11 - te están buscando.

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—¡Thor!—

El nombrado alzó la vista con sorpresa para encontrarse con Natasha.

—¿No puedo tener un sábado tranquilo?— dijo aunque en tono de broma, no le molestaba que esa chica estuviera allí.

—Con lo ocupado que estás dudo que sea así, está tan atestado de clientes.— dijo, con una sonrisa falsa, haciendo un ademán al lugar, dónde con suerte llegarían a ser cinco personas haciendo sus compras.

Thor se encogió de hombros.

—¡Nat!— la voz alegre de Bucky, aunque rara para Thor, muy cotidiana para la alfa, hizo que ambos miraran al sonriente castaño, que llevaba una polera negra en conjunto con unos jeans negros, del mismo tono que sus uñas y delineado, demasiado exagerado para el gusto de Thor.

—Para usar eso por qué no te pones un antifaz.— comentó Thor, haciendo que la sonrisa en el rostro de Bucky desaparezca.

—Calla.— sintió un zape en la nuca por parte de Natasha a lo que frunció el ceño algo molesto, —Como si te arreglaras tan bien cómo mi bebé Bucky.— cubrió con un brazo los hombros del castaño quién volvió a sonreír.

Thor rodó los ojos, los amigos decidieron irse y Natasha fue la única que se despidió, al menos de lejos, del rubio, alegando que el olor a sándalo le quedaba.

No le dió mucha importancia a los amigos y volvió a ver las páginas de su libro, que no leía.

Había pensado toda la mañana en lo que había visto en la televisión, no había terminado de escuchar todo, pero las charlas de los clientes le habían dejado claro que ese tal Steve Rogers había dado una descripción de Loki, su altura y peso, color de cabello y ojos, y lo que llevaba puesto la última vez que lo habían visto, para después describir su forma de lobo, aunque Thor creía que se habian equivocado completamente, él mismo había visto lo adorable que era el omega en su forma animal, como un cachorrito de pelaje blanco que parecía de unos pocos meses, mientras que, por lo que había escuchado, Loki cambiaba a un lobo más adulto pero pequeño y delgado.

Y para su mala suerte, también habían dicho que el omega tenía más posibilidades de estar en ese mismo barrio.

También se había pedido alerta por si alguien llegaba a sentir el olor a rosas y chocolate, propio de Loki.

Y cuándo escuchó el tema del olor, Thor supo que estaba bastante jodido.

Con todo su departamento apestando a Loki, que ya de por si tenía olor fuerte, sumado a que ahora el chico estaba en celo y había incrementado, más que Thor ni siquiera tenía  olor propio para al menos disimularlo, y que cargaba con el aroma del omega todo el día por dormir juntos toda la noche... Nada parecía estar a su favor.

Y por más que no quería tocar el tema, porque sabía que a Loki le provocaba temor, y que a él tampoco le gustaba la idea de que ocurriera, era algo inevitable.

Debía de hablar con Loki de qué pasaría cuándo ya no pudiera ocultarse más.

Terminó su turno y caminó más apresurado de lo normal hacia el departamento, sintiéndose casi perseguido, aunque sabía que sólo estaba siendo paranoico.

Hacía mucho frío, y por más que tuviera varias capas de ropa, éste le llegaba a la piel de su cuello, provocando molestias en su garganta.

Y aunque iba con la cabeza gacha para esconder su rostro en la campera, igual alzaba la vista para ver.

Los autos oscuros seguían ahí, por cada coche de policía había uno, aunque ahora, esas personas vestidas de traje se veían mucho más amigables que los días anteriores, más sonrientes, desprendiendo olor a confianza.

delta | thorkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora