16.

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Aquellos segundos de miradas retadoras pasaron tan lentos y silenciosos que ambos podían escuchar sus corazones latir con fuerza, bastante frenéticos, más ninguno se atrevía a decir nada por la vergüenza de escucharse y mucho más por la molestia que recorría las venas de ambos. Un profundo suspiro salió de los labios del más mayor y soltó al chiquillo alejándose unos metros de él, intentando procesar.

— ¿Por qué? —Soltó el más pequeño luego de unos cortos segundos, bajando la mirada.

—¿Por qué, qué? —Preguntó de vuelta el mayor sin mirarlo, pues no sabía qué más hacer.

Jeon se quedó en silencio mientras iba a pensar las palabras que diría o más bien las preguntas que le haría, a parte de la pena que sentía también estaba demasiado sofocado con la presencia ajena como para poder pensar con claridad. Ninguno estaba al tanto de lo que sentían, pues para uno era nuevo y para el otro era completamente confuso de alguna u otra manera. Nuevamente pasaron unos segundos hasta que se escuchó un murmuro inentendible del pequeño, Min iba a preguntar hasta que finalmente JungKook abrió la boca.

— ¿Por qué haces todo ésto? ¿Por qué a mí? ¿Por qué no pudiste elegir a alguien más o simplemente no hacer nada? ¿Por qué me haces sentir así? ¿Por qué yo?

Ante esas preguntas y para cuando el mayor se dió vuelta pudo ver al castaño con los ojos ligeramente cristalizados, la voz un poco rota por cómo procesó sus palabras y los puños cerrados con fuerza a cada lado de su cuerpo. A Min se le paró un poco la respiración al verlo así, inevitablemente sintiendo una presión en el pecho y el nudo en su garganta que por más que tragó saliva no quiso desaparecer, no se sentía para nada bien con esta situación y decir que se sentía una mierda era muy poco para lo que creía de sí mismo.

— JungKook...

— ¿Por qué yo? Cada día que pasa me siento horrible, cada cosa duele más que la anterior y estoy cansado, de verdad yo... No entiendo, ¿hice algo que te molestará? ¿Mi existencia te molesta?

Volvió a atacarlo con más palabras y se sentía sofocado, peor que hace unos segundos y no tenía cómo responderle pues no tenía defensa tampoco. Su labio tembló teniendo que morder el inferior con sus dientes un poco y fijó su vista en el chico, mismo al que le había quitado la sonrisa o el ánimo de un nuevo ciclo, mismo al que atacó con palabras e insultos sin ninguna razón aparente y mismo al que lo alejó de sus amigos sin ninguna lógica.

No pudo evitar el ardor en sus ojos bajando lentamente la mirada al suelo con vergüenza, vergüenza de sí mismo porque a pesar de todo seguía bastante confundido con sus sentimientos y creía que en cualquier momento iba a terminar colapsando por algo que él mismo provocó hace meses atrás. ¿Por qué comenzó a molestar a JungKook primero que todo? Ni siquiera tenía una explicación lógica para eso, siendo sincero sólo se le había venido a la cabeza y tampoco creía tener alguna excusa así que lo único que podía hacer era bajar la mirada en silencio, dejando aquel chico al borde de las lágrimas buscando alguna explicación o mínima excusa de su parte la cual no recibiría.

— ¿Tengo que tomar tu silencio como un porque sí? ¿De verdad serás así de cobarde? YoonGi simplemente... Déjame en paz, si creo que me odias entonces se inteligente por una vez y no me hables, no te acerques a mi y dile a tus amigos que me dejen en paz también.

Después de aquellas palabras JungKook secó su rostro suavemente únicamente con sus manos y salió de aquel lugar de forma rápida pues sino iba a estallar. Mientras dentro el pálido se quedó más en un estado de trance que molesto, no podía molestarse cuando el contrario tenía razón; ni siquiera lo odia, pero si lo hiciera ¿no sería más lógico ignorar su existencia que acercarse más? Estuvo un tiempo largo atormentando al contrario, tanto al punto de tener un comportamiento bastante tóxico y alejar incluso a sus únicos amigos casí amenazandolos para que no se acercarán más.

— ¿Qué hice?

Se preguntó con la respiración un tanto agitada, cerró sus ojos tratando de calmarse y se sujetó un poco de la pared fijando su vista en el suelo tratando de retener aquellas lágrimas traicioneras, pues ni siquiera tenía derecho a llorar cuando el que sufrió no fue él y tampoco tenía porqué sentirse mal de algo que él mismo hizó.

Por otra parte, JungKook trató de correr lo más que pudo para llegar pronto a su casa y encerrarse en su habitación, ahí era el único lugar que se sentía seguro y más al tener a JongHyun viviendo con él, era uno de los únicos que podía hacerlo sentir bien con sólo un abrazo sabiendo que estaría a su lado para siempre, realmente quería que el mayor estuviera a su lado para toda la vida. Llegó a la puerta de su hogar con la respiración agitada y apoyándose un poco de sus rodillas para retomar esta, intentando tranquilizarse más y al momento de querer sacar las llaves par abrir la puerta con las manos sumamente temblorosas, esta se abrió.

— ¿Koo?

Levantó la mirada observando a JongHyun mirándolo con curiosidad, el castaño hizó un pequeño puchero guardando las llaves y bajó la mirada con su cuerpo tenso. No tardó mucho en lanzarse al contrario para abrazarlo con fuerza, ahí entre los brazos ajenos se permitió soltar lo que le ha estado agobiando desde que salió de aquel lugar donde estaba con YoonGi.

— ¿Hm, bonito? ¿Qué sucedió? Ven aquí, entra.

Fue jalado con suavidad dentro de su casa y escuchó la puerta ser cerrada a sus espaldas, en silencio el mayor lo llevó a su habitación para conversar con las tranquilidad y al estar dentro también cerró la puerta por sí acaso. Se sentó en su cama y pronto vió el cuerpo del mayor sentarse a su lado, de manera automática se lanzó abrazarlo otra vez como un niño pequeño y escondió el rostro en su cuello formando un ligero puchero con sus labios, a punto de sollozar.

— Venga, goo, dime qué ocurrió.

Murmuró con delicadeza el mayor llevando una de sus manos a acariciar el cabello castaño y la otra libre su espalda dejando que se desahogará. Unos segundos bastaron para que el otro se reponga y comience a contar lo que ha estado martillando su cabeza, a veces tomaba pequeñas pausas para respirar antes de hablar y así como cuando los niños pequeños intenta explicar algo entre llantos, algo así.

JongHyun lo escuchó atentamente dejando que explicará todo a su manera, no tenía intenciones de interrumpirle hasta que el chico pudiera ordenar sus palabras y se liberará por completo. Él por lo general suele ser bastante calmado ante los temas frustrantes o agobiantes, pues siempre quería tratar de buscar una solución lógica y pacífica para lo que fuera, más no pudo evitar enojarse un poco en medio del relato puesto que quería al chiquito como su hermano pequeño y odiaba bastante que alguien estúpido lo estuviera lastimando sin razón alguna, le parecía ridículo querer arruinarle la vida a alguien tan bonito y adorable como JungKook. Cuando Jeon terminó volvió a esconderse en el cuello ajeno por la vergüenza y tristeza más que nada, él se tomó un tiempo dejándole descansar.

— Verás, Koo... Es cierto que ese tipo es un imbécil y no tiene ninguna excusa o explicación con todo lo que te ha estado haciendo... Tienes que hablar esto con tus padres y la escuela, bonito, tal vez no ahora sí tienes miedo de eso pero sabes que puedo ayudarte en lo que llegues a necesitar ¿sí? Toma tu tiempo, mientras que nada ni nadie más borre esa bonita sonrisa que tienes porque no tienen el derecho de hacerlo, tienes apoyo y ayuda, corazón.

Aquel chico menor simplemente lo observó con un puchero formado en sus labios y sus ojitos ligeramente cristalizados nuevamente, ante esas palabras lo único que pudo hacer fue aferrarse más al mayor y esconder su rostro asintiendo un poco con la cabeza para procesar, al menos en estos momentos se sentía un poco más calmado que hace unos minutos.

JungKook sabía que podía contar con sus padres, con JongHyun, con JiMin, con TaeHyung y hasta con YoonOh pero de cierta forma eso lo llevaría a la ruina de YoonGi, aunque no quisiera aceptarlo también le daba pena que al final todo se vaya encontrá de él y sabe que así será. Suspiró profundamente ante lo que atacaba su cabeza y tomó una decisión justa, una que no lo llevaría a sentirse mal todos los días, por él.

ℳ𝙞 𝒫𝘦𝘲𝘶𝙚𝙣̃𝙤 𝒜𝙢𝘰𝙧  ִֶָ⁠   𝙔𝘒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora