Egoísta

II

POV T/N

Después de la presentaciones con la familia Real y de familiarizarme con el palacio, la Reina Clarence nos invito a tomar el té.

Honestamente me sentía bastante abrumada, este tipo de vida era muy diferente al que yo estoy acostumbrada. No tenía miles de sirvientes haciéndome la vida más sencilla, ni tenía tantos lujos que restregar, lo máximo que podía ofrecerles era mi poca actitud y mis conocimientos en misterios, cosa que sería bastante inútil.

Clarence: Dinos T/N, ¿Qué té te gustaría tomar? -La reina tomo asiento y junto con ella su hijo y yo nos sentamos. La cabeza me dio tantas vueltas que tuve que hacer un pausa para pensar. No tenía una respuesta acertada, honestamente nunca había sido tan fan del té y mis conocimientos en estos eran nulos.

Aidan: Se ve por la cara que T/N nuca ha sido amante del té madre, se ve bastante ingenua a mi parecer.- El tono en su voz era una mezcla de desprecio y burla, y jugaba tan en contra del él, pues quien se creía este tipejo? Mi cara se tornó de color rojo, no solo de la pena, sino que también del enojo- ¿No es así T/N?

T/N: Me apetece un té Negro Lapsang Souchong.- Solté un poco orgullosa de mi respuesta al recordar que este era el té favorito de Sherlock.- ¿Si lo tendrán, no es así? O mis exigencias en el té son demasiado altas para que las tengan joven Aidan?

Para mi agrado, Aidan se mostró molesto y callado ante mi petición, la reina quien estaba frente mío soltó unas pequeñas risas y asintió.

Clarence: Discúlpanos T/N, pero no contamos con ese té, pero puedo ofrecerte un té negro cultivado aquí mismo. Veo que alguien le ha callado la boca al joven príncipe.- La reina continuó carcajeándose ante mi respuesta y Aidan solo se mantenía en silencio apretando ligeramente su mandíbula en señal de enojo.-

Después de nuestra pequeña pelea y de mi victoria ante el argumento Tan clasista de Aidan llego nuestra tetera con las tazas más hermosas que yo alguna vez haya visto. Mis ojos se posaban en él cauteloso color crema y las incrustaciones doradas que yacían en mi taza, era una completa obra de arte.

Clarence: Dinos T/N, ¿Estás emocionada de estar con nosotros?-La reina me miraba tan atentamente y posó su taza en el pequeño plato que estaba sobre la mesa.-

T/N: Emocionada no sería la palabra que pondría su majestad. -Mi voz sonaba tan frágil y nerviosa. La reina y Aidan me veían con asombro, como si la respuesta que les estaba dando no fuera la correcta. Trague saliva de forma pesada y continúe mi discurso, porque ya era muy tarde para arrepentirme. - Deje mis estudios, y a las personas que más amo en el mundo para venir aquí. Se que es una oportunidad única y no me malinterpreten, estoy agradecida pero no era la vida que yo tenía planeada.

Clarence: Podrás continuar tus estudios aquí, lo sabes verdad T/N? Y sobre tus padres, se que es difícil pero las cosas suceden por algo.

T/N: Se que se me brindará de las mejores educaciones, pero no podré adéntreme a estudiar para ser detective, y ese era mi sueño.

Sin argumentar ni decir algo más, la plática quedó cerrada. Me sentía incomoda y fuera de lugar, no solo por el giro que las cosas habían dado, sino porque en parte se que yo no pertenezco a este lugar, está vida no es mía y si yo pudiera se la cambiara a alguien que la quiera.

Después del té, recogieron nuestras tazas y la Reina se disculpó teniendo que marcharse para resolver un asunto importante, me deseó buena suerte para mi primer día de escuela y salió del palacio con unas maletas.
Lo que quedó del día me mantuve familiarizándome con el palacio, y Aidan por su parte se perdió de mi vista.