Un buen giro merece otro

Capítulo 36

Oh, Dios mío, tuve un fenómeno extraño hoy ... por alguna razón no pude dejar de escribir en tercera persona en tiempo presente, ¡y lo hizo muy difícil! Como qué demonios, nunca uso el tiempo presente, pero no podía parar.

Seguí teniendo que repensar las cosas y tratar de forzarlas al pasado, fue una verdadera lucha. Cosas como "Ella asiente, esperando a que él se ponga a su lado antes de que ambos se vayan". Y mi cerebro decía: "En realidad, no sé cómo hacer que ese tiempo pasado". Excepto que lo hago, pero mi cerebro simplemente se niega a cooperar.

Es realmente frustrante... no tengo ni idea de dónde viene.

Arte de la portada: Kegi Springfield

Beta: Super Saiyan Cyndaquill

Capítulo 36

Blake se despertó con el sonido de los gritos de Yang. Los instintos se activaron cuando saltó de la cama, deslizando una mano debajo de la almohada para Gambol Shroud, antes de enroscarse en el aire. Los pies descalzos cayeron silenciosamente al suelo, agachándose cuando una explosión de hielo casi le arranca la cabeza.

"¡Cálmate!" Ruby gritó, la voz resonando por la habitación, "¡Deja de pelear!"

El mismo aire en la diminuta habitación pareció calmarse. La respiración de Blake llegó en forma de jadeos, un buen acompañamiento para sus grandes ojos dorados y su forma temblorosa. Se le escapó un suspiro mientras dejaba el libro que había estado empuñando. Por supuesto que no tenían sus armas cerca... no cuando estaban a salvo en su dormitorio.

"Estoy tan triste," susurré Weiss, la ropa de la niña orgullosa estaban empapados de sudor, un brazo extendido con un poco de polvo que cae de sus dedos. Parecía horrorizada por lo que estuvo a punto de hacer.

"No hay nada de qué disculparse", Blake se sentó en el borde de su colchón, pasándose una mano por la frente. "En serio, no te preocupes por eso." Ella no envidiaría a su amiga tan nerviosa... aunque tendrían que asegurarse de que no entrara polvo en su habitación. Lo último que necesitaban era que Weiss los matara a todos accidentalmente.

"Es mi culpa", dijo Yang, temblando de hombros mientras envolvía sus brazos sobre su propio cuerpo. "Supongo que fue solo una pesadilla ... perdón por poner a todos tan nerviosos".

"Todos lo hemos hecho", se rió Weiss, el sonido un poco histérico, tal vez una señal de que la adrenalina comenzaba a desangrarse lentamente. "Al menos no destruiste la cama como Blake." Hubo un poco de risa afable ante eso, el fauno se sonrojó ligeramente pero les permitió tener todo el consuelo que pudieron. Había una razón por la que los cuatro ahora dormían en camas dispuestas en el suelo. Las literas habían sido reemplazadas después de que se despertó durante la noche para ver una forma oscura sobre ella. En su pánico, había pateado uno de los soportes, colapsándolo casi encima de ella y derramando a Yang de él. Ellos también se rieron en ese momento, desesperados por fingir que no les pasaba nada.

Habían pasado dos semanas desde que habían regresado. Y se estaban curando ... lentamente.

"¿Tu brazo está bien?" Preguntó Ruby, señalando con la cabeza el brazo izquierdo de Blake. El recordatorio volvió a enfocar la extremidad rota, que palpitaba dolorosamente en su yeso. A veces era fácil olvidarlo, aunque supuso que saltar por la mañana no era exactamente la mejor manera de cuidarlo.

"Estoy bien. Tomaré algunos analgésicos antes del desayuno, no te preocupes". Una mirada rápida al reloj digital sobre el escritorio le mostró que eran solo las 5:42. El dial rojo parpadeó lentamente.

"No creo que pueda dormir después de eso", Yang se levantó de la cama lentamente, entrecerrando los ojos cuando notó que los tres se levantaban para ayudarla. "Siéntate. No estoy lisiado. No tienes que ayudarme con cada pequeña cosa".