Capítulo 6

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―¿Eh? ¿la conoces? ―me preguntó Sorina

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―¿Eh? ¿la conoces? ―me preguntó Sorina.

Al parecer me escucho.

―Sip, fue la chica que encontró a mi hermano ―dije dándole un nuevo mordisco a mi almuerzo.

Sorina abrió sus ojos sorprendida.

―¿Ella?

―Si.

―Vaya.

Y ahí quedo nuestra conversación.

La verdad es que si se tratara de otra persona la ignoraría y seguiría con mi aburrida vida, pero Sofía fue la que salvo a Matt, así que supongo que esa es la razón por la que no pude evitar ir a su mesa.

Avise a Sorina que iría hacia allí y como era de esperarse decidió seguirme.

―Nos vemos luego, chicas ―me despedí de las demás quienes dijeron el <<adiós>> más agudo que pude haber escuchado.

Camine hasta quedar frente a la espalda de Sofía y, dando un suspiro, toque su hombro para llamar su atención.

Cuando sus ojos se toparon con los míos dejo lucir una enorme sonrisa antes de ponerse de pie y saludarme con un extraño y cariñoso abrazo.

―¡Evie! ¡No puedo creerlo! ―exclamo soltándome y dándome el permiso de sentarme a lado suyo― ¡Estamos en la misma escuela!

―¡Si! Quién lo diría ¿no?

―Me siento ignorada ―murmuro mi amiga llamando nuestra atención.

―¡Oh, lo siento! ―se disculpó Sofía apenada dándole una señal para que se sentará con nosotras―. Me llamo Sofía, un placer.

―Y yo Sorina, el placer es todo mío.

―¿Así que eres la nueva de la que todo el mundo habla? ―le pregunté apoyando mi mejilla en mi mano.

―Supongo...

―¿Estudiante de intercambio? ―cuestionó Sorina curiosa.

―Pues sí, parece que ya saben todo de mí ―rio Sofía nerviosa.

Ahora que lo pienso parecemos acosadoras.

―Eres el nuevo asunto de quien todos hablan ―respondió la castaña a lado de mí con simpleza―. Al igual que el sexy chico que te trajo esta mañana.

Sorina, cállate, por favor.

―Oh, hablas de mi hermano.

Tomé mi agua para evitar ver a la chica a sus grandes ojos azules y le di un largo trago.

―Así que es tu hermano ―asintió Sorina―. Y... ¿esta soltero?

Toda el agua dentro de mi boca salió disparada por mi nariz al tapar mi boca provocando que tosiera como loca.

Enséñame A VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora