10.

6.6K 528 525
                                    

Londres Inglaterra.
2024
Mansión Malfoy


Se volvio una rutina, cuando teniamos la oportunidad lo haciamos. El personal se mantenia callado o tal vez nisiquiera se daban cuenta. Su palabra se habia ido a la mierda, recuerdo que habia dicho que solo lo haria una vez, sin embargo, siguio buscandome.

Ahora me encuentro acostada sobre su regazo dentro de su habitación. Una habitación oscura y demaciado elegante, no hay retratos ni objetos decorativos, solo muebles y un candelabro hermoso y gitante en el techo.

Me tomo por la cintura y me subio a él.

—¿Qué haces?

—Callate.

Comenzo a deslizar la punta de su pene sobre mi clitoris, provoca que me muerda el labio mientras él lo hace lentamente. Después lo metio por completo, y golpeaba con fuerza, mis senos se movian constantemente y con sus manos me abrazo apoyando mis senos contra su pecho.

—S-si... Ma-ás r-rapido!

Hizo caso a mis palabras, y lo hizo más rapido y fuerte, me dolia pero era un dolor soportable y placentero. Comenze a gemir tan fuerte, que si no fuera por el hechizo muffiato todos las personas afuera ya hubieran escuchado. Incluyendo a Scorpius quién esta durmiendo en su habitación.

Siento que voy a llegar al orgamo pero él no me lo permite, acelera el paso, chupa, besa, muerde mis senos y termina con un gruñido ahogado. Siento mi vagina muy caliente y espesa, una sensación extraña que nunca habia experimentado.

Me quedo recostada en su pecho, estamos cansados. Llevamos alrededor de tres horas en la cama, ya casi amenece así que deberia irme lo más pronto posible.

El hombre busca mi rostro y besa mis labios con fuerza, su lengua juega con mi boca y siento como su saliva se mezcla con la mia.

Se levanta un poco y toma un pañuelo para limpiarse.

—Ya vete.

Recorde lo que Scorpius habia dicho días antes, que lo habia visto salir por la mañana con una mujer la primera noche que estuvimos juntos.

—¿Estuviste con otra mujer después de haberte ido de mi habitación esa noche?

—¿De que carajos hablas?—Dice mientras se coloca unos boxers.

—¿Qué si te acostaste con otra después de haber follado conmigo la primera vez?

Cuestione nuevamente al hombre que evitaba verme a los ojos. Sentada en la orilla de su cama y colocandome nuevamente el anillo de bodas, espere su respuesta con paciencia anhelando que responda antes de que el personal nos despierte y nuestra conversación y privacidad termine.

—¿Y porque deberia responderte?

—Porque estoy sediendo a cosas a las que no deberia, me arriesgo a estar con usted.

—¿Eso es mi culpa?

—¿Qué?—Frunso el ceño.

—¿Es mi culpa que te arrodilles y me chupes la polla? ¿Acaso te obligo a que me abras las piernas?

El señor Malfoy toma sus gotas para los ojos colocandose algunas, me mira con tanta frialdad y coraje. Parece que no deberia de hacerle este tipo de preguntas, porque ambos no pretendemos a nada más que solo acostarnos y eso me vuelve un poco bulnerable.

—Pequeña, tu misma accediste hacerlo. Yo no tengo la culpa de nada. La responsable por tus actos eres tú.

A ninguna chica le gustaria escuchar eso, asi que trato de no sentirme mal frente a él y subirle el ego. Siempre supe que el señor Draco Malfoy era un gran hijo de perra, pero me aferre a él queriendo explicaciones como si comenzaramos a tener alguna mierda formal.

Comienzo a reirme por los nervios para evitar las lagrimas. El hombre solo me mira fijamente sin evitar la mirada como previamente lo habia hecho, sigo riendome mientras me acerco a él. Lo suficiente como para estar a punto de rosar sus labios con los mios.

—Espero nunca volver a verte o a hablarte.

Comienzo a tomar mi ropa y paso a un lado suyo para dirigirme a la salida pero este toma mi brazo con fuerza deteniendo mi marcha y me regresa a él.

—¡¿Qué carajos estas diciendo?!

—Que no volvere a manipularme por usted, no me volvere a meter en su cama, no lo besare, ni hablare con usted nunca más. ¿Ya lo entendio?

—¿Ahora te atreves a desafiarme? ¿Qué pasaria si Scorpius se enterara de esto? El ya me odia, no cambiaria su postura conmigo y yo seguire siendo su padre. Pero tú, no solo te habrias divorciado, todas las miradas se enfocarian en ti por haberte acostado con el padre de tu esposo.

Mi mano se elevo dandole una bofetada tan fuerte en el rostro, lo que provoco un silencio espeso. Mis ojos se cristalizan ahora.

—Largate, ahora antes de que no te deje salir y te mate.

Tomo mi ropa, a punto de llorar. Y salgo corriendo de su habitación. Me encierro en mi pieza, me dirigo al baño y abro la ducha. Entro a la regadera y con el llanto a más no poder me quedo de pie apoyandome en la pared mientras las lagrimas recorren mi rostro.

A ESCONDIDAS | d.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora