Desde niño siempre fui muy enfermizo y solo podía ver desde mi ventana como jugabas con tus amigos, nuestros padres se conocían y aunque eramos amigos nunca me dejaron salir a jugar.
Toda la primaria vos me protegiste de aquellos chicos que se burlaban de mi por mi salud.
Desde la secundaria tu corazón late por alguien que hubiese querido ser yo al menos por un día, aquel idiota con ojos bonitos y tan atlético, eso era lo único que tenia y lo que les atraía a las chicas de él.
Si tan solo se fijaran en los sentimientos y en todo lo que les podemos dar los demás.
Recuerdo cuan feliz te veais ese día cuando él te invito a salir, te sentías por las nubes, decías a ver encontrado a tu príncipe de reluciente armadura azul.
Las demás chicas te envidiaban tanto y perdiste a muchas que se decían ser tus amigas.
Pero yo seguía allí a tu lado siendo tu confidente, callando lo que sentía por ti.
Decías haber encontrado a tu Romeo y tu su Julieta, Oh Romeo que de entre todas las flores de este mundo te decidiste fijar en la que yo amaba.
Te peleas con tus padres y perdiste aun mas amigos por estar con él, diste tanto por el y tan poco fue lo que has recibido durante tantos años.
Como olvidar todas aquellas veces que te consolé cuando él te hacia daño, cuantos ataques de celos, cuantas peleas, cuantas traiciones las cuales las pasabas por alto y por las cuales tu te echabas la culpa.
Como olvidar todas aquellas veces que me di él valor y te ofrecí todo mi amor y tu me rechazabas.
Ya han pasado unos meses desde esa pelea que tuvimos tu y yo, nunca aceptarías que él te hacia daño, tu lo amas demasiado.
Mi salud ha estado empeorando y cada vez mis viajes al hospital han sido mas frecuentes.
Los doctores ya no saben mentir y se que lo peor se acerca, estoy decidido a escribirte una carta.