Nueve (Parte 1)

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Ya no era el mismo, ni siquiera podía abandonar su habitación sin una silla de ruedas. El tiempo se le estaba acabando.

—¿Aquí está bien?

Después de buscar por un buen rato, Chanyeol dejó de empujar la silla hasta un lugar lejos del hospital, podían ver la naturaleza en todo su esplendor.

Baekhyun sólo asintió, una débil sonrisa apareció en su rostro, lo que tenía frente a sus ojos era hermoso. No sabía que había después de morir, nunca le había importado pensar en algún lugar como el cielo o el infierno, solo esperaba que si iba a algún lugar fuera tan hermoso como donde estaba en ese momento y pudiera volver a ver a su padre.

—¿Crees que Yuri está en un buen lugar? —luego de admirar el paisaje se volteó hacia el doctor.

—No tengo idea.

Se pasó a su lado y miró su perfil, le dolía verlo empeorar cada día. Él creía que sólo sentía un cariño por Baekhyun, no quería aceptar que jamás lo había dejado de amar. Durante todos esos años jamás salió con alguien, no fue capaz de hacerlo, su pretexto era estar ocupado, pero en el fondo sabía que esperaba por Byun.

Chanyeol quería decirle en ese momento, aquello que no pudo cuando se despidieron. Lo único que lo detenía era que no tenían tiempo, pero tampoco soportaría perderlo por segunda vez sin decirle cómo se sentía.

—Baekhyun —dijo su nombre casi como un susurro, pero aún así el paciente lo escuchó y lo miró—. Hace años, cuando me besaste por última vez, tu me dijiste que me amabas, yo... No pude responder y me arrepentí después por no decir nada.

Se detuvo al sentir una mano sobre su mejilla, Baekhyun lo miraba con lágrimas en los ojos. En su mente se repetía el recuerdo de esa madrugada.

—No lo dijiste, pero lo pude ver en tus ojos. Ellos siempre me lo decían, por eso no eran necesarias las palabras.

—Te amo —dijo sin dudar—. Nunca dejé de hacerlo, quise creer que sí, pero no era verdad. Perdón por haber permitido que pasara mucho tiempo, debí buscarte, debí hacer todo para volver a estar contigo.

Cerró los ojos cuando sintió las lágrimas, pensaba en lo que pudo haber sido si no hubiera dejado su destino en manos del tiempo.

—Ninguno de los dos hizo nada, no llores, no podré contenerme.

—No decidí estudiar medicina por casualidad, quería convertirme en la mejor persona para ti. Todas las decisiones que tomé fueron pensando en ti.

—Chanyeol... —cambió de lugar, se arrodilló frente a él y agarró sus manos.

—No quiero volver a perderte. No me dejes, por favor, quédate a mi lado.

—Perdón por siempre tener que ser quien se va. No sabes lo mucho que desearía quedarme, pero no puedo hacerlo.

Chanyeol no soltó sus manos hasta que dejó de llorar, no era capaz ni de imaginar el día en que ya no lo encontrara cuando llegara al hospital.

Baekhyun reunió todas sus energías para levantarse de la silla, Chanyeol lo sostuvo con fuerza y recibió un abrazo.

—Muchas gracias por acompañarme, tanto ahora como hace años. Gracias por aparecer en mi vida, aunque fue de una manera muy extraña. Gracias por hacerme sentir una felicidad incontenible y gracias por enseñarme a amar.

—No hagas que esto parezca una despedida, por favor detente.

—No me podré ir si no digo todo lo que debo decir, Chanyeol. No lo consideres un adiós, cuando llegue el momento digamos hasta pronto. Estoy viviendo cada día como si fuera el último, no se cuando no volveré a despertar.

—Detente.

Baekhyun se separó un poco solo para mirarlo, la débil sonrisa volvió a aparecer. Intentó bromear para aligerar el ambiente, pero solo logró que Chanyeol llorara de nuevo. El tiempo se detuvo para ellos, mientras estaban en ese abrazo. Una vez más volvieron a verse con la apariencia que tenían cuando se conocieron. Y eso sólo aumentó el dolor.

Después de un rato, Chanyeol decidió llevarlo de regreso a su habitación. Baekhyun le pidió quedarse hasta que se quedara dormido.

Le hizo un espacio en su cama y utilizó su brazo como almohada. Su cabello fue acariciado hasta que el sueño le ganó. Estaban repitiendo su último día juntos de años atrás.

Con todo el dolor de su corazón, Chanyeol lo dejó cuando se aseguró que estaba completamente dormido. Besó su frente y abandonó la habitación, luego salió del edificio y llegó a su auto.

Solo frente al volante nuevamente dejó salir las lágrimas hasta que alguien tocó su ventanilla. Intentó limpiarse la cara antes de bajarla y saludar al director del hospital, su jefe.

—¿Quieres beber algo?

Lo acompañó a su casa, aceptó la bebida que le sirvió y la bebió esperando calmar un poco su corazón que no dejaba de dolerle.

Terminaron con una botella de soju en silencio, antes de destapar la segunda su superior le pidió que le contara.

—Lo conocí durante nuestro segundo año de preparatoria, desde el primer momento hizo algo conmigo, nunca pude definirlo con exactitud, comencé a buscar hasta el más mínimo pretexto para aparecerle enfrente, llegué a convertirme en un loco que lo observaba desde la oscuridad. Conforme nos íbamos acercando, mi mundo cambió y yo cambié, fui quien dio el primer paso y después de eso comenzamos a salir, hicimos lo posible por pasar todo el día juntos. Me enamoré sin saberlo, sin planearlo. Baekhyun me marcó tanto que no me siento capaz de amar a nadie más, siento que únicamente fui hecho para amarlo, no se como pude pasar casi veinte años sin él.

El hombre lo escuchó con atención y rellenó su vaso las veces que fueron necesarias. Desde que el expediente de Baekhyun llegó a su hospital y Chanyeol lo vio, supo que había algo entre ellos. Luego el paciente llegó y pudo ver con sus propios ojos sus interacciones.

No indagó porque no le correspondía hacerlo, pero en cuanto comenzó a ver como uno de sus médicos se debilitaba a la par que un paciente, no pudo evitar preocuparse.

—Quisiera que hubiera una forma de evitarlo. Si pudiera, daría mi vida para que él no muriera.

—Pero de igual manera, uno tendría que vivir sin el otro. El resultado sería el mismo, solo cambiarían las posiciones. Chanyeol, tu eres fuerte, siempre lo has demostrado, se muy bien que ahora es diferente a los otros pacientes que hemos despedido, ustedes tuvieron un lazo muy fuerte, pero si te dejas derribar, solo harás que su despedida sea más difícil. Sabes que hace años perdí a mi esposa, entiendo a la perfección lo que sientes.

—No puedo, desde siempre tuve presente que no podría pasar nada, pero el tiempo que pasamos juntos... Esos nuevos recuerdos que hicimos, es difícil pensar que un día ya no estará ahí.

Ya no pudo llevar a su boca el pequeño vaso, lo deslizó al centro de la mesa y recostó su cabeza ahí. Su jefe lo consoló, le dijo las palabras de aliento que necesitaba escuchar, logró calmar un poco su corazón que estaba hecho añicos.

—Continúa con lo que hacías, disfruta de todo sin pensar en el adiós. Atesora cada minuto y piensa que tendrán más suerte en su próxima vida.

Un par de horas después se ofreció a llevarlo a su casa, Chanyeol le pidió que lo llevara al hospital.

Regresó a la habitación de Baekhyun, intentó no despertar o asustar a su madre, pero sí sobresaltó a Baekhyun cuando intentó colarse bajo su manta.

—Yo no soy doctor y tú tampoco estás a punto de morir, no estamos en un hospital. Yo estoy lleno de golpes y tu estás temblando en mis brazos por los nervios, estamos en mi habitación y planeamos disfrutar de un rato antes de llevarte a la academia —las palabras salieron como un susurro, con sólo cerrar los ojos se transportaron al escenario que Chanyeol describió.

Él sólo quería una última vez, independientemente de que el día siguiente fuera el último o que no hubiera un mañana, él quería hacer un último recuerdo con Baekhyun. Aunque fuera uno triste.

Sus últimos días. [ChanBaek] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora