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POV T/N

Mi familia se mostraba destrozada, herida ante mis palabras. La furia, el enojo y todo los sentimientos negativos que existían estaban saliendo de mi cuerpo sin control alguno. Mi padre negaba la cabeza lentamente, repetía demasiadas veces que estaba siendo egoísta.

Mi madre por su parte, no me miraba a la cara; solo se limitaba a seguir de espaldas y llorar.

T/N: ¿Cómo te atreves a decirme a mi EGOÍSTA? -Grité- Me impresiona... de verdad me impresiona la ironía. Tu vida no esta en juego, ni tampoco tu carrera o entrada a la universidad.

Padre: Tus acciones son tan inmaduras, deja de quejarte. Nuestra decisión esta tomada, y aunque no te guste irás. Esto fue decisión de tu abuelo, el arregló todo esto con el fin de que tuvieras una oportunidad en un mundo como este.

T/N: Claro, porque para ustedes es más fácil aceptarlo, no soy un premio para que me regalen, tampoco soy un boleto hacia una mejor vida. -Mi garganta me ardía y mis ojos lloraban frustración y rabia.- No de esta forma, ustedes siempre supieron que yo quería irme lejos a estudiar y ser una detective. Pero no les importó!

Madre: Se acabo! -Exclamó molesta y dio un pisotón en el suelo.- Nuestra decisión esta tomada y la respetarás. Mañana te irás y no nos importa que tanto te disguste. Deja de ser tan egoísta T/N, se hará porque tu abuelo así lo quiso.

T/N: Y sigues diciéndolo! -Me tomé de los cabellos desesperadamente.- ¿Creen que estoy siendo egoísta?- Los miré incrédula de sus argumentos.- Jamás he sido egoísta, nunca. Siempre he estado aquí, dejando de lado todo lo que siempre quise hacer y todo porque nunca quise negarles nada. La única cosa que yo les pedía era que me dejarán estudiar para ser detective!

La discusión terminó después de mi comentario. Sabía que no podría negarme de todas formas, y no había manera de que me escapará de aquel tremendo destino al que me enfrentaba. Y todo parecía estar perfecto.

Subí a mi habitación y me tiré contra la almohada para gritar, rabié unos minutos más y empecé a visualizarme en mi trágico destino. La academia Makzov, ese era mi terrible destino; junto con la vida a lado de un desconocido. Entre más pensaba todo, más me hacía enojar.

A la mañana siguiente, después de arreglarme y verme "presentable", porque ante mis ojos los de mi clase jamás nos veremos decentes ante los hijos de la realeza, bajé a desayunar. Mi familia quien sorprendentemente se tomó la molestia de dirigirme la palabra después de haberme llamado egoísta ante sus propias ambiciones, me saludo de la forma más normal. Aunque por mi parte me limite a ignorarlos.

Padre: ¿Lista para tu viaje? -Mi padre me observaba detrás de su periódico, su mirada reflejaba alta felicidad.-

No respondí y me dirigí a la cocina para prepararme unos huevos revueltos con un poco de pan tostado. Mi madre solo me miraba con una sonrisa a la cual tampoco respondí y mi hermano Luca ignoraba la situación.

Madre: Ya verás que te gustará estar ahí.- Se acercó lentamente a mi para tomarme de un hombro y yo le quite la mano de forma sutil.-

T/N: Claro, porque cumplir sus ambiciones y dejar mis sueños de lado es muchísimo mejor! Porque dejar de ser egoísta es lo que debo hacer.

Sin refutar más, todos nos dispusimos a desayunar, y a las 9:00 tocaron la puerta de mi casa. Eran los guardias que me escoltarían hasta llegar a la academia.

Me dedicaron una sonrisa y le señale mis dos maletas. Ambos las subieron y minutos después me subí al coche con ellos. El transcurso fue un poco largo, pero después de 3hrs llegamos a lo que parecía ser un palacio.

Era demasiado precioso, la entrada de este tenía un jardín bastante amplió, había montonales de flores, hierbas y arboles.

Al llegar a la entrada del palacio, pude observar con detalle todo. Los colores de la estructura, tan al estilo barroco francés, colores crema y dorado pintaba la escena. Era simplemente hermoso, tanto que mis ojos no daban crédito a lo que veía.

El auto se estacionó indicando que era el momento de enfrentar mi nuevo problema, frente a mí un mayordomo me abrió la puerta del coche y me tendió la mano para que pudiera bajar, le tendí mi mano y cerró la puerta detrás mío.

-Bienvenida Señorita Foster- El hombre en cuestión me ayudo a subir los escalones en donde me esperaban una mujer y un joven, ambos mirándome.-

T/N: Gracias.- Dije pisando el último escalón y quedando de frente ante mis dos espectadores.-

La mujer por su parte sonrió con gracia y se acercó hacia mí. Era una mujer bastante guapa, cabello castaño claro casi rubio y unos ojos verdes con tonos grises.

- T/N Foster, es un honor por fin conocerte. Hemos estado esperando tu llegada desde hace unas semanas y no sabes lo emocionados que estamos de tenerte aquí con nosotros. ¿No es así Aidan?- Volteó la mirada hacia el joven que yacía de brazos cruzados en el fondo.- No seas descortés Aidan, así no debes tratar a las damas, y menos a tu prometida cariño.- El tono amable de su voz fue desapareciendo siendo remplazado por un tono de regaño.-

El joven de atrás se acercó con desgano hacia donde estábamos su madre y yo. Se veía tan molesto ante la situación, tan molesto como yo. La tez del joven era blanca, y esta hacía juego con sus ojos eran igual de grandes que los de su madre, de un color verde grisáceo.

T/N: El honor es todo mío su alteza. - Fingí un poco de gratitud ante la escena, mis ojos se desviaron nuevamente al chico, quien ahora estaba frente mío.

Aidan: Bienvenida T/N.- Su voz sonaba áspera, molesta y grosera. Al que mi reacción fue solo asentir tratando de contener mis ganas de gritarle y meterle un puñetazo en su cara debido a su forma tan arrogante de ser. Pero para su mala fortuna yo no soy rica, ni de la realeza, así que su desprecio hacia mi persona por ser de una clase social más baja que la suya me emputaba.-

Bien, hasta aquí el primer capítulo. Espero les haya gustado, este es un nuevo proyecto y honestamente siento que tengo muchas expectativas que cumplirles a ustedes. No sé si se lograrán debido a que no esperaba mucho éxito con mi otra novela. Solo espero que la apoyen tanto como a la otra, y si tienen comentarios, sugerencias yo estoy abierta a leerlas y aplicarlas.

Las amo.

EgoístaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora