No puede ser, ésto ya era cachondeo. ¿Qué es lo que pretende besándome? ¿Conseguir que caiga entre sus garras? Me da a mí que no. Niña tonta, dices odiar ésto pero, ¿por qué no te has separado aún? «Porque no tiene la fuerza suficiente para hacerse la dura», corrobora mi subconsciente. Y es verdad, ¿por qué no puedo despegarme de sus deliciosos, suaves, rosados y rellenitos labios? Y dice no estar enamorada, cuéntale ese cuento a otro.
¿Qué es lo que estoy haciendo? No lo entiendo. No puedo caer en sus manos, porque sé que acabaré mal parada. Tratará por todos los medios conseguir lo que todo hombre desea; llevar a una mujer a la cama, y después me desechará como una basura. Él no me quiere, ni antes, ni ahora, ni nunca y es algo que debo de asumir de una vez por todas si no quiero que me lastimen de nuevo. Yo valgo más que un simple polvo y un número más. Serás la número mm... ¿cincuenta? Oh dios, son las nueve de la mañana, no me toques los cojones o tú sufrirás las consecuencias primero.
Libera mis muñecas y poco a poco mis brazos descienden hasta colocarse sobre sus hombros. Delinea con su lengua mi labio inferior después de haber mordido este mismo. Recapacita Lea, recapacita. Vamos. Enrredo mis dedos entre su cabello notablemente despeinado y aún así, sigue viéndose más que sexy. Lo tuyo es ya amor, y que venga cupido a certificarlo. Graciosa. Tiro levemente de éste y Harry emite un ronco gemido. ¡Iros a un hotel! «¿No hace demasiado calor ahora mismo?», comenta mi subconsciente abanicándose con la mano. Par de idiotas. Rodea con un brazo mi cintura y su mano libre está posicionada en mi nuca. Ejerce algo de presión sobre mi talle elevándome del suelo. Ahogo un grito contra sus labios. Él ríe ante mi reacción. Ni puta gracia, Styles. Enrosco mis piernas al rededor de su perfecto y tallado cuerpo.
La temperatura en el ambiente incrementa conforme aumentamos el ritmo de nuestros desenfrenados labios. Pues ponles freno. En serio, aclárate, porque ya me confundes. Ese es mi trabajo, hasta ahora creo que lo he hecho bien. Su lengua recorre mis labios pidiendo permiso para entrar. Cojo ésta entre mis dientes proporcionándole un leve mordisco. Gruñe tironeando de mi pelo. De mi garganta se escapa un jadeo, lo que le da completa libertad a la lengua de Harry para adentrarse en mi boca.
Control.
Aléjate de él, ya.
Control.
A este paso acabaré perdiendo totalmente la cordura.
Control.
Separo mis labios con pesadez y mis ojos color chocolate conectan al instante con los suyos color verde esmeralda. Un chico tan guapo, que tiene muy buen físico, que más o menos es un excelente estudiante y que cuida de su madre a su manera, no se merece estar batallando contínuamente con sus demonios internos.
Me da pena, pena que lo hayan educado de tal retorcida manera. Lo peor, es que sé que aún intentándolo por todos los medios, jamás podré siquiera modelarlo. Quitarle aunque sea una pequeña parte de esa oscuridad que lleva consigo. Nada. Sé que Harry Styles nunca podrá corresponder de la forma en que yo quiero que lo haga. Ésto es una mierda.
¿Problemas de amor? ¿Si digo que sí te quedarás calladita? No prometo nada. Sí, problemas de amor. ¡Al fin, por Dios, al fin lo has admitido! No me gusta esta sensación. Es un sentimiento que me está consumiendo poco a poco. Yo no necesito de esto. Claro que lo necesitas. Necesitas a alguien que por las mañanas te de ánimos y te diga lo guapa que te ves aunque seas el orco más feo del mundo. Oye, muchas gracias mujer. No iba por ti. Lo que quiero decir, es que pese al dolor y el sufrimiento, pese a que haya una tormenta de tres pares de narices, siempre habrá alegrías y siempre vendrá la calma. Harry te quiere, no lo demuestra como los demás, pero al menos lo intenta. No lo creo.
ESTÁS LEYENDO
Depressor
Fanfiction"Quizá ésto no estaba hecho para nosotros". ESTÁ TERMINANTEMENTE PROHIBIDO LA COPIA O PLAGIO DE ESTA NOVELA. Portada realizada por harryverse_