𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧 𝐢𝐬 𝐭𝐡𝐞 𝐭𝐲𝐩𝐞 𝐨𝐟 𝐝𝐚𝐝...

13. Levi cocinando

Levi es el tipo de padre que cuando sus hijos tienen hambre y su esposa no se encuentra para atender las necesidades de los mocosos, intentaría cocinar pero terminaría toda la cabaña incendiada.

...

La mujer azabache se despide de su esposo antes de subir al caballo, Hange ya se encontraba esperándola para emprender su camino hacía las montañas en busca de una recolecta de semillas para el jardín que Mikasa se propuso a crear pronto para que sus hijos puedan jugar y enseñarles a cultivar.

Sostiene la mano de Murat que ya contaba con sus ocho añitos de edad, mientras Isabel que corría emocionada para entrar al cuartel contaba con cuatro añitos de edad. El niño mantenía un semblante serio, una personalidad y físico idéntico al de su progenitor sin en cambio la azabache era una copia exacta de la azabache, su dulzura y sus ganas de conocer todo lo que le rodea le robaban por completo el corazón al pelinegro.

—Papi, tenemos hambre.

La niña azabache tira de la chaqueta de su padre llamando por completo su atención, él deja aún lado los papeles que leía para el próximo reporte. Voltea para ubicar al niño que asiente de inmediato confirmando las palabras de la menor. El sonido de la puerta siendo abierta lo alerta para acercar de inmediato a la pequeña azabache cubriéndola con sus brazos.

—¿Que quieren?—pregunta molesto el azabache.

—¡Si, están aquí!

La palabras del rubio que no intenta ocultar si quiera su emoción irrita al azabache que lanza una mirada amenazante. Después de que Armin dijo que Isabel era linda no pudo confiar ni un poco en el chico de dudosa orientación sexual conocido por trapito.

—¿Que quieren?

Repite la pregunta dirigiendo su mirar en el castaño que se muestra nervioso y le da un empujoncito al rubio frente a él.

—Quisimos pasar...a saludar. Son los hijos de Mika.

—Tks.

—¿Quienes son, papi?—pregunta la azabache confundida, buscando una respuesta por parte de el hombre que le impide dirigirse a ellos.

—El hermano de tu madre y su mejor amigo.
—responde el azabache soltándola con todo el dolor de su corazón, no quería que nadie más cargara y amara tanto a su pequeña hija.

No dudan ni un segundo en tomarla entre sus brazos, el castaño la sostiene con delicadeza.

Armin centra su atención en Murat saludándolo, se encariñan al instante, el estómago de ambos niños gruñe, un ruidito que provoca sonrisas en los jóvenes que inmediatamente sugieren preparar la cena.

—¿Que es lo que quieren comer?

...

—¿No crees que deberías decirle, ya?
—pregunta la castaña, recolectando en un canasto distintas semillas junto a la azabache que dirige rápidamente su mirada en la mujer.

—No se como lo tomará, es difícil. Tenemos dos hijos, la tienda y el trabajo en la legión aún así no creo que sea suficiente para solventar los gastos que vendrán.

—Un hijo más no es nada, además tienen la difícil tarea de restablecer el clan.—sugiere Hange emocionada.

Al culminar su tarea, vuelven a sus caballos para dirigirse a el cuartel, tardan entre 10 y 15 minutos, al estar a unos cuantos metros ven el humo negro salir de la chimenea de la cafetería, eso extraña a ambas porque en el cuartel solo se encontraba la tropa 104, y ninguno de ellos sabía cocinar a excepción de Sasha Blouse que no estaba presente porque debía cazar aves para el almuerzo de el día siguiente.

Un cadete que salía de los establos se dirige a Hange para saludarla, quien le pregunta inmediatamente que sucede en la cafetería.

—Están cocinando—responde.

—¿y?

—El capitán Levi, Armin y Eren.

—Ay no—murmuran ambas bajando rápidamente del caballo.

...

—No tenías que cocinar, Ackerman.

La mujer vuelve a regañarlo una vez más, aplica la crema casera en las leves quemaduras visibles en sus manos dando suaves masajes para aliviar el dolor.

—Los mocosos tenían hambre.

Las palabras de su esposo enternecen por completo su corazón al percatarse de el infinito amor que el azabache tenía por sus hijos, no tenía limite, era incondicional, ¿es el momento adecuado para esta noticia?

—Levi—pronuncia el nombre del azabache que inmediatamente dirige su mirar a su esposa, ella aprovecha para colocar la mano masculina en su vientre, su mano libre acaricia el rostro de su marido.
—Estoy embarazada.