マスクの下
under the mask; capítulo cero
«vss mask»• • •
Gritos, demasiados gritos resonaban por todo el lugar dejando un ligero zumbido en los oídos de aquella mujer que parpadeaba lentamente tratando de ubicar con ayuda de sus ojos en dónde estaba pero el molesto sonido le provocaba dolor de cabeza y el mareo azotaba cada vez más a su sistema. Llevó una mano a su rostro al sentir como algo tibio pasaba por su frente y obstruyendo la visión de sus ojos, y de manera borrosa se dio cuenta que ese líquido tibio no era más que sangre que no sabía si era suya o de otra personas más.
Pasos, pasos rápidos se dirigían a donde estaba ella y soltó un quejido tratando de pararse pero parecía que sus piernas estaban destruidas porque no podía pararse. Apretó sus párpados, intentando al menos que su visión mejorara y tratando de recordar qué había sucedido pero un jalón en su cabellera corta le hizo gritar y abrir sus ojos con miedo, dejando a la vista sus ojos grises que tenían miedo ante la imagen borrosa que estaba al frente de ella.
Un hombre, un alto y fornido hombre estaba al lado de ella mirándola con esa máscara feliz y tragó saliva al notar como la mano que él no usaba tenía una máscara del mismo sentimiento que él tenía. Recodó vagamente lo qué hacía ese artefacto y miró con temor al sujeto que estaba riéndose a carcajadas por su expresión facial. La azotó contra el suelo, resonando su cabeza en el asfalto y haciendo que un grito salga de sus labios; una y otra vez sintiendo como su cuerpo tocaba el duro suelo hasta sentirlo adormecido, sin tener una pizca de dolor a los movimientos bruscos que realizaba aquel extraño hombre con su cuerpo, tratándolo como una simple muñeca que ya no tiene uso.
—¿Por qué no mueres?
Escuchó y abrió lentamente sus párpados, rogando a cualquier ser que terminase su infierno. La mujer solamente deseaba morir, y tal vez por eso se había tirado del edificio más alto esperando que su muerte sea rápida y sin dolor, pero tal vez los dioses negociaron con la muerte y le dieron pausa a su suicidio inminente. El enmascarado había bajado por todo el edificio usando los marcos de los vidrios porque se había dado cuenta que esa mujer seguía viva, y queriendo terminar con su trabajo intentó matarla de una buena vez pero permanecía con vida. Carcajeó tomando con brusquedad el cuello de la joven mientras acercaba esa máscara al rostro sangriento de ella, sin darle tiempo a soltar alguna palabra cuando los ojos grises de ella observaron el interior de ese objeto.
—Desde hoy serás vss mask —soltó el sujeto agarrando el cuerpo de ella y comenzar a saltar hacia la terraza de un edificio, teniendo consigo colgada en su hombro aquel fusil de francotirador silenciado que sería el objeto característico de ella.
La dejó en el suelo junto con el arma y se largó como si el estado horripilante de ella no valga la pena curar; sin embargo, uno nunca tiene que darle la espalda al enemigo por más que estén en el mismo trabajo. El cuerpo del individuo enmascarado cayó por el borde del edificio por un disparo en medio de su cabeza, nunca la escuchó recargar y tampoco agarrar el arma. Silenciosa como el arma, acabó con la vida de él. La fémina se paró de manera tambaleada, una pierna estaba torcida y se apoyaba levemente en el suelo, su cabellera castaña y corta era decorada por un rojo carmesí que goteaba y dejaba un rastro de sangre en el piso. El arma era su fuente de apoyo para mantener todo su cuerpo recto y sin tambalearse mientras que con su otra mano se sacaba la máscara y observaba todo el panorama.
—¿Por qué no me mataste del todo antes, bastardo? —gruñó vss mask, caminando lentamente hacia la puerta, sin sentir dolor por su cuerpo.
Encontró una habitación con ropa que le gustó, se preguntaba si alguien lo había dejado para ella y sonrió secamente desnudándose mientras iba al baño de la habitación. Se fijó en su cuerpo y silbó sorprendida cuando su pierna derecha se encontraba sana. «¿Qué otra mierda buena hace esa máscara?» se preguntó en su mente adentrándose a esa lluvia artificial de agua helada, pasando su mano por todo su cuero cabelludo para sacar las cáscaras de sangre que se quedaron en ese sector y viendo al suelo toda esa agua rojiza irse por los pequeños orificios que facilitaba la salida de los líquidos. Al terminar se quedó mirando el pequeño espejo que decoraba la habitación, fijándose en sus rasgos una vez más para luego soltar un bufido mientras acomodaba el largo arete de una cruz que bailaba en el aire por el movimiento que realizaba con su cabeza, dándose cuenta que perdió el otro en su fallido suicidio.
—No puedes quitarte la máscara por más de un minuto —escuchó provenir de esa máscara sonriente que estaba arriba del lavabo, la mujer sonrió de lado al contar cuantos minutos llevaba sin usar esa condenada máscara y la agarró viendo detalladamente los puntos brillosos verdosos que no le causaba efecto alguno.
—¿Cuánto te durará esas órdenes, Comando? —susurró la fémina poniéndosela con tranquilidad y caminó a buscar las prendas que usaría durante los próximos días.
Ajustó su corbata negra pero que terminó bajándola un poco al sentir como apretaba su garganta para luego poner su saco negro que hacía juego con su jean negro de tiro alto, sus guantes negros junto con sus zapatos de Charol. Soltó un leve suspiro poniendo la tira de su arma sobre su hombro derecho, un poco desconcertada al recordar el como la había usado con total maestría porque recordaba vagamente que durante toda su vida nunca había tocado un arma. Se encogió de hombros saliendo de la habitación para recorrer los pasillos y, al notar que no había ninguna alma, se dirigió arriba para fijarse en todos los rascacielos que había.
El Sol se estaba poniendo en el oeste, dejando un atardecer deslumbrar todo el lugar y dándole permiso a la Luna que alumbre la noche como ella solamente suele hacer. Una sonrisa de lado se formó en sus labios, oculta por la máscara feliz que poseía y a pasos lentos fue hacia el puente de madera que conectaba con otro edificio en el que se podía ver a una hombre apuntarla con miedo.
Tomó con agilidad su VSS y mirando por la mira apuntó al sujeto que había tragado saliva y disparó. El individuo cayó al suelo con un agujero en la mitad de su frente y con una gran charco debajo suyo, sin causarle algún remordimiento a la muchacha que sabía muy bien una cosa desde que llegó a ese reino lleno de máscaras y muertes.
—Mata o mueres —pasó por todo el puente y se sacó la máscara para mirar a ese señor que no pasaba los cincuenta, chistó su lengua con lástima y golpeó la mejilla del mayor—. Y tu tuviste que morir al dudar matarme, para la próxima será.
Soltó una ligera risa al escucharla decir aquello y agarró el revolver que tenía el fallecido para luego lanzarlo hacia afuera de la terraza, sin encontrarle un buen uso porque esas armas eran muy tramposas y se trababan cuando uno disparaba. Se puso su máscara y siguió avanzando por los edificios hasta que presencia se desvaneció cuando el cielo se tornó oscuro, no sin antes que un débil brillo impactara en la cruz de su arete que luego de unos segundos se integró a la oscuridad de la noche.
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𝖀𝖓𝖉𝖊𝖗 𝖙𝖍𝖊 𝖒𝖆𝖘𝖐 | 𝐬𝐧𝐢𝐩𝐞𝐫 𝐦𝐚𝐬𝐤 ✓
Fanfictionマスクの下| ❝Las máscaras esconden rostros, pero no palabras.❞ ꜱɴɪᴘᴇʀ ᴍᴀꜱᴋ x ᴏᴄ ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀ ᴄᴏʀᴛᴀ ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀ ᴅᴇ ᴍɪ ᴘʀᴏᴘɪᴇᴅᴀᴅ ɴᴏ ᴍᴇ ᴘᴇʀᴛᴇɴᴇᴄᴇ ɴɪɴɢᴜɴ ᴘᴇʀꜱᴏɴᴀᴊᴇ ᴅᴇʟ ᴍᴀɴɢᴀ ᴇꜱᴄʀɪᴛᴏ ᴘᴏʀ ᴍɪᴜʀᴀ ᴛꜱᴜɪɴᴀ, ᴇ ɪʟᴜꜱᴛʀᴀᴅᴏ ᴘᴏʀ ᴏʙᴀ ᴛᴀᴋᴀʜɪʀᴏ ᴘᴏʀᴛᴀᴅᴀ ʜᴇᴄʜᴀ ᴘᴏʀ @ᴀɴɴɪ_ᴊᴇᴏɴ