MELODIAS DE AMOR Y TRAICIÓN © ANÁNKE #3 YOONMIN

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Kim se encontraba de rodillas frente a el hermano del emperador, quien mantenía con firmeza una katana contra la nivea piel de su cuello, los felinos ojos característicos de los regentes Min resaltan ante sus delicadas facciones, claramente tensionadas al no conseguir la anhelada información.

El geiko sintió sus ojos ligeramente llorosos, ante el tirón de cabello que recibió por el mayor, — como le dije antes general Min, yo no se nada —

Después de esas palabras, una risa sarcástica salió de los labios del pálido, quien todo el pergamino ensangrentado, tirándolo frente al chico, — a ver si tu única neurona funciona y logras entender que no estoy jugando —

Menciono de forma burlesca el mayor, el geiko tomo el pergamino, con algo de asco, ante las notorias manchas de lo que probablemente no mermelada, relamiendo sus labios, sintiendo que su voz saldría entrecortada ante el nerviosismo.

Estimado Jin, me place informarle que su encomienda llego a manos del emperador, quien disfruta gratamente de su nueva adquisición. Cuidando minuciosamente de esta, ya que desea conservarla por un tiempo indefinido. También deseamos agradecer por la velada que brindo a nuestros amigos y que bien sabe es confidencial y deberá permanecer así, los oficiales encargados entregaran su recompensa por esplendida labor y los buenos deseos de que su casa de té prospere aun más.
Atte: J. H.Seok.

SeokJin leyó todo con atención, notando la astucia del del general Jung había logrado burla probablemente al general Min.

— ¿cuales amigos?, porque la encomienda, estoy seguro que es ese maiko molesto que no se despega de él...— pregunto el pelinegro, haciendo más presión con la katana sobre el cuello del castaño.

El geiko lo miro con seriedad, — ya no es un simple maiko, deberías referirte con respeto al geiko personal de tu emperador — exclamó con una sonrisa triunfante, la cual fue desdibujada de sus labios, cuando el general le dio un golpe cerrado en su mejilla, haciéndolo escupir sangre.

— el dia que yo admita que mi hermano menor es mi emperador, será el dia que me muera, antes solo es un simple imbecil ocupando mi lugar — respondió con enojo, tirando con más fuerza de los castaños cabellos del geiko.

— se muy bien que se reunieron aquí, ¿con quienes se reunió YoonGi?... y no querrás que lo averigüe por las malas, se que necesitaras mantener tu bonita cara a salvo, nadie quiere a un geiko feo y sin gracia, ¿o si? — pregunto Min tensionando su mandíbula, en busca de respuestas, sin una pizca de misericordia en sus ojos.

— ¿quieres ver morir a más de tus amados maikos que te pagan las cuentas?... te hieras a banca rota y nadie volverá a venir a tu miserables casita de té, así que, ¡habla de una jodida vez! — las últimas palabras las grito, tirando de su cabello, rozando el filo de la katana por su cuello.

— yo... no deseo ver más muertes —  aseguro en un quejido, al sentir como ligeramente la sangre se deslizaba sobre su piel hasta el kimono.

— Entonces habla ahora mismo, sino deseas morir aquí mismo — exclamó con furia el pelinegro, haciendo que el castaño bajara su mirada, sintiendo sus ojitos llorosos y  como su respiración se hacia más pesada.

— El emperador Min viejo hace unas semanas con, el señor Jeon, el general Jung y con el emperador Kim — escondido en un susurro.

— ¿el emperador Kim? — cuestiono incredulo el general Min, mirando al geiko, quien asintió con rapidez, sintiéndose derrotado y completamente un traidor para su nación.

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Segunda actualización seguida, nice.