Capítulo 8

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El día paso rápido, demasiado para mi gusto.

A la hora del almuerzo traté de localizar a Sofía, pero al final no la encontré en ningún lado, incluso llegué a preguntarle a algunos de primero, sus respuestas fueron que no, no la habían visto desde la clase anterior.

El tiempo de descanso se acabo así que no tuve más remedio que resignarme y avanzar arrastrando mis pies hacia la clase de matemáticas de los de primer año.

¿Y si me salto la clase?

No, ya no soy esa clase de chica.

Aunque podría hacer una excepción...

¡No!

―¿Lista para la tortura? ―apareció Sorina pasando uno de sus brazos por mis hombros y apoyando su cabeza en mí.

Hice un puchero.

―No quiero ir.

―Nadie quiere ―contesto señalando a algunos compañeros de nuestra clase, quienes avanzaban como una horda de zombies los cuales eran muuuy lentos.

Al llegar a la entrada del salón escuche como Rosita les avisaba a los de primero sobre nuestra llegada y el por qué, al parecer no se escuchaba muy feliz.

―¡Alin! ―exclamo Sori para llamar su atención y viniera a nuestro lado.

―Parece molesta ―hablo cuando estuvo frente a nosotras.

―No es la única ―dije rodando los ojos.

―Jóvenes ―llamo la vieja―, pueden pasar. Aunque ―agrego antes de que alguno moviera un pie―, tendrán que estar parados toda la hora ya que no hay más mesas desocupadas ―nos dio una ultima falsa sonrisa antes de volver a entrar.

Bruja.

Alin entro sonriéndole de lado a la maestra. Sorina y yo tomamos nuestro tiempo en entrar, notando la pequeña mueca que nos dio Rosita al vernos.

Antes de tomar mi lugar a lado de Alin al fondo de salón sentí varias miradas clavadas en mí y Sorina, algo a lo que ya estaba acostumbrada, los de primero suelen ser demasiado mirones cuando se trata de nosotras.

Deje pasar de lado a los chicos que babeaban y concentre mi atención en la silla de la ultima fila al fondo de todo, observando una cabellera oscura que reconocí al instante.

Me di la vuelta y me acerqué a su mesa apoyando la palma de mi mano en ella mientras aclaraba mi garganta para llamar su atención.

Cuando volteo a verme note un ligero olor a agua de drenaje y su rostro empapado junto a algunos cabellos que se pegaban a su frente.

¿Qué demo...?

―¡Evie! ―parecía sorprendida al verme frente a ella.

―Ho-hola, Sofí ―parpadeé confundida antes de volver a hablar―, pensé que almorzaríamos juntas, pero...

Sofía me miro apenada.

―Lo siento, es que ―parecía pensar que decirme―tuve un... accidente dentro del baño y no pude ir.

Fruncí el ceño y abrí mi boca para hablar, pero la maestra hablo antes de mí.

―Señorita Coleman ―me llamo haciendo que todos me observaran―, podría poner atención, la clase ya va a comenzar.

Sonreí lo más falsa que pude.

―Perdón.

―Si, claro ―me regreso la sonrisa antes de volver su atención a la clase.

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⏰ Última actualización: Jun 17, 2021 ⏰

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