II - La canción del Capitán.

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Al siguiente día, el plan salió tal y como planeamos, o al menos... eso creímos. Fuimos hacia el bosque a escondernos, estábamos lejos del muro maría, y cerca del puerto.

Nos habíamos reunido todos alrededor de una hoguera, era tan extraño estar ahí con ellos, con la gente que habíamos intentado matar. Nadie decía nada mientras Hange cocinaba algo, olía bien, pero el ambiente era tan pesado que no dejaba que me concentrase en la comida, mi vista se dirigió a Levi que estaba acostado en aquella carreta, parecía dormir tranquilo. Recuerdo que cuando lo vi una sensación de alivio me llenó. Aquello me hizo sentir miedo, solo había sentido aquello con dos personas en mi vida... Eren, y Armin. Solté un suspiro, debía dejar de hacerme historias en la cabeza.
"A mi me gustas tú." Aunque esos recuerdos no conseguían salir de mi cabeza. Especialmente aquella frase. Realmente no me había puesto a pensar en eso, ¿me gustaba alguien? Sí... Durante un tiempo quería a Eren... Pero... Eren jamás me quizo, o al menos eso fue lo que me demostró. Siempre me trató mal, nunca valoró nada de lo que hacía por el. Y aunque no lo parecía... Sí me dolían sus palabras. Cuando me dijo que me odiaba, creí que toda la esperanza de recuperar a mi hermano estaba perdida, sin embargo aquí estoy... En un grupo que arma un plan para detenerlo... Y muy dentro de mí, estoy esperando que no tengamos que matarlo... No sé si sería capaz. «Lo siento, Karla... No, no puedo volver a pensar aquello... Voy a proteger a Eren siempre... Te lo prometí.» Pensé mirando al cielo, ¿ella estaría ahí? Solté un suspiro, mis pensamientos iniciales habían terminado derivando en otra cosa, me recosté contra un árbol y crucé mis brazos mientras escuchaba a Hange suspirar sonoramente.

-¿Nadie piensa darme una mano aquí? Dejen de mirarse mal entre ustedes, por favor...- Hange habló por fin, ella también sentía el ambiente pesado, yo solo miré hacia otro lugar, no me interesaba relacionarme con los guerreros de Marley.

-Estuvimos a nada de evitar que Eren y Zeke hicieran contacto... si tan solo no hubieran intervenido...- Magath habló -De todas formas, Eren va a convertir esta isla en un paraíso para ustedes, ¿por qué cambiar de parecer ahora?- apreté los puños, nosotros nunca supimos el plan real de Eren... Nadie lo sabía.

-Tal y cómo se lo expliqué señor General... no deseamos un genocidio... de hacerlo no estaríamos aquí.- El hombre bajó la cabeza incrédulo, lo miré entonces, parecía que iba a soltar alguna sandez que desataría una pelea, y realmente... No me equivoqué.

-En otras palabras, ¿desarrollaron un sentido de la justicia?- eso fue suficiente para que Jean se enojara y diera un paso hacia él.

-¿Tú nos hablas de justicia? ¿¡Tú!?- Jean señaló al hombre con el dedo, su tono de voz creció. -Vivimos amenazados por los tirantes que ustedes envían. ¿Y nosotros somos los malos? ¡Nosotros solo luchamos desesperadamente porque queremos sobrevivir!- Sentía el enojo de Jean, realmente todo esto era un desastre, ¿colaborar con nuestros enemigos? Yo había visto el terror de los titanes muchísimas veces desde que era una niña... Ellos no entendían nada. No sabían nada... Solo se quejaban de algo que ni siquiera habían vivido ellos.

-Ustedes son unos demonios, y este es el resultado que han obtenido por pelear desesperadamente. ¿O me equivoco?- Eso enervó más a Jean.

-Un momento... para empezar, si Eren no habría visto cómo devoraban a su madre debido a la caída de las murallas, esto no habría pasado. ¡Ustedes empezaron esto!- tomé mi cabeza al escucharla, él tenía razón, el recuerdo de Karla me hizo estremecer, tenía que cumplir mi promesa, abracé mi abdomen para sentir la bufanda que estaba allí, necesitaba calmarme un poco.

-¿Quieres hablar de historia? Marley sufrió más por Eldia.- Jean soltó una risa sarcástica, solté un suspiro.

-¿Alguna ha estado usted frente a un titán puro? ¿Le ha visto comerse a sus amigos? Usted, hablo de usted... No de sus antepasados.- Magath apretó el puño, no parecía que entendía lo que estaba diciendo, aunque estoy segura de que había visto a sus guerreros comerse a sus antecesores, eso no se comparaba, era algo consensuado. -Nosotros lo vivimos desde que fuimos niños. Eren vio a un titán devorar a su madre frente a él, yo vi a cientos de camaradas ser devorados por titanes. Mis compañeros de aquí igual. ¿Sabe cuanto duele no ser capaz ni siquiera de hacerle un entierro digno a un amigo, porque no es capaz ni de encontrar un dedo de él?- todos se quedaron en silencio, solo suspiré y miré hacia otro sitio.

Entre el fin del mundo y tu voz. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora