05.

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05.
Londres Inglaterra
2023

Aquella noche de regreso a la mansión Malfoy evito contacto alguno conmigo. Salio del auto y se encerro en su oficina. Estaba en shock, mientras Scorpius me abrazaba por detrás horas antes su padre y yo estabamos besandonos en la ciudad.

No queria estar en la mansión Malfoy otro minuto más y pedí irme con mi familia hasta el día de la boda. Algo que desconcerto a Scorpius pero finalmente acepto.

No volví a ver el rostro de aquel hombre que me hizo cometer infidelidad. Me siento asquerosa, una mujer mentirosa. Una parte de mi queria decirle a Scorpius lo que habia sucedido, decir que su padre me beso a la fuerza pero por otra no queria hacerlo porque yo correspondí aquel beso.

Un beso que aún sigue vagando por mi mente. Un hombre que me provoca placer y locura a la vez.

Estoy en la sala de la casa, observo el bolso que habia comprado días anteriores en aquella salida con Charlotte y recuerdo lo que me habia dicho. Tenia curiosidad al respecto.

—Scorpius.

—¿Sí?

Responde a unos metros mios, se encuentra mirando el periodico el profeta mientras espera su taza de cafe.

—¿Puedo preguntar que es lo que tu padre usa en sus ojos? Lo he visto usar gotas.

—¿Por qué preguntas?—Sigue sin quitar la vista del periodico.

—Ese bolso.—Señalo el objeto verde esmeralda, a lo que Scorpius observa con detenimiento.—Le parecio gris.

Scorpius suelta un suspiro largo y cansado.

—Hace unos años le detectaron glaucoma, al momento de operarse la cirugía se complico un poco lo que hizo que desarrollara daltonismo. Es por eso que no puede diferenciar algunos colores. El evita cruzar semaforos.

Agradezco que me haya respondido y me dirigo a la cocina. Mamá se encuentra haciendo pasta y una de las sirvientas le ayuda con la carne de res y esparragos. El postre se encuentra en la heladera mientras la manga del betún espera en la alacena para su decoración.

—¿Necesitas ayuda en algo mamá?

—No cariño, regresa con tu prometido. Enseguida estara la cena. Sonrio a mi madre y regreso a Scorpius.

Hay risas en el comedor y comentarios gratos, papá habla sobre algunos momentos de su estancia en el ministerio mientras Scorpius presta atención a sus palabras. Mamá me observa y sonrie cada vez que cruzamos miradas. La conversación cambia, hablamos de la boda, de lo deliciosa que esta la carne y la pasta, la espera del postre y a media conversació mamá no evita decir algo que me corta el hambre enseguida.

—Me siento apenada por no haber ofrecido una invitación a Malfoy, deberiamos invitarlo a cenar mañana.

—¿Para qué?—Pregunto a lo que todos voltean a mirarme.—No, lo siento. Eso seria estupendo.

—¿Estas bién?—Pregunta Scorpius.

—Si.

—De todas formas le agradezco la invitación suegra, mi padre no sale de esa mansión a menos que le llamen del ministerio.

A ESCONDIDAS | d.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora