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Cerré la puerta y volví a la sala, lo único que dividía la habitación de la sala era la puerta, todo el apartamento era pequeño, solo tenía una habitación pero solo era para mi así que apenas estaba bien

Me volví a sentar al sofá y me quedé ahí, pero aún no podía dormir así que me acerque a la ventana, abrí levemente la cortina viendo la calle de afuera

Alguno que otro carro pasaba, más que todo algún taxi, alguna que otra persona borracha por ahí, así es New York, al menos una parte, yo estaba en medio de los barrios bajos y el lado normal donde todos los días hay fiestas y diversión, también muerte y sangre

Pero eso ya es algo normal, cosa de todos los días. Me senté a la orilla de la ventana e incline mi cabeza hacia atrás cerrando los ojos mientras disfrutaba de la música que hacía un chico con una trompeta en uno de los edificios del lado de los barrios bajos

Todas las noches le gustaba hacerlo, aún siendo de tarde le gustaba practicar y lo hacía muy bien bastante bien, tocaba acompañado de la música de las fiestas y no tenía que abrir los ojos para saber que una chica del edifico de enfrente, estaba en su balcón escuchándolo y viendolo

Él de los barrios bajos, Moreno y músico callejero, trabajor desde niño y fuerte de corazón, ella toda una dama en ascenso, castaña de ojos azules, blanca como la porcelana, fina y de los barrios más altos

Ambos de lugares distintos, unidos por el mismo sentimiento, pero separados por la gran pared social, esa estúpida pared en la cual me encuentro en el medio de esta, mi edificio está en medio de ambos lados, y me deja observar perfectamente la injusticia del mundo

Sin embargo, no podemos quejarnos de las injusticias del mundo, no lograríamos nada con eso más que revueltas logrando poner de cabeza al sistema que nos controla como humanos, como criaturas y como seres de esta tierra

Pero lograrían pararnos y volvernos a meternos en su sistema. Así de fácil sería todo, así que

¿para quejarnos?
¿para que intentarlo?

Si la injusticia jamás se acabará

Y mientras veía a esa chica en el balcón, soñando con algún día poder cruzarse con ese chico de la trompeta recordé a Aylem, sus ojos azules me recordaron a los de ella, aunque Aylem tenía ojos un poco más claros pero igual de brillantes

Ella es solo una niña, y ya había sufrido dos injusticias en su vida a su corta edad

Primero, la pérdida de sus padres biológicos, no sé la razón del porqué o como, pero me imagino que los Cazadores son los responsables de eso

¿quién más sino?

Y sin embargo, aún teniendo el apoyo de sus padres adoptivos, también tuvo que perderlos a manos de esos cazadores crueles que son quienes crean esas injusticias para nosotros los lobos, siempre fue y será así

Y mientras pensaba en ella me recordó a mi, como dije antes cuando mi padre murió no quería hablar con nadie, no quería nada más que estar solo y desear que no hubiera pasado, porque así como ella vio como mataban a sus padres, yo vi los míos morir también

Se lo duro que es perder a un padre

¿pero a ambos juntos?

Y el mismo día, que sería para menos que esté sufriendo bastante ahora

Es solo una niña, no tiene la culpa de lo que ellos hacen con nosotros porque nos acusan de animales, salvajes, crueles, asesinos, mounstros, de todo

Yo por lo menos tenía a Laura y cuando se fue, ya estaba grande y podía sobrevivir solo, pero ella no tiene la misma suerte que yo, no tiene hermanos, Primos, tíos, nada de nada

Según la última carta de sus padres, me tiene a mi, ellos confiaron en mi por alguna razón para cuidar de ella, protegerla de esos cazadores hasta que ella pueda hacerlo sola y a como la veo, ella no tiene iniciativa de aprender

Así que esto será más difícil de lo que podría creer, no tengo a nadie más tampoco que me ayude, que me aconseje al menos, con el único que podría hablar es con mi jefe, él también es hombre lobo así que entenderá

Y al menos podría decirme que hacer, pero eso tendrá que esperar a mañana, por ahora solo puedo quedarme aquí a vigilar






Y saliendo de mi mente un momento, todo seguía silencioso en la habitación así que me volví a levantar y por última vez abrí la puerta de la habitación sin hacer ruido para no asustarla o algo así

Pero ella ya estaba dormida, la abrí más y entre, me agache a un lado de la cama y quite un mechón de su cara, sus mejillas tenían caminos de lágrimas que se iban secando con él aire

Sus ojos se veían algo inchados aún estando cerrados, su cara se veía tranquila pero yo sabía que su corazón no lo estaba, latía despacio y sereno pero dentro de él había angustia y dolor

Me puse a limpiar lo húmedo de sus mejillas con mi pulgar y ella abrió sus ojos, aún con la poca luz que entraba a la habitación a travez de la ventana, podía ver sus ojos brillantes y vidriosos a la vez

Deje de mover mi dedo pero ella no se quito, ella no hizo nada más que verme, analizar toda mi cara pero siempre terminará viendo mis ojos

-perdón si te desperté o te molesta que lo haga, quería ver si estabas bien -dije y me ve - ¿necesitas algo? -asiente - ¿qué quieres?, ¿agua? -asiente -bien, iré por agua quedate aquí -me levanto

Salí a la cocina, tome un vaso y lo llene a la mitad de agua, luego volví a la habitación y ella ya estaba sentada sobre la cama, le di el vaso y ella empezó a tomarlo de forma rápida

-despacio que ahogaras -dije y ella toma más lento - ¿tienes hambre? -niega -de acuerdo, terminala para que vuelvas a dormir -dije

Ella terminó el agua y me dio el vaso, lo puse en la mesa de al lado y ella se acostó, le puse la cobija encima, me iba a ir pero ella tomó mi brazo así que me detuve

-¿sucede algo? -la veo

Ella ve a un lado y luego a mi, seguí su mirada y señala un pequeño sofá que tenía ahí mismo y luego la ví a ella

-¿quieres qué me quede? -asiente -¿segura? -asiente de nuevo -bien -aceptó

Me senté en el sofá que daba a la cama y la quedé viendo, ambos los veíamos pero ella volteo a ver la ventana y quedó viendo hacia afuera al final

My Life Whit YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora