Undici

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Lily volvió a entrar al viñedo en silencio, dispuesta a esperar que el trio llegara. Sin avisar y sin importarle lo que le dijeran subió a la habitación de Trish. Abrió la puerta sin avisar y miró a la sorprendida pelirosada.

Trish ya la había notado la primera vez cuando Pericolo les confió su seguridad, desde el principio estuvo muy confusa sobre porque había una niña en una pandilla pero termino por pensar que tal vez era la hermana de alguno de ellos.

Lily sin timidez ni miedo se sentó en la cama, mirándola. Trish también la observo, algo incomoda. Ninguna de las dos dijo una palabra.

—Trish... —pronunció Lily de repente llamando su atención— Soy Lily —se presentó.

La ojiverde asintió todavía sin salir de su estupor. 

—Puedes hablar, ¿sabes? No muerdo y tampoco sigo las ordenes del jefe —continuo la pequeña al ver que Trish no decía nada.

—Entonces...¿Qué haces en la pandilla? —pregunto Trish sin comprender.

—Soy la hermana menor adoptiva de Bucciarati.

Poco a poco se fue armando una conversación, lo cual era impresionante comparando la diferencia de edad entre las muchachas. Aunque la edad mental de Lily era algo a tener en cuenta.

Luego de aproximadamente dos horas, el trío volvió, el único consciente de los tres era Giorno. A penas el vehículo aparco en el viñedo Lily corrió escaleras abajo, salió del viñedo y se acerco al vehículo. Al momento Giorno salía del asiento del conductor. Lily miró el asiento vacío del copiloto y se preocupo. 

Giorno, sintiendo su preocupación dijo:

—Están inconscientes en los asientos traseros —la pequeña dio un suspiro de alivio.

El ojiverde rubio miró a la pequeña por unos momentos, las dudas resonando en su mente, pero en cuanto ella lo miró a los ojos de regreso sus pensamientos se esfumaron. Pronto los demás salieron a recibir a Giorno y los demás.

Giorno y Bucciarati se sentaron a discutir sentados en la mesa mientras que Mista y Narancia volvían a holgazanear juntos. En cuanto a Lily, la pequeña volvió al cuarto de Trish sin que nadie la notara.

Con respecto a lo que Giorno y Bruno discutían

—Bucciarati, tengo una sospecha pero antes necesito saber... ¿Lily tiene un Stand? —la pregunta y la seriedad de Giorno sorprendieron a Bruno.

—No que yo este enterado. No ha dado señales de poseer un Stand —respondió Bruno pensativo.

—Cuando Mista y yo perseguimos al enemigo en Capri, Lily mantuvo contacto con el Stand de Mista, Número 5. No mostró ningún tipo de sorpresa —confeso Giorno—. Y no solo eso. Hoy, antes de irnos a la misión nos entrego unas llaves, pensamos que solo eran llaves normales pero no lo son. 

—¿A que te refieres? —el ojiazul junto sus manos y coloco su mentón sobre ellas.

—Noté algo en Fugo y Abbacchio. Las llaves los sanaban lentamente. La mía también ha de hacer lo mismo, pero lo que hizo la mayoría del tiempo fue guiarme o darme pistas —Bruno escucho atentamente—. Esto me hace sospechar que Lily sea una usuaria de Stand. Si mi suposición es cierta su Stand es del tipo sanador.

Lo que no sabían era que los sirvientes y acompañantes de dicha niña los observaban y escuchaban desde los rincones mas oscuros de la habitación, informándole por conexión telepática de cada palabra que salía de los labios de ambos hombres. 

Lily no dio señal de reconocimiento al saber de esto, estaba al tanto de que de una u otra forma reconocerían que ella podía o no tener un Stand. 

—No solo eso —agregó otra voz.

Tanto Bruno, Giorno y las sombras voltearon a ver al dueño de la voz. 

—¡Fugo!

—¡Estas despierto!

—La llave no solo puede sanar, sino protegernos —el ojiazul y el ojiverde lo miraron expectantes—. Cuando estuve dentro del espejo me enfrente al enemigo, cuando este iba a matarme la gema de la llave brilló y una clase de barrera o escudo se formo a mi alrededor, protegiéndome.

Lily que estaba aún en la habitación de Trish, sonrió repentinamente, fue una sonrisa pequeña pero aún así se hizo notar. La pequeña estaba feliz de saber que apreciaban lo que hacia por ellos. 

***

Pocos minutos después, mientras Trish y Lily conversaban Bruno entro sin avisar en la habitación. Fijo la mirada en la pelirosa.

—Ya es hora de irnos. Prepárate.

Lily sabiendo que Trish no respondería, hablo en voz alta sentada en la cama.

—Por fin, ya me estaba aburriendo —su cara coincidía con su sentencia. Bruno se sorprendió al verla allí.

—Te estaba buscando —dijo como regañándola. 

La pequeña castaña se bajo de la cama con una expresión de aburrimiento.

—Estaba aburrida y como Trish es la única mujer de la pandilla vine a pasar el rato con ella.

El ojiazul lo entendió y no tenía nada de lo que quejarse. Lily era una niña y necesitaba de al menos una figura femenina al crecer, sobre todo ahora que estaba en una pandilla y todos eran hombres. Incluso él se preocupaba de que Lily tuviera a una mujer cerca, sería incomodo para él y los demás tener que enseñarle cosas de señoritas siendo hombres.

Solo pensar en ello lo avergonzaba y ponía sus mejillas rosadas.

El azabache salió de su estupor y salió de la habitación. En cuanto este salió Lily volteo a ver a Trish.

—No te preocupes por su actitud. Tal vez te resulte frío al principio pero ya verás que poco a poco se ira abriendo —le regalo una sonrisa.

La ojiverde le devolvió la sonrisa antes de levantarse e ir al baño. Luego de que ambas muchachas se prepararan salieron juntas de la habitación, cuando salieron afuera los demás las esperaban, las puertas del vehículo abiertas para que subieran. La menor subió primero y se sentó, Mista iba a sentarse a su lado pero ella le dio una patada en los cuartos traseros que lo hizo caer de cara al piso, luego miró a Trish con ojos de cachorro feliz y palmeo el asiento a su lado.

Trish muy divertida se sentó a un lado de la castaña, que le sonrió abiertamente. Toda la pandilla miró a la pequeña con los ojos bien abiertos. Lily nunca había sonreído de esa manera ¿Las reacciones de la pandilla? Bruno casi lloraba de lo linda que era, Abbacchio se cubría la cara porque le resultaba demasiado tierna, Narancia tenía sus manos en sus mejillas mientras la miraba lleno de amor, Giorno miraba hacia otro lado con las mejillas rosadas —secretamente tenía una cámara con la cual disimuladamente le saco una foto—, Fugo la observaba incrédulo, con la boca bien abierta y las mejillas rosadas. Y Mista solo refunfuño aún tirado en el piso.

¿En general? Lily les da un infarto cada vez que la ven sonreír.


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⏰ Última actualización: Mar 31, 2021 ⏰

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