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["¿Quién diría que soy la persona favorita de mi persona favorita? Esta clase de fortuna, el mundo debería envidiarme"
Min Yoongi a Kim Seokjin; Jin cocinó lasaña después de que Gi lo pidió amablemente.
xx.xx.2020]
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Para el final de la jornada, Jung Hoseok, demasiado agotado para su edad y para ser solo un (1) día, había descubierto varias cosas:
1. Min Yoongi tenía casi 31 años...según él.
2. Min Yoongi tenía cuatro años de casado, alrededor de seis años de vivir con su pareja y una casa de dos plantas...según él
3. Min Yoongi tenía tres perros gordos con nombres ridículos...igual que él.
4. Min Yoongi estaba a punto de llorar porque no recordaba el camino a su casa de la infancia si partía de la escuela secundaria que "había dejado de existir hacía mucho tiempo y ahora era un edificio de oficinas"
Hoseok se reiría si no se hubiese visto arrastrado a acompañarlo como un maldito escolta.
No le pagaban lo suficiente, no le pagaban en absoluto.
Como fuera, Hoseok estaba un poco como alguien cuyos cinco puntos de vista habían sido destruidos. Y la razón era, básicamente, estúpida.
Min Yoongi lo había mirado con ojos plenos y una pequeña sonrisa que casi no estiraba sus labios. Era la clase de mirada que una persona de su edad no debería tener, de esas que solo veías en películas con buenos actores o imaginabas cuando leías un libro detallado. Una mirada que parecía congelar secretos en cristal, a la vista de todos y al alcance de nadie, y solo apareció un par de segundos, los suficientes para envolver el nombre que salió de sus labios como si dijese ese secreto sin demasiada urgencia, pero con reverencia:
Kim Seokjin.
Hoseok le había dejado hablar mientras aferraba las dudas en su corazón y fuera de su boca. Y había algo mágicamente extraño en toda la situación porque quizá Hoseok debió haberlo llevado a la enfermería para que le hicieran un lavado estomacal o algo así.
Min Yoongi dijo que no sabía solo por qué no podía despertar, pero que estaba seguro de que dormía. Le habló de su casa, que habían comprado con el esfuerzo de dos años y con un préstamo de banco que aún debían (y que deberían por quince años de alguna manera). Le habló de sus tres perros tontos y gordos que eran labradoodles y que habían crecido más de lo que podía manejar, de su pequeño lugar en la playa, de su jefe y cuñado, de cómo se suponía que Hoseok y él eran mejores amigos y de como Hoseok, por alguna razón, también estaba casado.
Lo cual debía ser mierda; Hoseok no pensaba casarse jamás.
A lo que Yoongi lo miró como si viera a un pobre diablo.
Dijo: —Lloraste el día de mi boda y tuviste que pagar nuestra luna de miel porque fue una apuesta...también lloraste el día de tu boda. ¿A qué juegas?
Pero, sobre todas las cosas, Yoongi habló de su esposo, sin poder evitar el brillo en su mirada, sin poder evitar la sonrisa en sus labios, sin poder evitar el leve sonrojo y luego la posterior decepción que borró su calma.
A ese punto y hasta ese preciso momento en el que caminaban fuera de la escuela, Hoseok no estaba seguro ya de nada.
Debía ser un tonto porque claramente eran los desvaríos de un loco.
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Resonance | Ramé extra 2º
FanfictionResonance. Del vocablo latino resonantĭa. adj. "cualidad del que hace sonar algo de manera repetida" Segundo extra (mini fic) de Ramé.