Quisiera Ser Lee Félix - Chanjin.

09 «Mi refugio eres tú»

"estuve mucho tiempo en el hospital, las heridas eran graves, el daño casi irreparable y solo sigo pensando en ti como un tonto"

El día en el que volvería a la escuela llego más rápido de lo que quería. Su cuerpo ya había sanado en gran parte, solo quedaba la secuela de dolor y un trauma aún más grande.

Al parecer la escuela lo recibió con los brazos abiertos, para darle un puñal por la espalda. Quizá todos se habían alimentado un chisme hacia él. Ya no importaba, solamente caminaba como el perdedor que era por el pasillo mientras era visto por aquellos que querían molestarlo.

"Parezco un muerto en vida, nunca tuve lo que quería, ahora menos podré detener todo esto que he causado solo por escribir en un absurdo diario. No era su problema, pero terminó siendolo".

— Hey, ¿Por que sigues viendo a Christopher?, Veme a mí, soy mucho más guapo y dispuesto a muchas cosas más. — un extraño se apareció en su campo visual, con una expresión extraña mientras movía la cejas rápidamente y con una sonrisa agobiante. Era obvia su intención de burla.

Simplemente bajo la mirada hacia el piso y siguió su camino hasta los baños. Era su nuevo escondite, un poco húmedo y maloliente pero era seguro. Nadie lo molestaba allí adentro, nadie quería aprovecharse del él y mucho menos golpearlo.

Se sentó en la tapa de inodoro mientras se percató de que la puerta estaba con seguro.

Lloró. Las lágrimas salían por si solas. Se vio así mismo atrapado en un limbo que nunca pensó estar. Era la burla de toda una escuela, era la desgracia para sus padres y para él, solo una tortura diaria.

Abrazo sus piernas, escondiendo la cabeza entre ellas y mordiendo sus labios para evitar soltar sollozos demasiado altos.

"Mi vida se volvió una completa mierda"

No tuvo control de sus actos, lo que menos hacía era pensar. Hundirse en pensamientos lo volvía loco, más de lo que parecía estar. Cada vez que estaba en ese estado lo único que podía ejercer es buscar una manera de escapar de todo eso que estaba viviendo. No lo merecía, o quizás si. Nunca debió enamorarse de alguien indebido.

Abrió su bolso, buscando con desesperación y su rostro empapado de lágrimas, la tijera. Cuando por fin dio con el objeto filoso, lo observó por unos segundos.

"¿Estaba seguro de hacerlo?, Parecía de estar convencido, por fin podría estar en paz, aunque sonará muy cobarde."

Cerró los ojos, se sentía tan idiota, que cuando estaba a punto de hacer el primer corte su fuerza falló. Sus manos temblaban demasiado, al igual que todo su cuerpo, se sentía frío y en el aire. Pero cuando volvió a recuperar el aliento, la puerta del baño fue tocada.

Lo ignoró. Seguramente era Yeonjun o alguna persona que quisiera joderlo.

Toc toc.

"Déjenme"

Toc toc

"El lobo vino a comerme y no le permitiría el paso"

Toc toc

Tanta insistencia le desesperó. Pero aún así, no se inmutó a abrir la puerta.

"Hasta que supe que eras tú"

— ¡Hyunjin!. — gritaron desde el otro lado de la puerta.

Sus ojos se abrieron de par en par cuando la voz de Christopher resonó en sus oídos. Se estremeció en su lugar y se resigno a abrir. No quería verlo, mucho menos en ese estado tan lamentable.