El taxi se detuvo en el pequeño estacionamiento, una vez que el conductor recibió su paga se apresuró a bajar para ayudarle a su cliente con sus maletas.
De la cajuela bajó dos, encaminó al hombre de cabello castaño hasta la entrada del hospital.
—Muchas gracias señor —le dijo el cliente.
—Ánimo joven —respondió el chófer, el viaje que hicieron juntos fue tan largo que tuvieron tiempo suficiente para hablar.
Baekhyun esperó a que alguien saliera a recibirlo, como le habían dicho cuando llamó para avisar que estaba de camino. Revisó la hora en su celular, había llegado bastante puntual. Se sostenía de sus maletas para soportar la espera, minutos después una enfermera llegó a su encuentro.
—¿Señor Byun Baekhyun?
—Si, mucho gusto.
—Lo estábamos esperando, vamos —la enfermera tomó las dos maletas, no eran demasiado grandes y él no llevaba tantas cosas, el problema era que algunas ocupaban mucho espacio.
Fueron hasta la recepción para completar su registro, la enfermera era bastante amable con él, también la recepcionista, lo hicieron sentir bienvenido a pesar de que el lugar no era exactamente un destino agradable.
Poco después Baekhyun fue guiado a su habitación. No era demasiado grande, tenía una cama, un pequeño sofá, una mesa, un armario en una esquina y una ventana permitía entrar la iluminación natural, también había algunas plantas decorando.
—¿Lo ayudó a desempacar? —preguntó la enfermera.
Él lo pensó bien antes de responder, en otra circunstancia, se habría negado al instante. Pero considerando su estado actual y la razón por la que fue hasta ese lugar decidió aceptar la ayuda para no quedarse solo tan rápido.
Subieron una maleta a la cama y la abrieron, Baekhyun sacó la poca ropa que había llevado y las guardó en el pequeño armario, por su parte, la enfermera tomó su calzado, que sólo eran dos pares. Al final sacaron la cobija que llevaba. Sin ella no podía dormir, aunque no la ocupara precisamente para cubrirse.
En la segunda maleta estaban algunas fotos y cuadernos, pero lo que más espacio ocupaba era una pequeña almohada y un maletín, el cual pertenecía al padre de Baekhyun, el señor Byun era médico y tenía un consultorio y a veces hacía consultas a domicilio, ese maletín era el más preciado recuerdo que su hijo conservaba de él.
La enfermera colocó las fotografías en espacios estratégicos, terminaron muy pronto de desempacar. Entonces se ofreció a darle un recorrido por todo el lugar para que comenzara a familiarizarse, además de presentarlo con los demás pacientes.
—Debería cambiarme primero —dijo él. La mujer le dijo que lo esperaría en la recepción, que se tomara su tiempo para salir.
Una vez solo, Baekhyun volvió a mirar cada detalle de su habitación. Ese pequeño espacio de la clínica para enfermos terminales sería su hogar durante el tiempo que le restara de vida.
Agarró la foto donde aparecía con su madre, era la más reciente de todas. Dejó salir un par de lágrimas recordando cuando se despidió de ella, en lugar de decirle que tenía una enfermedad en una etapa incurable, optó por hacerle creer que viajaría por todo el mundo y tardaría demasiado en volver.
—Ya Baekhyun, no es momento para esto —regresó el objeto a su lugar y se despojó de su ropa para ponerse el traje que lo distinguiría como paciente. Por último sacó sus sandalias del armario.
Se sentía cómodo.
Guardó su celular en el bolsillo de la camisa y después de respirar hondo salió de su habitación. Frente a su puerta estaba una niña, la pequeña le entregó una bolsita con dulces y se fue corriendo. Ni tiempo le dio de agradecer.
Caminó por el pasillo hasta llegar a la recepción, ahí estaba la enfermera como le había dicho. Abrió la bolsa y le ofreció un dulce, a ella y a la recepcionista. Luego comenzaron con el recorrido.
Antes de ir había buscado en Internet fotografías del lugar, lo que vio lo convenció y por eso estaba ahí en ese momento. Además de que el psicólogo usó buenos argumentos para convencerlo.
En el trayecto, fue presentado a tres pacientes y obtuvo una invitación para jugar ajedrez. Un cuarto paciente apareció y trató de quitarle a la enfermera, al ver la insistencia, Baekhyun le dijo a la mujer que podían continuar con el recorrido más tarde.
Ella le indicó hacia donde estaba el jardín para que él fuera a verlo, la niña de antes apareció en el momento correcto, agarró su mano y lo guió hasta el jardín.
Le fue hablando sobre el huerto que cuidaban entre algunos pacientes, también sobre la gran cantidad de flores que había.
—¿Quieres un dulce? —extendió hacia la pequeña la bolsa.
Ella lo miró con los ojos más abiertos de lo normal, parecía sorprendida.
—¿No te gustan? —añadió.
—Tiene prohibido comerlos—dijo alguien a sus espaldas. Rápidamente escondió la bolsa de dulces detrás de su espalda—. ¿Señor Byun Baekhyun?
—Si. Soy yo.
Al dar la vuelta se encontró con uno de los tres doctores con los que contaba la institución. Intentó sonreír como había estado haciéndolo con todas las personas que había conocido.
Pero ese gesto no duró demasiado, la cara de ese hombre frente a él se le hacía conocida, sentía que lo conocía a él, sentía familiar su rostro. Trataba de recordar, buscaba en cada rincón de su mente.
El doctor sólo lo observaba con una expresión neutra, esperaba a que el paciente dijera algo.
—¿De casualidad... Nosotros...?
—Ha pasado mucho tiempo, Baekhyun —dijo segundos después, suavizando su expresión, mostrando una ligera sonrisa.
Baekhyun dirigió su mirada al gafete, leer su nombre lo hizo recordar por fin.
Ese hombre era Park Chanyeol, su primer amor.
ESTÁS LEYENDO
Sus últimos días. [ChanBaek] ✔️
FanfictionSe conocieron durante su adolescencia y se enamoraron, pero no duraron demasiado. Años después se encuentran nuevamente, uno es un doctor que trabaja en una clínica para enfermos terminales y él otro será uno de sus pacientes. Abril, 2021.