CAPITULO 30

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A un día de la boda los nervios aumentaban, todo estaba en orden y ambos necesitaban verse ya llevaban tiempo sin poder hacerlo lo único que podían hacer era llamarse

*Timbra Celular*

M: bueno? (sin ver quien era)

E: hola mi amor

M: amor, mi vida ya te extraño mucho

E: yo también mi vida y a las dos las extraño, pero ya hoy será la ultima vez que no estemos juntos, mañana en el altar daremos el si mi amor

M: si, amor espero con ansias el día de mañana 

Siguieron hablando de lo mucho que se extrañaban en esas llego la madrugada y María había quedado dormida con el celular en la mano y Esteban igual, a medio día casi una de la tarde María despierta un poco desorientada miro la hora y se asusto un poco aunque se iban a casar a eso de las 5 tenia que estar lista para el viaje de hay a Cuernavaca y llegar a tiempo, se iría con Vivian ya que Ana Rosa llegaba directamente desde el aeropuerto tuvo que ir a España por temas de la platería y de paso traía con ella una sorpresa para María, Ella siendo la madrina quería darle ese pequeño detalle, María llega y la llevan a una habitación en donde la arreglan junto con Vivian pasaba el tiempo y ya los invitados habían llegado y el novio estaba esperando a la novia en el altar, María ya estaba vestida y arreglada estaba a las afueras esperando a Gerardo pero su sorpresa fue...

M: PAPÁ! que haces aquí (sorprendida)

S: quiero llevar  a mi hija al altar, no puedo?

M: si claro, pero como llegaste

S: por hay tienes un hada madrina que hizo todo lo posible para que estuviéramos aquí

M: como? mamá también esta? (a punto de llorar) 

V: no puedes llorar María , Apenas vas a entrar a la iglesia 

S: tu madre no se podría perder este acontecimiento así que vamos

ambos se abrazaron, Sebastián le limpio una lagrima que bajaba de la mejilla de María, ella tomo el brazo de su padre agarro el ramo e iniciaron el recorrido por el centro de la capilla caminando hacia el altar en donde estaba el novio esperándola con la marcha nupcial sonando de fondo, llegando al altar

E: están hermosas mis amores

M: (sonríe) tu estas guapísimo, mi amor 

S: Esteban te entrego a mi hija como mi mayor y preciado tesoro, quiero que tu la cuides de ahora en adelante y la protejas así como yo en su momento lo hice

E: así lo hare Sebastián si su hija es su tesoro para mi lo es mas, la cuidare con mi vida si es posible, gracias por confiármela

S: agradécele a ella que fue la que te escogió

E: así va a ser

De inmediato se ubicaron y el sacerdote dio inicio a la ceremonia y así continuaron hasta el protocolo del "si quiero"

Sacerdote: Esteban recibes a María como legitima esposa y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza; y así amarla y respetarla todo los días de su vida? 

E: Si, quiero (toma la alianza) Te amo incondicionalmente y sin dudas en mi interior. Prometo amarte, alentarte, respetarte y confiar en ti cada día. Como familia, crearemos un hogar lleno de aprendizaje, risas y amor. Prometo trabajar contigo para crear y desarrollar una relación de igualdad, conociéndonos y construyendo una vida que será mucho mejor de lo que podríamos imaginarnos. Hoy te elijo para que seas mi esposa. Te acepto como eres y te ofrezco todo lo que soy como respuesta. Te cuidaré, te atenderé y compartiré contigo todas las alegrías y las adversidades que la vida nos ponga en nuestro camino, desde ahora y durante el resto de los días de mi vida. (le termina de colocar la alianza)

Sacerdote: María recibes a Esteban como legitimo esposo y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza; y así amarlo y respetarlo todo los días de su vida? 

M: Si, quiero (toma la alianza) Yo te elijo, para caminar a tu lado y dormir en tus brazos, para ser alegría para tu corazón y alimento para tu alma, para aprender de ti y crecer contigo, incluso cuando la vida nos cambie a los dos. Te prometo reír contigo en los buenos momentos y llorar junto a ti en los malos. Prometo respetarte y apreciarte como individuo, como compañero y como un igual, sabiendo que no te completo, sino que te complemento, exactamente del mismo modo en que tú lo haces conmigo. Prometo tener mil aventuras contigo e intentar hacerte feliz cada uno de los días del resto de nuestras vidas, Prometo cuidar a nuestra familia que ya esta creciendo, amarte siempre y para siempre (le termina de poner la argolla)

Sacerdote: (toma las arras de la bandeja y las pone en las manos de Esteban que al entregárselas recita) Recibe estas arras como prenda de la bendición de Dios y signo de los bienes que vamos a compartir

Esteba hace lo mismo con María y ambos se pasan las arras a manos el otro, ambos sonríen y dirigen su mirada nuevamente hacia el sacerdote la cual ya les estaba dando la bendición de Dios

Sacerdote: lo que Dios a unido, no lo separe el hombre, Esteban puedes besar a tu esposa

Esteban se acerca sonriente a María, ella derramaba algunas lagrimas, juntos unieron sus caras para darse su primer beso como esposos, todos en la capilla celebraban la unión de Esteban y María, una unión que por fin se pudo realizar y ante los ojos de Dios.


Se separaron del beso y la pequeña se movió en el vientre de su madre

M: alguien va a salir celosita 

E: eso siento amor, (se agacha a la altura del vientre de María) mi princesa, no puedes estar celosa de tu mami, es ella la que carga contigo mi amor así que no la golpees, te amo (besa el vientre)

M: porque eres tan perfecto? (se abraza a el)

E: no lo soy amor

M: para mi lo eres y es que muero de amor por como tratas la bebe

E: tu eres mi reina y mi pequeña es mi princesa y acabo de jurar ante Dios cuidarlas, amarlas y respetarlas por el resto de mi vida 

M: gracias Esteban, por amarnos tanto 

E: a ti mi amor por aceptarme nuevamente en tu vida (la besa)

M: te amo, digo te amamos (colocando una mano en su vientre)

E: yo a ustedes (colocando su mano encima de la de María)

abrazados fueron saliendo de la capilla mientras saludaban a sus invitados, en la entrada estaban todo reunidos para lanzarles arroz apenas salieran y así fue, luego de unas fotos se les indico el lugar a los invitados para que fueran acomodándose y así empezar la recepción mientras eso a María y Esteban les tomarían una sesión de fotos para el álbum, las fotos eran tanto de ellos dos como María sola luciendo su vientre, pasada una hora desocuparon a los novios e iban a ingresar al salon...



Nos vemos pronto...

SEAN FELICES 


DOS AMORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora