—Prepárate para salir —le dijo Tomura, minutos antes.
Suspirando, Izuku caminó hasta su habitación (porque sí, en el bar había habitaciones) y se colocó su traje, que era… Un traje, literalmente. Camisa, corbata. Eso. Sonaba bastante simple, pero en realidad no era un traje ordinario. La tela era flexible y resistente a golpes e impactos, y tenía varios lugares para guardar cuchillos y armas. Por lo mismo, no había podido cambiarlo, por mucho que quisiera. No había algo que se le igualara.
Se puso su máscara de metal blanca, lisa, únicamente con los orificios de los ojos para ver y de la nariz para respirar, y se peinó el cabello hacia atrás. Ahora lo había teñido de negro, ya que el rubio sólo fue para el examen de la UA y resaltaría demasiado.
«Hoy será un día duro», pensó. Era el comienzo de lo que creía un largo viaje en el que se embarcaba con la Liga. ¿Por qué ellos estaban convencidos que era una buena idea irrumpir en la USJ? No lo sabía, pero rogaba que la suerte estuviera de su lado, al menos.
Terminó de prepararse, poniéndose guantes y borcegos negros y sus armas. Las que más usaba eran los cuchillos y las pistolas.
Cuando volvió, Tomura comenzó a quejarse de que había tardado demasiado, y recién entonces atravesaron el portal.
—Bueno. ¿Dónde está? ¿Dónde está All Might? —dijo, moviendo los ojos frenéticamente como un cazador en busca de su presa.
Eraser Head saltó al ataque y comenzó a derribar villanos uno por uno borrando sus quirks. Entre ellos, muy seguramente el de Kuroguiri, pero en el momento en el que se descuidó, abrió un portal frente a Izuku y ambos se transportaron hacia la entrada.
Los estudiantes retrocedieron, ahora frustrados de escapar, y Trece extendió los brazos a sus costados, impidiendo que los villanos se acercaran a ellos (metafóricamente, porque claramente no podía resguardar ni a cuatro niños de esa manera).
Izuku los miró por un segundo, mientras Kuroguiri “presentaba” a la Liga de Villanos, que por cierto, le parecía una táctica estúpida que revelara su objetivo de matar a All Might. ¿Pero a él qué le importaba? Sólo estaba con ellos porque necesitaba un lugar al qué escapar y dónde resguardarse.
Entre los estudiantes, estaban Shinso, Uraraka y Kacchan. Katsuki. Y Katsuki. Debía abandonar ese apodo infantil de una vez por todas.
«—Él no es tu amigo, Midoriya. Alguien que sólo busca humillarte nunca será tu amigo».
Sacudió la cabeza. No era momento de ser nostálgico. Lo que le importaba ahora era: ¿acaso el rogar por suerte le había generado el efecto contrario? ¿Cómo era que todos ellos habían superado el examen, y peor aún, estuvieran en la misma clase? Tenía que ser una puta broma.
También pudo reconocer al Gritón de Lentes y al Rubio Coqueto.
La ansiedad martilló sus manos y jugueteó con sus dedos escalonadamente. Sentía que se estaban entumeciendo.
«Dios, por favor. Sólo te pido que nadie muera».
Sus ojos chocaron con los de Shinso, y los recuerdos del examen y lo feliz que había sido por un rato lo invadieron. Se sentía nostálgico otra vez.
Suspiró, sintiendo su corazón latir de nerviosismo. Debía someterse a esta clase de situaciones, hasta que lo lograra. Hasta que encontrara una oportunidad. Y sólo entonces podría ser libre.
Trece destapó uno de sus dedos e Izuku puso una mano en su pistola, listo para pelear e impedir el ser devorado por su quirk, pero antes de que alguno de los dos hiciera algo, Katsuki y un chico de cabello rojo y puntiagudo, Eijiro Kirishima, se lanzaron al ataque. Izuku se agachó, evitando las explosiones y el cuerpo endurecido.
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Anónimo | BNHA
Fanfiction«─¡𝘚𝘪 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘰 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘴𝘦𝘳 𝘶𝘯 𝘩é𝘳𝘰𝘦, 𝘤𝘰𝘯𝘧í𝘢 𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘢𝘤𝘦𝘳á𝘴 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯 𝘲𝘶𝘪𝘳𝘬 𝘦𝘯 𝘵𝘶 𝘱𝘳ó𝘹𝘪𝘮𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘺 𝘴𝘢𝘭𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘦𝘥𝘪𝘧𝘪𝘤𝘪𝘰!». No iba a hacerlo, realmente no iba a hacerlo, pero una...