VII

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Mis tacones sonaban a toda prisa y mi mente empezaba a pensar en lanzarlos al piso. Noah tomaba mi mano al paso que corría mientras seguíamos a Elisa Ledger, quien nos guiaba por todo su palacio en busca del antiguo cuarto de servicio por donde se escapaban los miembros de Royal anarchy.

¡Corran!— Exclamó Elisa, quien ya se nos había adelantado y abrió la puerta del cuarto de Servicio.— Si lograron salir por aquí se toparán con el muro, no podrán salir a menos que escalen el muró.


Ambos alcanzamos a Elisa y nos apuramos a cruzar el cuarto de servicio que daba salida hacia uno de los jardínes. Y como era de esperarse, a una distancia lejana, se veía como aquellas tres personas estaban empezando a escalar uno de los muros.

Maldita sea, ¡vamos! — Noah tiro de mi brazo y empezamos a correr intentando llegar al muro, pero para nuestra mala suerte a mitad del camino ambas personas saltaron hacia el otro lado. Perdiéndose entre el bosque.

Maldición!—Dije mientras me detenía. Noah por su parte se tiró del cabello demasiado frustrado y tiró su saco en forma de berrinche.

Malditos Bastardos, ¡LOS ENCONTRAREMOS!, ¿ME ESCUCHARON?

Lo lamento. Debimos ser más rápidos.— Elisa se nos acercó un poco apenada, y y solo pude contestarle con una negación de cabeza silenciosa. Sabía que ella no tenía la culpa.

Algunas Horas Antes

—Te ves decente, Foster.— Aidan me estaba esperando al final de la escalera luciendo un traje color negro y un pañuelo rosado que hacia juego con su moño y mi vestido.

Tu te ves menos... menos asqueroso.— Dije pisando el último escalón. Acto seguido, ambos nos reímos y nos encaminamos al auto que nos llevaría al palacio de Elisa.

¿Sabes bailar, Foster?— Aidan me abrió la puerta del coche y me introduje en el, tomando asiento. Segundos después el imitó mi acción tomando el asiento de enfrente, haciendo que quedarnos frente a frente.

Sé bailar, pero no creo que mis aptitudes de baile me sirvan para este tipo de evento.—Confesé.

Pensé que estabas tomando clases de baile, te serían demasiado útiles.

Lo hago, pero realmente siento que no aprendo. Me estreso y mando todo al carajo.

En ese caso harás el ridículo.— Se burló con una sonrisa amigable.

¿Quién dijo que bailaría?— Enarqué una ceja y el solo respondió con un gesto que expresaba desacuerdo.

¿Entonces a que vas a un baile si no es a bailar, Foster?

A ver a mis amigos y divertirme con ellos, Gallagher, duh.

Pasaron alrededor de unos quince minutos cuando mis ojos empezaron a divisar luces provenientes de un palacio bastante ostentoso y nada discreto a comparación del de Aidan.

Una vez estacionados frente a la entrada, el cochero nos abrió la puerta y ambos nos bajamos. Aidan me tendió el brazo y yo lo tomé de el. Pues mis piernas estaban temblando por el nerviosismo.

Caminos por el vestíbulo, en donde los padres de Elisa nos recibieron y nos saludaron a ambos antes de dejarnos pasar al gran salón en donde ya estaban algunos de mis compañeros. Lentamente me fui deslindando del brazo de Aidan mientras buscaba con la mirada a Noah, y el no puso objeción alguna. Dándome a entender que el también se iría por su parte.

EgoístaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora