Enfermo

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Axel

Me preparaba para irme a casa de los costa, esa noche quedamos en lanzarnos unas partidas de rugby.

Antes de irme, miré curioso la panty que me había hecho caer la noche anterior, la guardé en la mesita de noche y me marché.

Me encontré con Tony en la vía y llegamos a su casa.

En cuanto entramos saludé a Alan y luego le di una mirada rápida a Bela, estaba ardiendo, llevaba un bañador que le quedaba de ensueño y su lindo color de piel le hacía un gran favor.

No la saludé, debía ignorarla de ahora en adelante.

Nos fuimos al jardín y estuvimos lanzando el balón como en los viejos tiempos, me divertía mucho con ellos, eran como la familia que nunca tuve.

Sin contar con los ojos de Bela. Ella me veía continuamente buscando mí atención , y para su maldita suerte, la tenía.

Nos detuvimos a descansar unos minutos, la pequeña se ofreció a hacer unas limonadas, pensé rápido y me fui detrás dispuesto a ayudarla, pero en realidad quería reprocharle su sucio juego en mi cocina, ¿Creía que podía ir dejando toda su lencería en mi casa?.

Y allí estaba, tan jodidamente sexy cortando unos limones. Traté de reprenderla por lo que hizo, pero de un momento a otro la tenía sobre mí, con sus pequeñas manos en mi pecho, provocándome.

__¿Quieres ser mía?__ aquella pregunta salió de mi boca inconscientemente, la nena me tenía atrapado.

Dios.

Se negó. Ella tenía mi vida en la palma de su mano, era tan ingenua, solo quería besarla.

Abandone la cocina con frustración, volví a donde los chicos recostandome con la cabeza hacia atrás.

__¿Que pasa hombre?__ pregunta Alan dandome unas palmaditas en la espalda.

__Solo es estrés...no te preocupes.__ respondí sin aliento, no era capaz de decirle que su pequeña hija adolescente me la tenía difícil.

__Tranquilo, Tony y yo hemos quedado para probar una nueva hierba más tarde, está si que te hará sentir el paraíso.__ Alan sonríe.

Hice una mueca de medio lado y asenti.

....

Encendí el cuarto porro, inhale y dejé que el humo espeso saliera de mi boca.

__Maldicion Alan, ¿De dónde lo has sacado?__ pregunté conmovido por la nota que llevaba, ese maldito porro estaba de lujo.

__Mercancia nueva hijo___ respondió dándole otra calada a su porro.

Escuche un ruido a lo lejos, giré, y la niña iba algún lado de la casa.

La seguí.

Ella permanecía en un pequeño columpio mirando hacia el cielo, me acerqué cuidadoso. Luego hale de su cabello y aquellos ojos inocentes me miraron.

Estaba en otro mundo, ella lo notó.

Me senté en frente y ella al parecer quería jugar. Abrió ligeramente sus piernas dejándome ver su delicioso sexo.

Relami mis labios.

En cuestión de segundos devoraba su coño hambriento, sabía tan dulce y suave, la tomaba de los glúteos sintiendo esa adrenalina por todo mi cuerpo.

Me hizo volar.

Esa noche probé el sabor de la depravación, la lujuria me consumió.

....

Desperté en el cuarto de huéspedes de los costa, me sentía exhausto pero nada que no pudiera soportar.

Me coloqué mi camiseta y bajé, eran apenas las nueve de la mañana y me encontré con Alan preparando café en la cocina.

__¿Cómo Estas viajero?__ me saluda entusiasta.

__¡Hey!, tienes aspirinas?__ pregunté sentándome en el mesón.

__Claro, ahora te las busco. Primero debes comer.__ me coloca un plato con una ración considerable de carne.

Comencé a comer, con cada bocado llegaban escenas de Bela a mi cabeza, de sus ojos, sus labios...su coño.

Mierda.

Me sobresalte y Alan se volteó para mirarme.

__El efecto del porro no debío dejarte tan sensible hijo, ¿Que pasa?__ pregunta Alan preocupado.

Sacudí mi cabeza recordando, cada escena me golpeaba como una pesadilla.

¿Lo hice?

Dejé mi plato en la cocina y me fui al jardín a respirar, Alan me miraba de lejos sin mucha importancia.

Coloqué mis manos en mi cabeza intentado recordar más, ¿Que había pasado?.

__Hola tontito__ la voz de Bela hace que me voltee a verla.

Esa mañana tenía sus mejillas más rosadas de lo normal, me miraba diferente, mi corazón comenzaba a latir más fuerte.

¿Me gustaba?.

__¿porque estoy pensando en ti?__ pregunté como un idiota

__Porque la pasamos increíble anoche__ responde la nena sin escrúpulos.

Abrí mis ojos como platos, luego frunci el ceño.

__Soy un maldito enfermo__ bajé la mirada.

__No bebé, ambos quisimos que pasara__ ella aclaró con su vocecita inocente, como si supiera lo que pasaba por mi cabeza, intentando consolar mi abuso.

__No dirás nada Bela, juramelo.__ le advertí.

__Ahora somos novios__ dice sin ningún rastro de conciencia en sus palabras.

__No volverá a pasar, y tú y yo no somos nada.__ dije acusador, molesto, avergonzado.

Ella solo sonrió y se fue como si nada a la cocina para abrazar a su padre.

Maldita sea Axel, ¿Que hiciste?.

ERES MIA (HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora