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Soy lo más cercano a una familia que tenía Kai. Me encargaré de los arreglos para él primero, después lo discutiremos. - Se estaba retorciendo las manos, traicionando su nerviosismo, sin notarlo.

La mano más grande de Yoongi cubrió las de Jimin e inmovilizó el desesperado retorcer de dedos.

- No estás pensando con claridad, mon petit. No puedes ser encontrado en la escena. No tendrías forma racional de explicar lo ocurrido aquí. Prepararé las cosas para que cuando su cuerpo sea encontrado e identificado, ninguna sospecha caiga sobre ti o ninguno de los nuestros.

Jimin tomó un profundo aliento, odiando que tuviera razón. No podría atraerse ninguna atención sobre su especia. Pero no tenía que gustarle.

- No iré contigo.

Dientes blancos relucieron hacia Jimin, la sonrisa de un depredador.

- Puedes intentar desafiarme en esto, Jimin, si sientes que debes.

Jimin tocó con su mente la de él. Diversión masculina, implacable resolución, calma absoluta. Nada afectaba a Yoongi. Ni la muerte ni ciertamente su desafío.

- Llamaré a seguridad. - Amenazó Jimin desesperadamente.

Los dientes inmaculadamente blancos relampaguearon de nuevo. Los ojos plateados relucieron.

- ¿Deseas que los libere de las órdenes que les di antes de que lo hagas?

Jimin cerró los ojos, todavía temblando a causa del shock y el miedo.

- No, no lo hagas. - Susurró derrotado.

Yoongi estudió la tristeza tan transparente en su cara.

Algo se arrastró hacia su corazón, algo irreconocible para él, pero no obstante fuerte.

- El alba estará sobre nosotros en un par de horas. Necesitamos salir de este lugar.

- No iré contigo. - Insistió Jimin obstinadamente.

- Si tu orgullo te dicta que debes luchar conmigo, puedes intentarlo. - Su voz, con su cadencia y la formalidad del Viejo Mundo, fue casi una oferta.

Los ojos de Jimin pasaron a un profundo púrpura.

- ¡Deja de darme permiso! Soy el hijo de Kim Namjoon y SeokJin, un Cárpato como tú mismo y no un sin poderes propios. ¡Tengo derecho a tomar mis propias decisiones!

- Si te complace pensar así. - Sus dedos se cerraron fácilmente alrededor de la delgada muñeca, pero Jimin, podía sentir su enorme fuerza, empujó con fuerza, poniendo a prueba su resolución. Yoongi aparentemente no notó su forcejeo.

- ¿Deseas que haga esto más fácil para ti? Temes innecesariamente. - Su hipnotizadora voz era increíblemente tentadora.

- ¡No! - El corazón se le cerró de golpe dolorosamente en el pecho. - No controles mi mente. No me conviertas en una marioneta. - Sabía que era lo suficientemente poderoso para hacerlo y eso lo aterrorizaba.

Dos dedos capturaron su barbilla firmemente y lo alzaron para que su mirada fuera atrapada por la plateada de él.

- No hay peligro de que ocurra tal atrocidad. No soy un vampiro. Soy un Cárpato, y tú eres mi compañero. Te protegeré con mi vida. Siempre buscaré tu felicidad.

Jimin tomó un profundo aliento para controlarse, después lo dejó escapar lentamente.

- No somos compañeros. Yo no elegí. - Se agarró a este hecho, su única esperanza.

Magia oscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora