Capítulo 1: Quiero ir con todos.

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Algo como esto, lo que vas a leer, no es algo que hubiese querido que pase, las cosas no salen como uno lo espera, más aún si es que eres crédulo de lo que pasa en tu entorno.

El último año escolar, lugar que cierra la etapa de uno y comienza otra, muchos piensan en un viaje, un lugar al que darle lugar para atesorar y recordar como un último recuento con amigos que pasaste años en toda la escuela.

—Oye, despierta, la clase pronto acabará, aguanta un poco.

Es importante aprovechar los últimos momentos en la escuela, después de todo, luego no los verás por un buen tiempo. Aunque si mantienen contacto, es mejor que solo saludar en fechas como cumpleaños, etc.

—¿Qué? ¿Ya es hora de irnos? —Despierta Marco bostezando y estirando los brazos en el aula.

—Deberías dejar de descansar en clase, ¿no duermes en las noches? —Preguntó curioso. —¿Qué eres, un búho?

Lo miró con incomodidad, a qué se refería con relacionarlo con un búho.

—¿Ah? No, solo pensaba a dónde podría con mis padres al culminar las clases, un lugar al que valga la pena ir y regresar con muchos recuerdos para decírselo a todos al volver. —Decía riéndose maliciosamente.

—¿No irás con nosotros?

—Supongo que no, aunque si no encuentro un lugar, podría ir al mismo lugar que vaya la promoción, pero con la familia en otro vuelo.

Terminaron las clases, faltaba unos pocos días para que acabe la semana y vayan al viaje de promoción a una isla a disfrutar de las playas y hacer muchos recuerdos.

—Marco, ¿Qué harás después de clases?

—Poco o nada, ir a casa a ver lugares turísticos o ver series, ¿por qué? —Responde con calma.

—Pensaba que irías con los chicos a jugar fútbol o a la consola, pero qué se le va a hacer, el señorito anda ocupado. —Responde despreocupado.

—Ah, está bien, luego voy a extrañar sus tonterías cuando no los vea.

Aquella tarde jugaron más de lo que pudieron recordar, fue una larga tarde llena de emociones, jugando su "mundial" era un reñido encuentro que termino en el parque sentados todos tomando agua que habían comprado para hidratarse.

—Marcos, ¿tienes novia? —Pregunto directamente Carlos mientras tomaba agua.

En ese momento Marcos no esperaba la pregunta y se atoro con su agua cuando escucho la interrogante.

—No, no tengo... aún.

Los demás se miraron unos a otros, y alguien le dice.

—¿Alguien como tú sin novia? Debes estar bromeando, veo a muchas chicas que te miran con unos ojos llenos de ilusión, acaso... ¿No me digas que tú...? —Termina lo que dice con algo de intriga cargada de nervios.

—No, no es eso, es solo que luego de acabar la escuela no sé si la veré, además que al parecer mis padres se mudaran, no querría causarle daño.

Suspiros se escucharon en el ambiente.

—Bueno, espero que cuando nos reencontremos estén en compañía, no me decepciones. —Dijo riendo mientras se levantaba para irse junto a los demás.

En ese momento cuando se iban, Steve le dice.

—Lo que no saben es que este cachorro anda enamorado de una chica al cual no ha podido olvidar de la primaria. —Dice riéndose silenciosamente mientras lo mira.

—¡Oye! Eso es secreto, cómo... Oh, maldición.

El día se acabó, tenía que empezar a prepararse para el viaje, después de todo va a ser un viaje largo para la familia, a sus amigos no los verá, pero habrá tiempo para que pueda reunirse con ellos y compartir sus experiencias como también presumirlas.

Los días se acercaban, Marcos solo tenía altas expectativas.

Marco les pidió a sus padres que vayan al mismo lugar al que irían sus compañeros, para que la pasasen todos juntos por última vez, porque después de ello, no sabría cuándo los volvería a ver.

Fue una sorpresa de él para sus amigos, no dijo nada mas solo dijo que iría a una isla.

—También iremos a una, ¿Acaso es la misma? —Pregunto Carlos curioso. —Pero lo dudo, hubiese sido bueno que vinieses con nosotros, pero si no puedes, se entiende, ojalá no nos ausentemos como amigos mucho tiempo, aunque ya sabes, siempre podremos estar comunicados.

Sí —dijo sonriendo. —Espero que cuando nos reencontremos no sea una sorpresa para todos lo mucho que hemos cambiado.

Bueno, nos vemos chicos, los veo en la escuela el lunes por la mañana para ir todos juntos. —Dijo Carlos antes de irse a casa.

Ese día, Marcos quería decirle a su amigo y los demás presentes antes que se despidieran que él también iría, pero con sus padres y que allá los vería.

—El día no ha acabado y tampoco he terminado de alistar mis maletas para el viaje, seguro que se llevarán una sorpresa cuando me vean en la isla.

Llegando a casa.

—¡Mamá, estoy en casa! —Grito desde el primer piso.

Subió a su habitación y empezó a preparar todo, como libros ropa para entrar a la playa, entre muchas otras cosas y la más importante para él, una cámara, para que pueda captar en las fotos los mejores momentos del viaje, era de su padre, pero se la había regalado porque a Marcos desde pequeño admiraba a su padre cuando tomaba fotos y al llegar a casa se quedaba fascinado con las fotografías que tenía.

Así que, al tener todo listo, solo hacia falta esperar que llegase el día esperado.

Y así pasaron los días...

—Marcos, ¿Listo, hijo? —Dijo sonriendo. —Estás vacaciones serán inolvidables para ti, espero lo disfrutes al máximo.

—Sí. Es un hecho, ¿Vamos?

Y así empezó el viaje de la familia Escalante, lo que le depare el destino es un misterio, Marcos está emocionado, pero sus amigos lo están más.

Al otro lado en el colegio.

—Hubiese sido genial que Marcos viniese con nosotros —Dijo Steve desanimado .

—No vendrá, él decidió su viaje antes, pero no es como si lo viésemos por última vez, así que no hay que preocuparse, ánimo chicos, es nuestro viaje por culminar nuestros estudios académicos, así que... ¡Hagamos de este viaje, el mejor!

Y así, empezó la larga anécdota del viaje de la isla.

La realidad que sentí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora