—¡AIDEN!—El susodicho chasqueó la lengua haciendo un lado su Nintendo Switch con el que jugaba Pokémon Go y miró a Lukas entrar a la sala con una escoba.
—¿Qué?—Lo miró irritado.
—¡No has guardado la ropa que te dejé ahí en la cama! ¡Eh!—Puso sus manos en su cadera en señal de regaño.
—¡AGHHHH! ¡LUKAS!—Se quejó el divazo haciendo un muy leve puchero y retorciéndose en el sillón con rebeldía.
—¡No me estés chillando como vaca!—Le amenazó con la escoba—¡O no vayas a querer que te mandé a una granja! ¡Para que te eduquen!—Puso el objeto de limpieza por encima de su hombro—Donde hay vaqueros...grandotes...—Miró el techo con el ceño fruncido—Bonidotes...—Entrecerró los ojos—Guapotes...—Sacudió la cabeza—¡Ay, yo me voy contigo, Aiden!.
—... Imbécil...