Ocho (Parte 2)

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Todo estaba bien entre ellos, se querían demasiado. No se sentían capaces de vivir sin el otro. Nunca dejaban de demostrarse lo mucho que se querían.

Hasta que un día, Chanyeol no fue cuidadoso y dejó una marca visible en el cuello de Baekhyun. El chico intentó ocultarlo con un parche y cuando sus padres le preguntaron, dijo que le dolía el cuello de tanto estudiar.

Su padre insistió en revisarlo, que le fue difícil oponerse. Entonces descubrieron lo que ocultaba y todo se hizo pedazos.

Se sorprendieron porque nunca esperaron ver a su hijo con ese tipo de marcas, lo primero que pensaron fue que ya tenía una novia, Baekhyun permaneció en silencio hasta reunir el valor para decirles la verdad.

Mantenía la cabeza agachada, jugueteaba con sus manos.

—Tienen razón, estoy saliendo con alguien —entonces enfrentó los ojos que lo miraban con atención—. Pero no es una chica.

Les reveló que salía con otro chico, su padre fue el primero en reaccionar y le pidió que dejara de decir tonterías.

—Lo que faltaba, primero no quieres continuar con el legado familiar y ahora resulta que te gustan los hombres, ¿por qué te empeñas en decepcionar?

—Papá, perdóname por no ser lo que esperabas.

—A partir de hoy dejas de ser mi hijo, no me imagino lo mala que debe de ser mi suerte para tener un hijo como tu.

Los golpes que recibió ese día no fueron más dolorosos que las palabras que escuchó. Pasó el resto de la noche encerrado en su habitación llorando, buscando una manera de lograr que su padre lo perdonara.

Al día siguiente faltó a la escuela, no salió de su cuarto para nada, por más que su madre insistió, no logró que abriera la puerta. A la hora del almuerzo, dejó frente a su puerta algo para que comiera, tuvo que recogerlo a la hora de la comida (cuando le llevaba más), Baekhyun ni siquiera lo había mirado.

—Fuiste muy valiente, mi niño. Yo nunca te daré la espalda —escuchó perfectamente las palabras de su madre y volvió a llorar.

Ella quería hablar con él, darle un abrazo y consolarlo, hacerle saber que lo apoyaría en todo y lo acompañaría siempre.

Las horas pasaron y la noche cayó, Baekhyun escuchó llegar a su padre, pero no hizo nada. La cabeza le dolía de tanto llorar y el estómago también por no haber probado nada en todo el día, además de que estaba sediento. Por suerte tenía una botella de agua casi llena en su mochila, la hizo rendir todo el día para no tener que salir para nada, pero no fue suficiente.

Todo el día se la pasó en el suelo cerca de la puerta, sentado abrazando sus piernas, lo que él esperaba era que su padre tocara a su puerta. Cuando se dio cuenta que eso no iba a ocurrir, se levantó para ir a su cama y dormir.

Al pasar frente a su ventana vio al otro lado de la calle a Chanyeol.

El chico como siempre, lo había esperado frente a su escuela, sintió que algo no iba bien cuando no lo vio salir, esperó por horas, pero Baekhyun nunca apareció. Se dio una vuelta frente a su casa pero tampoco lo vio, incluso fue a la academia a esperarlo. Al final decidió regresar a su casa y esperar hasta ver señales de él.

Sintió un gran alivio cuando lo vio en su ventana.

Con señas Baekhyun le pidió que esperara un poco, hasta que sus padres se acostaran y pudiera salir sin problemas.

No se separó de la ventana hasta que llegó el momento. Salió de su habitación por primera vez en el día sin preocuparse por no hacer ruidos, no le importaba que lo vieran salir, solo esperó tanto para no tener que encontrarse con ellos.

Sus últimos días. [ChanBaek] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora