por qué Zeke está aquí!? No hay forma de que el capitán Levi lo liberara...- Murmuró Jean mirando hacia el suelo, lo meditó unos segundos, al igual que yo, ¿qué demonios había pasado? -Oye...- Jean volvió su mirada a Yelena, mientras esta parecía sonreír. -¿Qué les pasó al capitán y a Hange?- Yelena soltó un suspiro, y esbozando una sonrisa subió su mano hacia su rostro para rascarse parte de la mejilla ladeando un poco la cabeza.

-Parece obvio que fueron derrotados por Zeke, él apareció en el momento preciso, tal y como prometió.- Esas palabras me descolocaron. ¿El capitán estaba muerto? ¿Qué había pasado con Hange? ¿Qué demonios estaba sucediendo? En aquel momento mi cabeza dolió un poco, pequeños flashes de un rostro que no conseguía reconocer vinieron a mi mente, y una risa profunda y suave se hizo presente por varios segundos, "Estás borracha, Ackerman." ¿de quién era aquella voz? ¿Por qué tenía estos recuerdos? ¿Y por qué lo estaba viendo ahora?

-¡Eso es ridículo!- Fueron las palabras de un Connie incrédulo, todos estábamos en shock al escucharlo, Armin nos miró serio tomando la palabra.

-Puede que esté mal... Pero ahora sólo nos queda unirnos a la facción Jeager para ayudar a que Eren y Zeke salven el mundo... Es lo único que podemos hacer.- Armin suspiró, y de repente Yelena le echó una mirada extraña, un poco perturbadora a decir verdad.

-Sí, ayuden a Zeke... Por favor- Dijo lo último con una sonrisa que hasta se vio algo macabra, todos nos miramos resignados, parecía que no había nada más que realmente pudiésemos hacer, ¿qué estás haciendo Eren?

Una vez listos, salimos de allí, decidí dejar mi bufanda en una estantería, no podía seguirla llevando ahora mismo, todos los sucesos recientes me tenían completamente confundida, ya no sabía quién era, o quien era Eren. Sentía que toda mi vida se desmorona a pedazos. -Eren... Tú me diste esa bufanda, prometiste que me la pondrías siempre...- solté un suspiro abrazando la prenda, antes de dejarla en aquel cajón, no podía detenerme, no podía dejar que nada me detenga. No ahora. "¿Se imagina cómo sería un hijo de usted y yo? Probablemente sería un niño muy fuerte." reconocí mi propia voz, algo cansada en aquel recuerdo. ¿Un hijo? Era cierto que había pensado en tener una familia alguna vez... Pero... Esos sueños estaban en el pasado. Me recosté contra la pared mientras me sobaba la cabeza que me dolía, ¿por qué ahora estos recuerdos me buscaban? "Ya duérmete, no pienses en tonterías." De nuevo aquella voz gruesa, por la actitud, casi podría decir de quien se trataba. Pero... No, eso era imposible. Solo estaba imaginando cosas... Él... No, simplemente no. Sacudí mi cabeza sacando todo eso de mis pensamientos, y salí de la habitación para encontrarme con los demás.