🥀Capitulo 3 🌹:

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No sabía cuanto tiempo había pasado o donde estaba, lo único que entendía era el dolor inmenso que sentía mi omega, un vacío que amenazaba con devorarme y en mi mente grabada aquella sonrisa de mi pequeño alfa.

¿Tenía derecho de llamarlo así?  La respuesta era clara, no, me sentía sucio e indigno de él; mi omega, yo, tanto como lo amaba y necesitaba, así o mucho más sabía que jamás él sería mío, no de un omega incompleto, no de un omega sucio y vacío.

A unos metros de mi podía ver a Jisoo onni  moverse de un lado a otro llorando, mientras hablaba por teléfono, no lograba entender que decía.

Cuando su llamada terminó se acercó a mi y me empezó a decir cosas, más yo no le entendía, su aroma se hizo más presente dándome a entender que tal vez su intención era hacerme sentir protegido, pero ¿Pero para qué? Ya no tenía nada de valor, no había nada que proteger ¿Quién protegía a la basura, a la nada?

Un rato después,  ante mis ojos estaba mi papá,  con ojeras y su cara pálida, de sus ojos salían lagrimas sin parar, no llores papi quería decirle, ¿Por qué lloraba papá? No lo hagas; sentí como papá me envolvía en sus brazos y me decía palabras bonitas.

Nuevamente el teléfono de onni  sonó y mi omega hizo un movimiento brusco al oír el nombre del alfa que jamás seria suyo.

-       ¿Qué pasa? – dije con la voz ronca, me dolía todo el cuerpo y la garganta.

-       Mi bebé… - dijo papá con su cara bañada en lagrimas.

-       Papá ¿Qué pasa? – dije de nuevamente mirando como mi amiga caía de rodillas en la acera.

-       Ji…Soo… - dije tratando de levantarme, pero una punzada atravesó mi cuerpo y papá me lo impidió.

-       Quédate quieto cachorrito, ya voy yo. – dijo papá yendo hacia mi amiga. Jisoo lloraba como niña desamparada. – Jisoo hija ¿Qué te dijeron en esa llamada? – dijo papá acercándose a ella para ayudarla a levantarse.

-       Tae… Tae está hospitalizado y no saben que tiene. – dijo Jisoo evitando llorar.

-       No… no… él estaba bien, yo hable con él. – dije forzando la voz, sentí el sabor metálico de la sangre en mi boca.

-       Si, pero… a las nueve… salió por naranjas al huertito… y como siempre se subió al árbol… papá lo vio ponerse rígido y luego caer de éste. – dijo Jisoo llorando.

-       Es mi culpa… él sintió lo que pasó… él está mal por mi… pá… - dije mirando a mi papá, rogándole silenciosamente.

-       No puedo imaginarme como te sientes cachorro, pero ahora mismo tenemos que llevarte a un medico y buscarte ropa… cachorro…. – dijo papá viéndome con amor y ternura ¿Por qué me veía así? Si yo estaba tan sucio.

-       Tu papi tiene razón, a… aun san… sangras mucho, no sabemos que daños te alla hecho esa porquería. – dijo Jisoo secando sus lagrimas. Agache mi cabeza, me sentía horrible, no, me sentía muerto en vida.

Jisoo se agachó enfrente de mi, alzo  mi cabeza, seco con sus manos mis lagrimas, negó con su cabeza y luego se levantó, me agarró de un brazo e hizo que mi papá hiciera lo mismo y nos arrastró hasta su coche, me colocó en la forma fetal, lo más delicada que pudo para no lastimarme.

volvía a  estar mojado por mis partes intimas y mi boca tenia el sabor de la sangre, me estaba mareado otra vez y quería dormir, pero cada vez que cerraba los ojos sentía como entraba en mi y como sus colmillos se clavaban en mi piel.

EL SUEÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora