🥀Capítulo 5🌹:

22 10 83
                                    

Dos meses habían pasado desde que Yugyeom me sacó arrastras de la casa de mi alfita, si seguía llamándolo así, porque sin importar si el mundo ardía él fue, es y seguirá siendo mi alfita.

Dos meses en lo que he tenido que convivir con este intento de alfa  que me desgració la vida, dos malditos meses desde que estoy atado a él, ya no solo por la marca o mo bebé, sino porque mi “querida” madre me obligo a casarme con él, sobra decir que ese alfa intentó pasar su noche de bodas queriendo sexo, pero de alguna manera lo convencí con mis palabras, pues poco tiempo después de regresar de Corean, empecé con sangrados, mi omega empezó a rechazar a nuestro bebé y eso fue la escusa perfecta para que Yugyeom me dejara en paz la noche de bodas.

Con respecto a  mi vida social, directamente Yugyeom me tenia apartada, por más que le rogué compañía, que buscara a mis amigas, a Jisoo… él se negaba, me tenía apartado del mundo, pase toda mi vida intentando hacer amigas y cuando las tenía no podía ejercer de amigo, el único contacto que tenía era con mamá y honestamente, era la ultima persona en el mundo junto con mi esposo, que yo  quería ver o hablar.

 Mi vida apestaba, mi matrimonio me asqueaba, mi omega cada día estaba más cerca de abandonarme, lo único que me mantenía más cuerdo era éste pequeño cachorrito que crece cada día más, cuatro mesecitos, ya pronto podría sentir sus movimientos y eso me llenaba de ilusión, mi cachorrito no fue engendrado con amor, pero después de mucho pelear con mi omega ambos coincidimos que amamos a nuestro cachorrito, porque para nosotros su papá no es el alfa malo, sino mi pequeño alfita, se que suena un poco enfermizo, pero gracias a esa creencia los sangrados pararon y las idas y venidas al hospital cesaron.

Me la pasaba todo el día como un oso invernando, dormía demasiado y es lo que me encontraba haciendo en este momento, pero una puerta chocando contra la pared me hizo saltar de la cama.

-       ¡Jungkook eres un omega vago!  Has estado todo el día metido en la cama. – dijo Yugyeom gritándome, al mismo tiempo que me agarraba del brazo para hacerme salir de la cama.

-       Yugyeom, no me levantes así, harás que me maree, recuerda que yo estaría haciendo algo de provecho sino me hubieses violado y preñado.  – dije ofuscado, no lo vi venir, sentí mi cara arder por la cachetada que me dio.

-       Me respetas omega, soy tu alfa. – dijo Yugyeom con su voz de alfa, me hizo temblar al punto de caer al suelo.

-       Lamento si te ofendí alfa, pero… su cachorro agota mis energías y levantarme así de rápido me causa malestar. – dije entre sollozos, ese alfa podía tenerme asqueado y aunque era un mal nacido conmigo, yo no perdía la esperanza de que recapacitara y me dejara libre o simplemente me tratara bien y con respeto, al menos por el bien de mi cachorro.

-       ¿Seguro que es por mi cachorro, no será que no quieres hacer tus responsabilidades? Es cierto que me case contigo, pero no te voy a mantener, ya que para cumplirme en la cama no me sirves al menos encárgate de mantener limpia la casa, la ropa y la comida hecha. – dijo Yugyeom entre gruñidos.

-       No es que yo no… - traté de decir, pero no me dejó.

-       Silencio, tiene cinco minutos para arreglarte y hacer una cena en condiciones, tengo una reunión de trabajo y la haré aquí. La cena será a las nueve de la noche, así que date prisa omega. – dijo Yugyeom dándose la vuelta para ir hacia la puerta. – Ah y dúchate apestas. – dijo saliendo de la habitación.

-       No soy vago, de verdad me siento mal por el embarazo, no apesto… huelo bien,  extraño a papi, a Jisoo, a mi alfita… ¿Por qué no puede ponerse en mi lugar? – dije llorando y muy triste, cogí mi ropa y fui a ducharme.

EL SUEÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora