De todos los fantasmas...

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"De todos los fantasmas, los fantasmas de nuestros viejos amores son los peores"

"of all ghosts, the ghosts of our old loves are the worst"

Arthur Conan Doyle, Las memorias de Sherlock Holmes.

Kit contemplo el paisaje por la ventana de su nueva habitación, el cielo azul pálido y brillante, los árboles alzándose majestuosamente, las flores que rodeaban el perímetro moviéndose suavemente por el viento que soplaba apenas lo suficientemente fuerte para mover las hojas más frágiles de los árboles, todo aquí era verde, húmedo y frio. Si era completamente honesto Inglaterra tenía cierto encanto, no era como lo había esperado, lleno de paisajes grises y lluvias incesantes, el clima no fue una de sus mayores preocupaciones en los últimos días, pero por un momento llego a creer que nunca más vería el sol, pero esto era diferente, la niebla que cubría el bosque y los alrededores le daba a la poca luz que lograba filtrarse una sensación de misterio, como si fuera una pintura de otro mundo, era casi roma... mágico.

En California el sol era abrumador y hacía que las playas, el cielo y todo en general adquiriera un tono dorado, como si tuviera una especie de filtro demasiado brillante como para mirar a otra parte porque era deslumbrante, aquí todo parecía más vivo, no es que no lloviera mucho, porque lo hacía aun le costaba trabajo acostumbrarse a sentirse frio, pero la lluvia llenaba todo de vegetación, incluso las ramas de los árboles, las rocas y la mayoría de las superficies eran verdes, cubiertas de musgo o pequeños helechos que crecían sin parar. Los colores eran puros y vibrantes en los días soleados, mientras que, en los días grises, todo parecía resplandecer demasiado vivo, como el par de ojos que parecían estar entre la maleza, pero eso probablemente era solo un espejismo.

Los días grises eran hermosos, igual que cualquier otro día, pero traían a su mente recuerdos que no quería, fantasmas que lo acechaban, de lo que había sido y de lo que nunca podrá ser... de lo que había perdido...

Los ojos de Ty lo perseguían en los sueños, siempre tenía pesadillas, eran variadas iban desde ver a su padre ser desmembrado hasta suplicar de rodillas, nada lo despertaba llorando como soñar con Ty, durante el día, algunas cosas siempre se lo recordaban, los ojos de Tessa, por ejemplo, eran algo que evitaba mirar y no es que fuera grosero, simplemente no podía soportarlo. Si alguien le preguntaba, fácilmente podría enumerar las diferencias entre los ojos de Tessa y los de Ty, como que los de Tessa eran de un gris más obscuro que los plateados de Ty, o que a pesar de que ambos contenían inteligencia, los de Tessa mostraban una especie de cansancio y también la preocupación típica de los padres, mientras que los de Ty parecían ansiosos de saber más sobre el mundo. Siempre habían estado iluminados con asombro. Incluso mirándolo a él. Tambien había evitado mirar mucho los libros, amaba leer, pero su mente estaba en un bloqueo lector completo y tampoco quería salir a explorar, eso no era lo suyo, solo lo había hecho un par de veces para acompañar a Ty y ahora no tenía ningún interés en hacerlo.

Suspirando se dio la vuelta, buscando cualquier cosa para alejar esos pensamientos y se encontró pensando en Tessa y Jem, pronto serían padres, aunque en cierta forma ambos ya lo eran, se estaban convirtiendo en sus padres, Kit se sentía protegido con ellos, eran buenos con él, en realidad, se sentía amado y feliz, además habían hecho todo a su alcance para que no se sintiera presionado respecto a ser cazador de sombras de una manera que no sintió con nadie más, ni siquiera con su padre se había sentido del todo a salvo, siempre con la sensación de ser perseguido, observado, pero aquí en Devon era diferente. Su vida estaba cambiando, pero aún no sabía si era totalmente para bien.

Kit se tiró en su cama, algo cansado de ordenar la habitación, había tenido las semanas más ajetreadas de su vida desde que se había mudado, sin hablar de la parte emocional, tan solo el día anterior Kit había ayudado a Tessa y Jem a terminar de mover y guardar todas sus pertenencias en lo que sería su hogar, luego de una charla donde le habían dicho que él era la posesión más importante en la casa, después de descubrirlo viendo atentamente todos los objetos valiosos, realmente no había pensado en huir pero no había pensado que necesitaba qué le dijeran que era bienvenido en sus vidas y hogar, para ser mayores de cien años Tessa y Jem eran increíblemente dulces con él, se sentía como en su casa, a pesar de que no lo había esperado, así como tampoco esperaba que fueran buenos con la tecnología, pero les gustaba fingir que no lo eran solo para pasar más tiempo con él.

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⏰ Última actualización: May 14 ⏰

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