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Si había algo que Qian Kun amaba era mantener la mente en paz, siempre había sido de esa manera, desde la escuela hasta la actualidad, solía acabar las tareas antes que todos y adelantar los pendientes de la casa con tal de no tener que preocuparse de nada. Kun también había aprendido a ser cauteloso y pensaba cada paso que daba para no verse metido en algún contratiempo y tener que cambiar sus planes, porque si, Kun odiaba cambiar de planes.

Algunas personas decían que era un obsesivo, pero tener planeado todo no lo hacía un loco, solo trataba de mantener un equilibrio, mantener su vida en calma, no obstante, a pesar de de eso no podía evitar que ciertas cosas se antepusieran en su camino. Al final lograba resolverlo, pero cuando esas cosas dejaron de ser objetos o tiempo y en su lugar se convirtieron en un alguien, no supo exactamente cómo afrontarlo.

No iba mentir y decir que él era la heterosexualidad hecha persona, pero por varios meses había llegado a pesar que el amor de su vida era una chica, su futuro había comenzado a construirse al lado de un par de pestañas onduladas y un cabello rojo brillante, Joohyun era hermosa y a pesar de que era mayor que él — Cosa que ni siquiera era evidente — y sus padres no estuvieran de acuerdo, Kun estaba seguro de que su futuro estaba con ella o al menos lo estuvo hasta esa noche en la que se encontró con uno de sus alumnos a la mitad de una cena con su novia, su alumno, el ya conocido Chittaphon.

Cuando lo vió acercarse hasta donde estaba recordó la primera vez que lo había visto, sinceramente no había pensado nada más allá de que era un chico apuesto como todos los demás, pero en aquella noche, iluminado con la tenue luz natural del astro en el cielo, un traje negro hecho a la medida y su cabello ligeramente peinado hacia la izquierda, algo dentro de él se movió.

La mayor parte del tiempo Chittaphon mantenía una mirada dulce, casi ingenua, pero a la vez muy viva e interesante y eso hacia que de algún modo mantuviera su atención en él. Kun era observador, pero podía jurar que aquella noche su impresión hacia el chico había cambiado, si tenía que confesarlo debía decir que estaba completamente consiente del ligero enamoramiento del menor hacia él y si alguna vez en su mente se había cruzado la idea de frenar aquellos sentimientos, sus acciones se veían de nuevo detenidas por un "Se olvidará de ello pronto", pero parecía que entre más tiempo pasaba se hacía más intenso, así que lo ignoró o al menos eso pensaba que había hecho.

Si Kun volvía a dejar fluir su sinceridad, también tenía que admitir que después de ese encuentro no había podido dejar de pensar en lo elegante y hermoso que era el chico. Habían pasado cerca de tres semanas y toda su atención se había fijado en él, en su definido cuerpo y en la avergonzada, pero coqueta sonrisa que siempre le dirigía.

Chittaphon era un poco torpe, pero siempre encontraba la manera de conseguir tiempo extra con él, se ofrecía para cualquier cosa, desde las más insignificativas hasta las más complicadas, siempre intentaba acercarse. Entonces comenzó a preguntarse el ¿cómo podría ignorar ahora aquella información? cuando miraba el cuerpo de su novia en un vestido negro ajustado y en su mente no hacía otra cosa más que compararlo con la imagen de Chittaphon en cualquier escenario.

La culpa comenzó a instalarse en su interior cuando sus pensamientos dejaron de limitarse a pequeñas comparaciones y en su lugar las dudas comenzaron a ahogarlo, ¿Joohyun era la mujer correcta para él, él era el hombre correcto para ella? ¿Realmente tener un futuro con Joohyun era lo que quería? La respuesta a sus preguntas era un "Si", pero cuando el reloj marcaba las cinco de la tarde y Chittaphon cruzaba por la puerta del salón caminando hasta su lugar y agitaba animadamente su mano hacía él, se sentía amenazado, no estaba seguro del por qué, pero lo odiaba.

Odiaba la belleza de su rostro y la energía que le trasmitía en cada sonrisa, como si en cada coqueto parpadeo le estuviera advirtiendo que sus planes a él le importaban un comino y que de alguna forma encontraría la forma de meterse en su piel hasta llegar a su corazón.

Tal vez ya lo estaba consiguiendo, tal vez cuando Chittaphon había ido a su oficina en el último día del semestre y se acercó a él hasta cruzar la línea roja invisible que los dividía y dejó la impresión de sus suaves labios en su mejilla fue la fuerte declaración de que todo aquello apenas iba iniciando y Kun ni siquiera había tenido la fuerza para respirar.

"Gracias por su esfuerzo." Había susurrado el menor con un ligero rubor en las mejilla antes de desaparecer por la puerta.

Realmente lo odiaba.

Gracias por leer c:
También quería preguntarles si les gusta el Tenyang, bueno si es así manténganse antentos/as en estas semanas en mi perfil jajaja

When I Kissed The Teacher • KunTen / Ten x KunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora