Capítulo 2: Una dulce casualidad.

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Después de un largo viaje...

—Maldición, no pensé que el viaje sería demasiado largo —dijo mareado. —Nunca más, pensé que moriría, ¿Y es normal viajar en avión para Mamá y  Papá?

Se acerca su madre a Marcos y responde.

—Vamos cariño, no te pongas así, con más viajes te iras acostumbrando —dijo animándolo.

Luego de la mala sensación del vuelo, se hospedaron en el hotel que habían coordinado, fue Marcos el de la sorpresa.

—Es, es normal...

—Sí, así que vamos que se nos hace tarde para que explores el lugar y conozcas más —Dijo su madre sonriendo. —De paso si te da tiempo puedes ver a tus compañeros de clase y darles una sorpresa.

Luego de acomodarse en el lugar, Marcos recuperado del mareo, agarro la cámara y se apresuró a salir a conocer el lugar y tomar fotos para el recuerdo y luego presumir.

—Saldré a tomar fotos, volveré pronto, no pasara de la noche.

—Vale, no te entretengas mucho en las calles, hay tiempo para todo. ¡Con cuidado!

Marcos salió, el sol estaba resplandeciente en lo alto, por lo que tendría una larga tarde.

—Me pregunto si habrán llegado...

En ese momento sacó su celular e intentó hablar con uno de sus compañeros, Julio.

—¿Qué?

.

.

.

El día no hacía más que empezar, ese día no vería a sus amigos, porque al parecer ellos tenían planes, lo vio en los estados de su perfil de la red. No era sorpresa, pero supongo que habrá otra ocasión, después de todo, era solo el primer día.

Fue una expedición ambiciosa, él quiso tomar foto a todo lo que pasase por sus ojos, flores, casas, perros, gatos, de todo, era como si un niño fuese por primera vez a un lugar nuevo y que no quisiese olvidar, haciendo muchísimos recuerdos.

—Ah, estoy cansado, creo que volveré a casa, el atardecer comenzará pronto —Dijo agotado.

Marcos a su vez tenía ganas de probar la comida de la casa, el camino de seguro que sería agotador, había caminado mucho, así que o iba de prisa para no recibir un escarmiento o iba a su ritmo y esperar una charla de reflexión.

Optó por ir un poco acelerado, llegaría, se bañaría, cenaría e iría a dormir, eso será lo que hará una vez llegue al hotel.

Fue trotando, para no cansarse mucho, el camino no era tan largo, pero la bajada era de cuidarse, un resbalón y estaría en problemas.

Fue entonces que, en una esquina, fue un poco rápido y no vio a aquella chica que estaba caminando, él chocó con ella, ella se resbaló e iba a caerse, inmediatamente Marcos la sostuvo de la mano, y su cámara sintió el impacto de la caída por la repentina acción que hizo instintivamente.

Él la miró, ella estaba entre asustada y sorprendida.

—¡Ay! —Exclamó, con dolor.

—Perdón, yo iba de prisa y no vi...

—Fíjese por dónde camina, Joven. —Dijo incómoda. —Y, además, ¿Podrías soltarme la mano?

En ese momento Marcos se dio cuenta que estaba sosteniendo la mano de aquella chica, se ruborizo y acto seguido la soltó.

—Lo siento, yo-

—Ten cuidado para la próxima. —Dijo mientras se iba por su camino.

Marcos se quedó sin palabras, fue su culpa, pero tuvo un inesperado desenlace.

—Está chica... —Dijo suspirando mientras la veía alejándose.

Fue entonces que volvió a la realidad y en casa le esperaba unas buenas réplicas de parte su madre por llegar tarde, que la tenía preocupada, que por no conocer el lugar pensó que algo malo le hubiese pasado.

Él solo agacho la cabeza y prometió que no volvería a suceder algo similar, que tendría más cuidado y responsabilidad. Después de ello, su madre preparó la cena, estaba su madre y padre. El incidente pasó al olvido, su padre le empezó a preguntar cómo le había ido en su primero día conociendo el lugar, las fotos que habría tomado, que estaba ansioso de verlas.

A lo que Marcos con una sonrisa disimulada respondió:

—Sí, ya los verás cuando lleguemos a casa, ¿Te parece? —Dijo sin hacerse notar que algo malo había pasado.

Fue extraño para él, después de todo, todo pasa por algo, quizás esa ocasión sería el preludio de algo que él quisiera que pase, algo que intentaría.

—Buenas noches, papá, mamá.

—Que descanses, tesoro.

Se dirigió a su habitación y esa noche, no pudo dormir, no pudo encontrar el motivo del por qué sentía que debía conocerla, quizás le llamo la atención, una ilusión, nada alejado de la realidad, la luz de la luna acompañó su larga noche en la que pensó en ella, pero que a su vez le preocupaba que esto solo sería pasajero, perteneciendo a diferentes lugares muy alejados.

—Ella... me pregunto, ¿Si... la volveré a ver? —Dijo antes de quedarse dormido.

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⏰ Última actualización: May 07, 2021 ⏰

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