CAPITULO 25

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Esteban vio como Ana Rosa tomaba su maleta y se iba, se preguntaba que iba a hacer esas semanas sin ella era su única compañía y la que lo mantenía en pie, salió de ahí y se dirigió a las empresas se enfocaría en el trabajo y esperar a que Ana Rosa volviera los días pasaron y la maldita soledad hacia estragos obviamente se refugió en el alcohol la última semana en la que llegaba Ana Rosa Esteban no fue a trabajar y seguía en su departamento encerrado y con muchas botellas de alcohol; el vigilante de los apartamentos e donde vive Esteban preocupado por la situación y que los vecinos se han quejado de escuchar ruidos rompiendo cosas decidió llamar al número de emergencia por si pasaba algo y ese número era de Ana Rosa.

Ana Rosa recién bajaba del avión e iba a ir por su maleta cuando empezó a sonar su celular, se extrañó porque era un número desconocido y porque nadie sabía que llegaba ese día ni siquiera Esteban

*Llamada*

AR: ¿bueno?

X: hablo con la Señorita Ana Rosa

AR: si con ella

X: llamo desde los apartamentos en donde vive el Señor Esteban

AR: (asustada) paso algo con Esteban

X: señorita es mejor que venga hasta acá y le cuento mejor

AR: acabo de llegar a la ciudad ya en un momento voy para allá

Colgaron la llamada y Ana Rosa se apresuró por su maleta tomo un taxi rumbo al departamento de Esteban...

*Días atrás*

María cuando llego a México lo primero que hizo fue ir a su antiguo departamento el que compartían con Vivian para darle una sorpresa de su llegada, aun conservaban la dichosa llave debajo de la maseta así que entro y a primera vista no había nadie dejo la maleta en la sala y fue a la cocina por un vaso con agua y a sentarse ya empezaba a cansarse por el embarazo, cuando llego a la sala para sentarse escucho unos ruidos en la planta de arriba así que dejo el vaso en una mesa y subió a mirar que era lo que ocurría cada que se acercaba empezaba a escuchar ruidos como de respiraciones agitadas a lo que se acercó un poco más a la habitación de Vivian supo que de ahí provenían aquellos gemidos ya se imaginaba que pasaba allí así que se fue a su antigua habitación estaba tan cansada que solo se quitó los zapatos y de una vez se acostó, al cabo de unas horas a María la movían para despertarla

V: María (le movía el hombro)

M: (despertando) hola Vivian (acomodándose un poco para sentarse sobre la cama)

V: hola Mari (emocionada y se sienta a su lado) a qué horas llegaste no te sentí

M: no claro como si estabas en plena faena (se ríe)

Vivian paso colores en ese momento no se imaginaba nada lo que estaba sucediendo

M: ya tonta deja esa cara hasta parece que te vas a desmayar

V: Hay María (se tapa la cara) porque no me avisaste que venias e iba y te recogía

M: y dañarte el momento y que después me lo reproches no gracias aun puedo sola

María molestaba a Vivian le gustaba verla pasar vergüenza le daba risa las expresiones que ponía y sin evitarlo se ataca a reír y abrazándola

M: ya tonta deja la vergüenza ni que fuera la primera vez

V: yo sé que no es la primera vez, pero si la primera vez después de tu ida ósea tu bienvenida

M: y que bienvenida (se ríen juntas) ya no te molesto más, ven aquí y dame un abrazo te extrañe mucho

DOS AMORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora