.
.
.— ¡Maldito idiota! —Grito cansado tirando su almohada a un lado— ¡Ese imbécil nunca me escucha! ¡Estará más que muerto cuando llegue papá y no sé cómo demonios se va a librar de esto! —Grito frustrado tirándose a un lado de su cama.
Víctor iba a enloquecer, ya llevaba media hora en su cuarto gritando y tirando todo lo que se hallaba a su alrededor, Jade solo lo miraba desahogarse sin decir palabra alguna, podría luego gritarle y no iba a salir nada bien de aquel cuarto.
Bailong aun seguía tirando en la sala, mientras que Ade se había ido a buscar a sus padres a la playa, pues habían dejado una nota, como de costumbre, pero primero había ido a avisarle a su hermana, la playa quedaba a dos horas, y ellos no iban a regresar hasta la noche, a veces los odiaba.
— ¿Terminaste? —Interrogó Jade mirando a Víctor en su suelo, no se molestó en contestarle— Como quieras. —Suspiró cansada, dejó a Celia acostarse a un lado puesto que ya se había dormido— Ya me voy, ya puedes romper todo lo que quieras. —Comentó mientras cubría al bebe, al darse la vuelta para irse sin siquiera verlo sintió como este la tomaba de la mano.
—No te vayas... —Susurró temeroso.
—Estas. —Calló, Víctor estaba llorando, tenía la mirada baja y las mejillas rojas, Jade no dudó y se acercó a abrazarlo.
Víctor sorprendido por aquel gesto, se dejó abrazar mientras la aferraba a su cuerpo, tenía miedo, miedo de que su madre se quedara así, miedo de que su padre los odias, miedo a perder a su familia, ¿Que le estaba pasando? Ver a su madre en ese estado no había sido fácil, era un bebe, y no sabía que iba a hacer para regresar a la normalidad.
Un rato más tarde, Jade se acomodó al lado de Víctor mientras que él ya se había calmado, había estado llorando durante un largo rato sin decir palabra, ahora solo estaba recostado en el hombro de su novia a la espera de cualquiera de sus padres.
— ¿No vas a hablar con Bailong? —Interrogó suave la chica
—No. —Contestó fríamente.
—Van a tener que hablar tarde o temprano. —Volvió a hablar con suavidad.
—Tks...
—Esto será difícil...
Volvieron a quedar en silencio uno que fue interrumpido con un llanto, ambos se giraron a ver al bebe, Jade se levantó rápidamente para tomarla en brazos y comenzar a calmarla, mientras la bebe dejaba de llorar volvió a su lugar, al sentarse Víctor volvió a poner su cabeza en el hombro de la chica mientras miraba a su madre, quien ya estaba dejando de llorar, pero aun sollozaba
—Debe de tener hambre. —Dijo Jade mirándola fijamente.
—No tenemos comida para bebés. —dijo Víctor tocando las mejillas de la niña.
— ¿No tienen leche? ¿O avena? —Interrogó mirando hacia la puerta cuando sintieron un flash en sus caras.
Ambos giraron la mirada dando con Ade y Bailong quienes, con una pequeña sonrisa, el primero con su teléfono estaba apuntando hacia ellos mientras que el otro solo miraba con una pequeña y sombría sonrisa.
— ¡Joder! —Dijo Bailong para mirar a su hermano— Serán una hermosa familia.
— ¡Ya quiero que tengas hijos! —Grito Ade a un lado con emoción.
—¡Malditos! —Murmuró Víctor mientras se levantaba— Denme ese teléfono. —Se acercó a paso lento a ellos.
—Espera, espera. —Bailong se puso enfrente— Antes que nada, papá ya viene en camino.
—Aún no es hora de que salga —se cruzó de brazos.
—Lo llame para que nos ayude a pensar en algo. —Comentó.
—Vaya. por fin hiciste algo de beneficio para todos —Se cruzó de brazos.
—Oye lo siento. ¿Ok? ¡Sabes que nunca haría nada para dañar a mamá!
—Entonces debiste hacerme caso cuando te dije que no compraras ese aparato.
—Oigan —Llamó Jade— No es momento para ponerse a discutir, —Se acercó ellos— Tienen que ir por cosas para la bebe.
— ¿Para la bebe? —Interrogó Bailong pasando su mirada a Celia— ¿Por qué?
— ¡Porque tiene hambre! ¡Quién sabe cuánto tiempo lleva así transformada! De todas formas, tenemos que tener cosas para que no se nos muera de hambre. ¿o es que ya saben cómo regresar a la normalidad?
Los tres chicos se miraron entre sí, no podían discutir ante aquello.
— ¿Quién va a ir? —Interrogó Bailong mirando a Ade.
—La única persona que sabe acerca de esas cosas es Jade... —la Mención de Ade hizo que la miraran.
—Son unos inútiles. —Murmuró la chica— ¿Quién de ustedes se piensa quedar con la bebe si yo voy? —Interrogó con simpleza.
—Podemos ir todos. —Mencionó Víctor con una sonrisa— Así que ves que compras y estás pendiente de mi madre. —Le estiró los brazos a la pequeña.
—De acuerdo... —Suspiró— Pero primero tengo que ir a cambiarme, no pienso estar todo el día con el uniforme.
—De acuerdo.
Ade y Jade salieron corriendo de la casa de los gemelos para llegar a la suya, aún tenían unas cuantas cuadras que caminar.
—Ve a cambiarte. —Habló Víctor hacia su hermano— Tengo que cambiarme también, no la podemos dejar sola.
—Víctor. —Murmuró.
—¡Ve rápido.! —Regañó— No va a pasar mucho para que regresen.
Bailong miró por un segundo a su hermano, asintió con cierto temor y luego se dirigió hacia su habitación, Víctor solo se sentó en la sala con la bebe en brazos.
En otro lugar.
— ¡Pero Señor! —Gritó un joven a su jefe— ¡Aún tenemos cosas que hacer! ¡No se puede ir!
— ¿Estás pretendiendo dejar a mis hijos solos? —Interrogó mirando al joven moreno— Austin. lleva esto a mi carro, —Le dio varias cosas al mencionado— Iras conmigo.
—¡Sí.! —Respondió el chico saliendo de la oficina.
—Nos vemos. —Se despidió Axel mientras caminaba hacia la salida.
— ¡¿Señor enserio se va?!?! —Grito desesperado el tipo— ¡Se lo ruego! —Tomo el brazo del hombre.
—Te lo diré una sola vez. y espero que te quede claro, —Dirigió su mirada al chico— Si mis hijos o esposa están en problemas, no dudaré en dejar al mismo presidente si hace falta. Un tipo que viene a hablar de unos malditos terrenos no está en mis intereses. —Sin más salió de la habitación dejando al chico helado.
—S-Sí señor...
Axel Subió a su auto, algo en sí le decía que no le iba a gustar nada lo que le esperaba en casa, tenía miedo.
— ¿Qué hicieron ahora par de idiotas? —Pensó mientras miraba por la ventana.
____________________________________________.
ESTÁS LEYENDO
Celia Es..¿¡Una Bebe?!
Cerita PendekCelia se transforma en una bebe a causa de una pequeña maquina, su esposo e hijo comenzaran a buscar metodos para regresarla a la normalidad.