マスクの下
under the mask; capítulo tres
«volver a casa»• • •
Pasos tranquilos resonaban por el pasillo, viéndose sumamente sereno que provocaba un sentimiento desesperante en las personas que lo recorrían. ¿Quién estaba en el edificio? Se preguntaban con duda, sin querer dar un paso más al tener miedo de ser asesinados. Pero no, ellos no eran iguales a los otros que sí tuvieron miedos de entrar cuando la presencia de vss mask rondaba por la construcción, esa enmascarada suicida y el caso especial del Comando.
El edificio estaba tranquilo y eso preocupaba a los recién llegados que comenzaron a registrar las habitaciones al haber escuchado quejidos femeninos que interrumpieron la calma del lugar. Estaba un poco abrumada por los recientes acontecimientos mientras esperaba que ese par llegase a su ubicación, miraba con su ceño fruncido oculto por su máscara el semblante doloroso de aquella mujer rubia que estaba en un estado que creía que era un coma, un coma algo singular. Apretó la mano de la muchacha, viéndose totalmente confundida cuando una corriente pasó por su cuerpo al tocar la suave piel de ella. ¿Qué era lo que ocurría? Se preguntaba con confusión, escuchando de fondo la ayuda que le daba su máscara que comenzaba a convertirse en una pelota anti-estrés. Porque, sinceramente, los recuerdos de su intento de muerte llegaban a su mente estresándola al tener miles de preguntas que no quería que sean contestadas.
Ayúdala, le decía su lado humano que quedaba pequeñas migajas. Sonreía de manera seca, ese reino en el que era candidata a un título poderoso había corrompido su alma hasta el punto de valerle una mierda las vidas de los demás. Sin embargo, su lado humano seguía ahí, en trozos pequeños, pero estaba ahí latente como los latidos de su corazón. «Veamos lo que puedo hacer» pensó cerrando sus ojos y concentrándose, buscando un no-sé-qué que ayude a activar esas singularidades de los candidatos a dioses. Y lo vio, aún con sus ojos cerrados veía como un hilo salía de su mano para dirigirse a la mente de esa rubia, tensando esa hilaza y se adentró a un lugar distinto a la realidad.
Abrió sus ojos, fijándose en su cuerpo desnudo y sintió frío al estar en esa parte. Se giró, intrigada por el sitio y observó una máscara al frente de ella. La tocó, viendo que la rubia enmascarada no le hacía daño y rodeó el cuello de esta acercándola a su rostro mientras comenzaba a hablar de incoherencias que, honestamente, no sabía como parar. Le sacó aquel objeto blanco con lentitud, parando su monólogo, y clavando su grisácea mirada en la verdosa de la menor para luego sonreír ligeramente y acariciar las mejillas de la chica.
—¿Sabes quién soy, verdad? —preguntó pasando su brazo por la cintura de ella y acercarla a su cuerpo, viéndose sumamente fascinada por la fisionomía de la contraria.
—El caso especial del Comando —respondió con voz neutra, sin oponerse a los toques de la fémina.
—Te pido que dejes en paz a la chica, dale de tu poder y ayúdala —soltó con lentitud Kamiko, soltando el cuerpo de la enmascarada—. Cancela la hibernación y dale la autonomía a ella, pero ayúdala cuando la veas en aprietos.
—Lo que usted desee, candidata a la diosa perfecta —hizo una reverencia y la castaña salió de ese sitio extraño.
Una pequeña sonrisa se formó alejándose de la rubia que descansaba con tranquilidad en la cama, respirando tranquila. Se sacó su máscara para tallar su rostro al sentirse cansada, recordando de manera vaga que las siestas que tenía no comenzaban a tener el mismo efecto que antes, tal vez debía dormir más. Se rascó la nuca sin ver a los dos intrusos que la observaban fijamente con distintos sentimientos, realmente no tenía ganas de hablar por lo que hizo una señal de silencio y se quedó apoyada en la cama a la espera de que la rubia chica despierte de su sueño de belleza.
Imaginó un cielo lleno de estrellas mientras varias constelaciones de formaban en esa oscura noche, rebosante de belleza y tranquilidad. Se preguntaba si en la otra realidad ella le guste mucho ver el cielo de día y de noche, porque su fascinación a ese cielo aumentaba a cada minuto que pasaba. Alguien se sentó al lado de ella, aparentando tranquilidad pero que ocultaba nerviosismo, lo conocía como la palma de su mano y por eso tal vez lo había perdona de haberla querido matar. Arrugó su nariz cuando un cigarrillo fue prendido, ya ni encontrándole gusto a ese humo y giró su rostro para ver a sniper mask que se puso nervioso ante su mirada cansada.
—Solo tienes diecisiete, chico, te harás mierda los pulmones —susurró viendo de soslayo la mirada seria de la chiquilla de pelos de colores.
—¿Cómo sabes mi edad? ¿Tú... me conoces? —preguntó con impresión sniper mask bajando su cigarrillo y apagándolo, encontrando más importante a la mujer que el cigarro.
—Te conozco como la palma de mi mano, pequeño Makoto —cerró los ojos la fémina, recargándose en el hombro del menor y durmiéndose en el acto.
Se sentía cansada mentalmente, no tenía ninguna herida, tampoco alguna cicatriz que reaccione al frío. No, nada. Solamente que las cosas que sucedían tan de repente la tenían harta, quería irse a casa, abrazar al pequeño gato que seguramente estaría esperándola con ansias, comer la comida que su abuela le preparaba los fin de semanas cuando la iba a visitar, obtener un ascenso en la compañía que trabajaba hasta tener el suficiente dinero para formar una editorial. Quería hacer muchas cosas, pero la principal era regresar a casa, a su lugar.
Sus ojos lagrimearon y sus labios temblaron, asustando a Makoto que rápidamente la abrazó llevándola a su pecho. Escuchó el leve susurro de la mujer, quien decía que quería ir a casa y algo doloroso se formó en el centro de su pecho, él también quería volver a casa pero aún debía descubrir quién era y tal vez ella sea la clave de todo.
Kuon apartó la mirada ante la dupla, parecían dos personas que se conocían de toda la vida y que llegaron a ser pareja. ¿Y si eran pareja en la otra realidad? ¿Por eso ella lo recordaba? ¿Por qué no lo buscó? ¿Ella fue la que le puso la máscara? ¿Por qué es una enmascarada? ¿Lo conoce de verdad o solo es para una trampa? Tantas interrogantes pero ninguna respuesta llegaba en ese momento
—Volveremos a casa, te lo prometo, vss mask.
Bueno, no sé en concentro la edad de Sniper mask porque no hay nada referente a él confirmado, por lo que sería un año mayor que Yuri y unos meses por parte de Rika. Y, aunque aparezca que Rika tiene 18, todos sabemos que en el anime no se sabe qué edad tiene el hermano de Yuri, así que la edad sería esa.
Yuri: 16
Rika: 17
Sniper: 17 (mayor que Rika por unos meses)
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𝖀𝖓𝖉𝖊𝖗 𝖙𝖍𝖊 𝖒𝖆𝖘𝖐 | 𝐬𝐧𝐢𝐩𝐞𝐫 𝐦𝐚𝐬𝐤 ✓
Fanficマスクの下| ❝Las máscaras esconden rostros, pero no palabras.❞ ꜱɴɪᴘᴇʀ ᴍᴀꜱᴋ x ᴏᴄ ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀ ᴄᴏʀᴛᴀ ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀ ᴅᴇ ᴍɪ ᴘʀᴏᴘɪᴇᴅᴀᴅ ɴᴏ ᴍᴇ ᴘᴇʀᴛᴇɴᴇᴄᴇ ɴɪɴɢᴜɴ ᴘᴇʀꜱᴏɴᴀᴊᴇ ᴅᴇʟ ᴍᴀɴɢᴀ ᴇꜱᴄʀɪᴛᴏ ᴘᴏʀ ᴍɪᴜʀᴀ ᴛꜱᴜɪɴᴀ, ᴇ ɪʟᴜꜱᴛʀᴀᴅᴏ ᴘᴏʀ ᴏʙᴀ ᴛᴀᴋᴀʜɪʀᴏ ᴘᴏʀᴛᴀᴅᴀ ʜᴇᴄʜᴀ ᴘᴏʀ @ᴀɴɴɪ_ᴊᴇᴏɴ